Atributos
La transmisión de los atributos del mando en la Casa de Gobierno es una tradición que empezó el 12 de octubre de 1868 Bartolomé Mitre al cederlos a su sucesor, Domingo Faustino Sarmiento. Desde entonces, mandatarios civiles y militares recibieron allí banda y bastón presidencial.
La innovación en 2003 -jura con entrega de atributos incluida en el Congreso-, que inauguró Néstor Kirchner, podía justificarse en que el presidente saliente, Eduardo Duhalde, había sido ungido provisionalmente por los legisladores, tanto como su fugaz antecesor, Adolfo Rodríguez Saá. Sin embargo, ellos también recibieron los atributos en el Salón Blanco de la Casa Rosada. Menem ya tenía la banda presidencial puesta cuando juró en 1995 por su segundo mandato, y en idéntica situación, en 2011, frente a la Asamblea Legislativa, Cristina Kirchner eligió a su hija Florencia para que le diera los atributos, casi como un gesto dinástico que pronto se expandirá aún más cuando Máximo, su otro hijo, asuma la jefatura del nuevo oficialismo en Diputados. Mauricio Macri ya se resignó a entregar los símbolos presidenciales a Alberto Fernández en el Parlamento. Al kirchnerismo le encanta refundar tradiciones.