Michael Greenspon: “La sustentabilidad de los medios es fundamental para la democracia”
El nuevo presidente de la SIP, y directivo de The New York Times, habla sobre la libertad de expresión, la relación con las grandes empresas tecnológicas y la cobertura de la guerra en Ucrania
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Esta entrevista tuvo lugar el viernes pasado, dos días antes de que Michael Greenspon asumiera formalmente la presidencia de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), la entidad más representativa de la industria periodística en el continente, con más de 1300 medios asociados. Greenspon es la cabeza del área de licencia de contenidos e innovación en impresión de The New York Times, el diario que marca el rumbo a nivel global. En una sesión de la asamblea de la SIP, acabamos de escuchar un impactante testimonio de la hija de Juan Lorenzo Holmann, gerente del diario La Prensa de Nicaragua encarcelado arbitrariamente por el régimen de Daniel Ortega y de quien su familia no tiene noticias desde hace ocho meses. Escuchamos, además, el relevamiento de periodistas asesinados en América: 38 en lo que va del año, quince de ellos solo en México.
–¿Cuáles cree que serán sus principales desafíos como presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa?
–Recién estuvimos en una sesión donde vimos los casos de editores y periodistas encarcelados en Nicaragua. Y ese será un eje principal de nuestra misión. Por otro lado, 38 periodistas fueron asesinados este año en el continente. Y esto plantea extraordinarios desafíos en nuestra misión de defender la libertad de expresión. La otra cara es la sustentabilidad de los medios, sin la cual no hay libertad de prensa posible. En este punto, es importante la acción de Google y otras plataformas para apoyar al periodismo.
–Estados Unidos era el gran modelo en materia de libertad de expresión hasta la presidencia de Donald Trump. ¿Qué perspectivas tiene esta libertad hoy en su país?
–Incluso antes de Trump había un deterioro en la relación entre el gobierno y la prensa. Ya en la gestión de Obama había problemas en cuestiones de acceso a la información pública. Pero, claro, con la llegada de Trump vimos ataques a la prensa que se parecían a los que veíamos en otros países de las Américas. Y, francamente, Trump pareció darles libertad a autócratas de distintos lugares del hemisferio para incrementar sus ataques a los medios.
–Mencionó la relación con las grandes compañías tecnológicas, que son una suerte de “frenemies”. Trabajamos juntos en algunas áreas, pero también tenemos disputas. Hoy en el Congreso norteamericano se debate un proyecto de ley para proteger al periodismo (obligando a las plataformas a arribar a acuerdos para remunerar a los medios por el uso de sus contenidos). ¿Cómo ve el avance de este proyecto?
–Me asombraría que ese proyecto fuera aprobado. No creo que ocurra. Pienso que tenemos que seguir trabajando con las plataformas, independientemente de que ese se convierta en ley o no. De nuevo, la sustentabilidad de los medios es fundamental para la libertad de prensa y es fundamental para la democracia. Y los medios necesitamos de la ayuda de las plataformas. Las leyes funcionan en ciertos lugares, pero no son la única solución. En ciertos países, en los que hay gobiernos corruptos, no estoy seguro de que sean la mejor solución. Entonces creo que debemos encontrar cómo trabajar con las plataformas. Las necesitamos para dar un paso adelante.
–En materia de sustentabilidad, The New York Times es el gran modelo, pero también un caso muy especial. ¿Qué deberíamos seguir y qué no de lo que ustedes hacen?
–The New York Times hoy tiene unos dos mil periodistas en su redacción. Creo que nuestro equipo tecnológico tiene cerca de mil personas. The New York Times es el Google del negocio periodístico. Somos el modelo. Pero tratar de emular lo que hacemos probablemente no es realista para la mayoría de los medios. No obstante nuestro modelo de negocios es un modelo sustentable hacia adelante. Implica apoyarse en suscriptores que demostraron estar dispuestos a pagar por buen periodismo. Incrementar la inversión en la redacción en lugar de recortarla, y en particular en el negocio de suscripciones, en muchos países no es suficiente. Porque sus audiencias son muy chicas, porque se cambian centavos por dólares, comparando con lo que recibíamos de la edición impresa. Estos medios continuarán necesitando ayuda, ya sea de la publicidad, de eventos o de acuerdos con las plataformas. Les exige una mirada holística sobre los ingresos. Los días en que recibíamos más del 90% de nuestros ingresos de la publicidad no existen más.
–Hoy la mayoría de los ingresos de The New York Times provienen de las suscripciones.
–Sí, casi dos tercios. Entre el 60 y 65% viene de suscripciones (papel y digital). Entre 25 y 30%, de publicidad. Y el resto de otras vías de ingresos.
–La guerra en Ucrania continúa y vemos en muchos lectores de todo el mundo una cierta fatiga frente a las coberturas periodísticas. ¿Qué ocurre en los Estados Unidos?
–Tenemos una misión: cubrir lo que ocurre en el mundo. Y cubrirlo independientemente de que la sociedad lo quiera o no. Continuamos teniendo reporteros en Ucrania y continuaremos cubriendo la guerra. Será excelente si esa cobertura sigue generando suscripciones, pero decidimos la cobertura por lo que es importante en el mundo y lo que la gente debería leer, más allá de lo que la gente quiera leer o de los contenidos por los que esté dispuesta a pagar.