Milagro Sala: la verdad sale a la luz, una y otra vez
En Jujuy, todos los sabíamos.
Igual, a ella no le bastaron las condenas firmes ni los testimonios desgarradores de sus víctimas. Ella seguía insistiendo con su inocencia y con aquella cantinela de que es una “presa política”. Algo que era repetido por sus seguidores. O cómplices.
La justicia demostró sus actos de corrupción, su violencia, sus métodos alejados de cualquier práctica civilizada. Aun así, tenía incondicionales. Hoy ya ni eso le queda. Habló Shakira, su mano derecha, en el programa de Jorge Lanata. Y confirmó todo lo que decíamos de ella. Después apareció otro arrepentido y la complicó un poco más.
Ese testigo aseguró haber trasladado bolsos con casi cinco millones de pesos a Buenos Ares para la campaña (2015) de Daniel Scioli y que existe una cuenta donde se habrían depositado fondos para la disponibilidad de Sala.
Seguirán llegando más testimonios que pondrán más evidencia a todo lo que venimos denunciando desde hace años y que recién pudo comenzar a verse con la llegada de Gerardo Morales al gobierno de Jujuy. Antes de que eso ocurriera, muchos miraban para otro lado. Algunos por complicidad, otros por miedo. Después, empezaron a ver un poco más. Hoy, ya está todo a la vista. No hay peor ciego que el que no quiere ver. Pero la verdad siempre aflora.
El documental “Jujuy Desoído” presenta testimonios estremecedores acerca de la violencia con la que Sala llevó adelante su “militancia social” y cómo logró multiplicar sus ingresos a través del manejo de miles de planes sociales. Allí se puede tener real dimensión de los abusos de la líder de la Tupac Amaru.
Milagro Sala podrá seguir insistiendo en acusar a Morales de todos sus males, pero ya nadie le cree. Milagro Sala es una política presa. Juzgada y condenada. Justamente condenada. Lo ha sido en 4 causas, con cuatro condenas revisadas en las tres instancias.
Tal vez, la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación Argentina deba ocuparse de las mujeres víctimas de Sala. Entiendo no le sea sencillo separar que fue su abogada defensora, pero sería un buen ejercicio democrático que lo hiciera.
O el secretario de Derechos Humanos, que pareciera no enterarse de los derechos vulnerados de hombres, mujeres y niños por parte de esta dirigente social.
¿Los organismos de derechos humanos, los que defienden al colectivo de mujeres, a los que defienden los derechos de niños y niñas no deberían alzar sus voces ante tanta evidencia?
La visita del presidente de la Nación meses atrás mostró un nuevo aval a las prácticas que esta mujer llevaba (y aún lleva) adelante. Y la envalentonó como para insistir con su libertad. Pretendiendo que la gente se confunda -o se olvide- que Milagro Sala fue condenada en una de las causas, la llamada “Pibes Villeros”, a 13 años de cárcel por defraudación al Estado, asociación ilícita y extorsión. La Justicia la condenó, también, a 3 años de prisión por agresiones contra el gobernador Gerardo Morales (en 2009) cuando aún era senador por Jujuy.
Vale recordar que también fue condenada por el Superior Tribunal de Justicia de Jujuy a la pena de dos años de prisión efectiva por el delito de amenazas a policías. Más claro, imposible.
Lo dice la Justicia en todas sus instancias. Lo decían sus víctimas. Lo decíamos nosotros, los jujeños que padecíamos sus métodos. Ahora lo dicen sus colaboradores más estrechos.
Ya no hay más relatos que convenzan a desprevenidos. La verdad siempre sale a la luz. Una y otra vez.
Senadora Nacional por Jujuy (UCR)