La lucha de Milei y Massa contra el voto en blanco
Los encuestadores presumen que el balotaje será parejo y que la clave es torcer la voluntad de los electores que promueven el sobre vacío
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La clave para definir quién se impondrá en el balotaje del 19 de noviembre ya no pasa por los indecisos, que son cada vez menos, sino por aquellos votantes que piensan seriamente en votar en blanco o en no concurrir a las urnas porque ni Sergio Massa ni Javier Milei los convencen. Y a estos votantes se los va a persuadir menos con propuestas positivas que con argumentaciones acerca de lo que debe evitarse. En ese sentido, las campañas negativas sobre el adversario podrían ser el rasgo fundamental de la nueva etapa electoral.
El fundamento sanmartiniano de que “la Patria está en peligro” y es preciso defenderla, utilizado por Patricia Bullrich a la hora de justificar su apoyo a Milei, también será aplicado desde el massismo pero en sentido inverso. Unos y otros tratarán de persuadir a los votantes que hoy los detestan por igual, intentando explicarles quién es el más peligroso de los dos postulantes.
Tales son algunas de las previsiones de distintos especialistas en campañas electorales de cara a la segunda vuelta que, hasta ahora, la mayoría de los analistas de opinión pública presumen pareja, con semejantes probabilidades de triunfo para uno y otro candidato presidencial.
La primera encuesta realizada tras las elecciones generales del domingo último corresponde a CB Consultora. Fue llevada a cabo entre el 23 y el 24 de octubre en el ámbito nacional e incluyó a 1715 personas relevadas a través de la metodología CAWI de entrevistas online, con un error muestral de +/-2,4%.
En esa encuesta, Milei cosechó una intención de voto del 41,6%, mientras Massa obtuvo un apoyo del 40,4%, en tanto el 10,4% anticipó que votará en blanco o no concurrirá a emitir su voto y el 7,5% dijo no saber a quién votará. La proyección de los votos afirmativos arrojó el 50,7% para Milei y el 49,3% para Massa.
Según el relevamiento de CB, que dirige Cristian Buttié, el 46,6% de quienes apoyaron a Patricia Bullrich en la primera vuelta electoral votaría por Milei, en tanto que el 14,1% de ellos lo haría por Massa, el 27,5% sufragaría en blanco o no votaría, y el 11,8% no sabe qué hacer.
En cambio, otro estudio realizado por la consultora Synopsis en la semana previa a la elección general, frente a un hipotético balotaje entre Massa y Milei le proyectaba el 46,5% de votos al postulante de Unión por la Patria y el 39% al candidato de La Libertad Avanza. Sin embargo, ese trabajo ofrecía dos datos muy relevantes: el primero indicaba que el 13,3% de las personas consultadas anunciaban que, frente a esas dos opciones, votaría en blanco; el segundo señalaba que de esos proyectados votos en blanco el 85% correspondían a votantes de Patricia Bullrich, quien horas atrás decidió apoyar a Milei junto a un sector de Juntos por el Cambio en el que se encuentra también Mauricio Macri.
¿En qué medida el apoyo de dirigentes de las terceras fuerzas hacia uno u otro candidato pueden influir en la soberana decisión del electorado? Indudablemente, cada ciudadano, en definitiva, votará de la manera que quiera. Darles libertad de acción a los votantes no es otra cosa que convalidar lo que en los hechos ocurrirá.
Si bien ningún ciudadano necesita que un dirigente político le diga cómo tiene que votar, es cierto que no será sencillo para un elector que apoyó a Juntos por el Cambio el domingo último tener que optar entre Massa y Milei. En ese sentido, el explícito respaldo de los integrantes de la fórmula presidencial de Juntos por el Cambio a Milei podría ayudar a que parte del voto en blanco se traslade al candidato libertario.
De acuerdo con el consultor Lucas Romero, de Synopsis, en el plano político, este tipo de acuerdos, al margen de la controversia que provocó y que dejó al borde de la fractura a Juntos por el Cambio, legitima como actor a un candidato como el de La Libertad Avanza, que aparecía muy solo y sin un gran equipo detrás. En su opinión, si Macri y ciertos dirigentes de Pro no rescataban rápidamente a Milei, este corría el riesgo de estancarse.
Con el respaldo de dirigentes de Pro, se busca que Milei ofrezca más garantías que antes al electorado, ya que no alcanza solo con lo nuevo.
No obstante, para el consultor ecuatoriano Jaime Durán Barba, un gran error de las campañas electorales actuales es buscar votos “amontonando dirigentes”, cuando lo que hay que hacer es acercarse a la gente común. En tal sentido, según expresó durante una entrevista con Luis Novaresio en LN+, “Patricia Bullrich hizo todo lo que no hay que hacer” durante su campaña proselitista.
Massa, por su parte, tratará de venderse como algo nuevo y diferente. Su promesa de que, si llega a ganar, convocará “a los mejores” para conformar un “gobierno de unidad nacional”, junto a su decisión de impedir que otros dirigentes kirchneristas compartieran con él el escenario durante su mensaje posterior a conocerse su victoria en las elecciones generales, forman parte de su estrategia. Su sugerencia pública de que Cristina Kirchner “ha elegido la distancia y mirar desde afuera” también apunta a su deskirchnerización. Al pretender jubilarla, no pareció tener en cuenta, sin embargo, que el domingo último, tras emitir su voto en Río Gallegos, la actual vicepresidenta de la Nación expresó que era equivocado imaginarla relegada a la vida familiar y alejada de la vida política, y sostuvo que no era correcto pensar que solo se puede hacer política desde un cargo.
Por lo visto, ni Cristina Kirchner ni Mauricio Macri están pensando en su retiro.