Massa y Scioli, hermanados por la Justicia
Quienes acuden a la cábala para interpretar los supuestos grandes hitos en la historia del kirchnerismo tendrán en la reconciliación de Sergio Massa y Daniel Scioli otro motivo para renovar la fe en esa creencia. Podrían argüir que nacieron predestinados a un hermanamiento superior con el que nada se interpondría. Ni siquiera el dinero robado de la vivienda que Malena Galmarini y Massa compartían en Tigre. El hecho ocurrió días antes de las elecciones de 2013, donde el Frente Renovador debutó con una victoria sobre el Frente para la Victoria.
Massa había roto con Cristina y esperó en vano que Scioli diese ese paso. El actual ministro de Economía y su esposa sospecharon de la complicidad del entonces gobernador con el robo por el que fue condenado a 18 años de prisión el prefecto Alcides Díaz Gorgonio. La titular de AySA resumió con vehemente sintaxis esa especulación: “Con vos está todo mal, pedazo de forro”, le dijo a Scioli. Sergio Berni dio muestras de entender la nueva era que se avecina en esa relación.
El ministro de Seguridad de Axel Kicillof aseguró que Massa “tiene las cualidades para concretar la transformación que esperamos”. Berni tenía a cargo las fuerzas de seguridad nacionales cuando el prefecto Díaz Gorgonio delinquió. Su defensa espera ahora que se le reduzca la condena, como pidió al Tribunal de Casación Penal. Ese recurso está en la sala 2 de ese tribunal que preside Florencia Budiño e integra con Fernando “Pipi” Mancini. Mancini habría dejado trascender la intención de pronunciarse a favor de esa medida. Hasta 2017, Mancini aguardó que el acuerdo legislativo de Massa con el gobierno de María Eugenia Vidal le facilitara ser designado vocal en la Corte bonaerense. Los adoradores de la cábala podrían invocar las propiedades sanadoras de la Justicia bonaerense para incitar a Massa a designar al embajador en Brasil como asesor especial en la agenda internacional del Ministerio de Economía.
Ese presunto halo de luz habría alumbrado las decisiones adoptadas el 22 y el 29 de junio. El primero de esos dos jueves fue rechazado el pedido de Claudio Scapolan para que se declare nulo lo actuado por el jury que lo destituyó del cargo de fiscal en Tigre. Sitios afines al oficialismo se esmeraron en presentar la confirmación de esa medida como un auxilio prestado a Massa para librarse del lastre de Scapolan horas antes de que sea confirmado como candidato presidencial. Este aparente intento de disociar a la fuerza liderada por Massa de Scapolan omite un detalle importante. Igual que a lo largo de todo el proceso, Sofía Vanelli respaldó el reclamo del exfiscal. Vanelli es senadora del Frente Renovador. Pero esa interpretación desconoce la presión ejercida por esa fuerza para incidir en el Poder Judicial.
Diego Martínez figura trigésimo en el orden de los 46 concursados por el Consejo de la Magistratura para cubrir una vacante en la Cámara de Apelaciones en San Isidro. La Coalición Cívica impugnó a Martínez para aspirar a ese cargo por ser el único magistrado en declarar a favor de Scapolan a pedido de su defensa. El juez de Garantías N° 5 convalidó una de las conductas cuestionadas al exfiscal. Ordenar procedimientos de urgencia y sin orden judicial para el decomiso de estupefacientes a narcotraficantes. La impugnación a Martínez en 2017 impidió que asumiera en la sala 2 del Tribunal de Casación Penal donde hubiese acompañado a Fernando “Pipi” Mancini.
Carrió hizo valer el antecedente que generó ella misma. En 2016 pidió el juicio político del juez por el violento e infructuoso operativo para detener a Ibar Pérez Corradi, testigo clave en el triple crimen de General Rodríguez, causa vinculada al tráfico de efedrina. El aval de Juntos a esa medida desató la ira de Jorge D’Onofrio, vocal del Frente Renovador en el Consejo de la Magistratura. El ministro de Transporte de Kicillof es el nexo de Massa con la policía y la Justicia bonaerense. Igual que Carlos Maidana podría serlo entre Martínez y Scapolan.
El 29 de marzo el expolicía bonaerense se desdijo en el jury de su declaración contra el exfiscal en la Justicia Federal y alegó que aquella vez lo hizo inducido por Sandra Arroyo Salgado. La jueza había procesado a Scapolan por liderar una asociación ilícita dedicada al narcotráfico. Maidana estaba preso cuando declaró en el jury. Martínez lo arrestó en julio de 2022 por tenencia de armas de guerra. Un delito con pena mayor a tres años de prisión. Pero el juez le concedió prisión domiciliaria el 20 de abril. Tres días después de conocido el veredicto contra Scapolan. Maidana se deshizo el 19 de mayo de la tobillera que tenía que portar de forma obligatoria, según le informó a Martínez el Servicio Penitenciario. Maidana podría ser enjuiciado por falso testimonio en el jury. A Martínez se lo sindica también por la supuesta conexión con Julio Novo.
Novo renunció a ser fiscal general de San Isidro para eludir el juicio político por su actuación en la causa Unicenter Shopping. Un ajuste de cuentas entre dos sicarios colombianos en el estacionamiento de ese paseo de compras. Novo fue sustituido por John Broyard con Cosme Iribarren de adjunto. Los dos libraron oficios a María del Carmen Falbo para contrarrestar las denuncias contra Novo. Falbo renunció a ser procuradora general en la gestión de Vidal. Broyard fue comisionado para tranquilizar al intendente Julio Zamora luego de que tres de sus funcionarios renunciaran bajo la supuesta amenaza de allanamientos judiciales a sus domicilios particulares si no lo hacían. Zamora pidió al Ministerio Público certezas sobre presuntos operativos contra sus exfuncionarios. La pelea en Tigre cobró tal volumen que Kicillof no asistiría el 14 de julio a una entrega de notebooks en la subsede de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). “A menos que Cristina le diga lo contrario”, confiaron con malicia en La Cámpora. ¿Cristina equilibra la disputa de Massa con Zamora? Conjeturas. La Jefatura de Gabinete se apropió de la distribución de notebooks que efectuaba la Dirección General de Escuelas. Una de las pocas carteras que responden a Kicillof en su gobierno.
Martín Insaurralde fue perjudicado por el desplazamiento de Wado de Pedro de la candidatura presidencial. Los dos aparecen abrazados en la campaña en las redes del ministro del Interior contra “el establishment, las mafias, los monopolios y una Corte ilegal.” Consignas antagónicas al plan de Massa: disputarle votos moderados a Horacio Rodríguez Larreta. Igual que la candidatura presidencial de Juan Grabois, a quien se le permite compartir el resto de las candidaturas con Unión por la Patria: lo que no iba a tener Scioli si hubiese competido.
Un día después de verse con Cristina en el Senado, el exgobernador recibió un premio consuelo de cierta suculencia. El juez de Garantías N° 6 de La Plata, Agustín Grispo, lo sobreseyó en la causa donde se lo acusa junto a una decena de funcionarios por negociaciones incompatibles con la función pública. Un caso en el que se investigó si Scioli favoreció la contratación de Ricardo Miller para la construcción de 12 Unidades de Pronta Atención. Garganta libraría una pelea consigo mismo para superar las llamativas inconsistencias del planteo inicial, única forma en que la decisión de Grispo sea revisada. Supondría un cambio de temperamento notable en la tarea del fiscal. Tal vez otro alumbramiento extraordinario de la Justicia que obnubile a cabalistas empedernidos.