2012 en el calendario del rey Juan Carlos
En España es tradición recibir el año comiendo las 12 uvas de la suerte al ritmo de las 12 campanadas. Es cuando familiares y amigos se desean lo mejor. Imagino esa escena en el Palacio de la Zarzuela, en Madrid, residencia oficial de los reyes Juan Carlos y Sofía. Calculo que, sus mejores deseos habrán sido para su yerno, Iñaki Urdangarín. Él es el esposo de la infanta Cristina, su segunda hija, y no pasa precisamente por un buen momento. Está imputado por la justicia española , acusado de fraude, malversación de fondos públicos y prevaricación.
Iñaki Urdangarín, la infanta Cristina y sus 4 hijos han pasado la Navidad y el Año Nuevo en Estados Unidos. Concretamente en Washington, donde viven desde hace 2 años por motivos laborales. No han querido viajar a España para pasar las fiestas para no alimentar más la polémica por la próxima declaración de Urdangarín ante el juez que instruye la causa en calidad de imputado. Así pues, los Reyes se han quedado sin ver a sus nietos en estas tan emotivas fechas.
El Rey de España cobra casi 24.500 euros. ¿Mucho o poco? Pues no es una de las monarquías europeas más caras
Este escándalo, protagonizado por uno de los miembros de la familia Borbón, ha obligado a la Casa Real española a actuar. Para disipar cualquier duda sobre su buen hacer, el Rey Juan Carlos tomó rápidamente la decisión de
publicar todos sus gastos y lo que recibe del Estado
(su sueldo, el del príncipe Felipe y la asignación que reciben la reina Sofia y las infantas Elena y Cristina). Siempre fue, desde 1979 y hasta ahora, imposible conocer el presupuesto asignado a la familia real española. Así pues, se ha informado que el rey de España cobra casi 293.000 euros al año (brutos), mientras que el presupuesto destinado a la Casa del Rey asciende a casi 8 millones 500 euros al año. Lo primero que muchos españoles hicieron al conocer estas cifras fue sacar la calculadora y descifrar cuánto gana el Rey al mes. Pues cobra casi 24.500 euros. ¿Mucho o poco? Pues no es una de las monarquías europeas más caras.
Quizá por lo mal que lo estaría pasando el Rey con todo este asunto de su yerno, cuando asistió hace pocos días al Congreso de los Diputados para dar inicio a la nueva legislatura con Mariano Rajoy como presidente del Gobierno, los más de dos minutos de aplausos que recibió el monarca fueron interpretados por la clase política española y por la mayoría de medios de comunicación españoles como "un gran apoyo a la figura del Rey" .
Y es que estos son momentos en los que la monarquía española está más cuestionada que nunca. El mes de mayo pasado, el Centro de Investigaciones Sociológicas de España (CIS) difundió los datos de un barómetro en los que la
institución monárquica era lo segundo que mejor valoraban los españoles. Lo primero fue al Ejército .
Meses después, en octubre, el mismo barómetro situaba a la
, incluso por debajo de la confianza en los medios de comunicación. Significativo.
En países republicanos como Argentina, la monarquía suele causar fascinación. Más allá de este escándalo protagonizado por el yerno del Rey, lo cierto es que la monarquía española cumple una función constitucional importante
En países republicanos como Argentina, la monarquía suele causar fascinación. Más allá de este escándalo protagonizado por el yerno del Rey o de la vida que llevan, reflejada por la prensa rosa, lo cierto es que la monarquía española cumple una función constitucional importante. El rey Juan Carlos es el Jefe del Estado, aunque sin funciones ejecutivas, pero sí de representación de España en el exterior. Su palabra es escuchada, y mucho, por todas las fuerzas políticas españolas. Su papel fue clave para que España abandonara la dictadura franquista y alcanzara la democracia en 1979. Y él es el encargado, cuando arranca una legislatura, de recibir a los líderes de los partidos políticos con representación en el parlamento para escuchar sus propuestas, ideas y sugerencias. Destacar la curiosa petición que le hizo el representante de Esquerra Republicana de Catalunya a su Majestad:
Por Joan Biosca
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