Massa, una luz entre las sombras
Sergio Massa tuvo esta semana la noticia que esperaba desde que asumió en el Ministerio de Economía. El milagro prometido comenzaría a insinuarse con la recuperación de su imagen en la opinión pública. En dos sondeos del gobierno porteño, aparece como el dirigente más valorado del Frente de Todos. Solo lo superan Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal y Javier Milei. Tres opositores. Un aparente cambio de expectativa en el gobierno que Juntos relativiza. No bastaría para modificar el escenario electoral que prevé favorable.
En el Palacio de Hacienda admiten que sus estudios arrojan resultados similares, pero se sujetan a lo que Massa repite. No competirá en 2023. El Frente Renovador evita desmentir a su líder. Pero atraviesa esta nueva situación en un clima de optimismo contenido. Especulan que si se cumplen algunas de las metas propuestas, será el único candidato presidencial del oficialismo. Un círculo virtuoso que no seguro que pueda completar con una victoria.
¿A Massa le satisfaría ser reconocido como el jefe de la oposición? El aparente rédito que obtendría si logra un resultado digno que justifique pagar el costo político de la segunda derrota en la carrera presidencial. Por ahora, una hipótesis proyectada sobre datos circunstanciales. Pero que forma parte de los diálogos con Máximo Kirchner y Wado De Pedro que confirman con sugestiva desinhibición en el Frente Renovador. Pese a su precariedad, este cálculo despierta otras incertidumbres. El esmero por despejarlas de Martín Insaurralde resultó desairado con la indefinición de Máximo Kirchner, invitado especial al asado que organizó el martes pasado en Lomas de Zamora y donde reunió a intendentes de la Primera y Tercera Sección Electoral. Insaurralde y el jefe de La Cámpora fueron los dos únicos oradores. El jefe del Gabinete bonaerense instó a Máximo a ejercer la titularidad del PJ bonaerense. Casi un acto en defensa propia. Fue el autor intelectual de la estrategia para que llegara a ese cargo.
“Todos se quejan conmigo y yo atiendo a cada uno. Pero después me lo cargan a mí,” se quejó. El acuerdo para encumbrar a Massa que avalaría Cristina, incluiría la reelección de Axel Kicillof, aludido por Insaurralde en la plegaria elevada a Máximo para que conduzca a la dirigencia del PJ. “El gobernador no sabe, no puede o no quiere”, recalcó. El peronismo no tiene garantizada ninguna participación en ese proceso político que estaría obligado a refrendar. Precisamente lo contrario a lo que iba a ocurrir con Máximo al frente del PJ. Por eso presiona a Insaurralde.
El intendente de Lomas de Zamora está en una posición incómoda. No solo por la cercanía con Máximo. También porque la declinación de su candidatura a gobernador parecería un hecho consumado en este contexto. A menos que el resto de los cargos se resuelvan por las PASO. Es decir, la instancia que un sector del oficialismo especula con suprimir. Máximo evitó entrar en ese terreno. “Acá no estamos hablando de suspenderlas.” El hijo de la vicepresidenta dejó perplejos a los dirigentes más antiguos cuando comparó el siniestro de Cromañón con el atentado a su madre. Sobre todo por las consecuencias electorales. Asoció la tragedia del local bailable a la victoria de Mauricio Macri en la ciudad de Buenos Aires. No hizo falta que recuerde la estrecha relación entre Aníbal Ibarra y Alberto Fernández a través de Vilma, su hermana, y actual secretaria Legal y Técnica del presidente. Tal vez por eso insistió en que la forma de contribuir con el gobierno es guardar silencio. La guerra con Alberto se libra en todos los frentes posibles.
Aunque estaba presente, Juliana Di Tullio se cuidó de secundarlo. En la reunión del PJ de hace un mes, la senadora bonaerense recordó que se había opuesto a su renuncia al bloque de Diputados del Frente de Todos pero que terminó por comprender y avalar esa decisión, fundada en el rechazo al acuerdo con el FMI. El organismo con el que viene de presentar Massa su programa de ajuste fiscal.
La tensión entre los intendentes y el gobernador será puesta a prueba este mediodía en la Asamblea del grupo Bapro. Su titular, Gustavo Menéndez propuso a Sergio Patrón Costas para sustituir a Fernando Sack en la presidencia de Provincia Seguros. Sack conservaría la de Bapro ART. Igual que la titular de Bapro Vida, Mariela Ricciuti, responden a Kicillof. Patrón Costas es funcionario de Menéndez en el municipio de Merlo. El gobernador resiste esa posibilidad. No tanto por la estrecha relación de Patrón Costa con Jorge Brito hijo, si no por la necesidad de cuidar el balance de la empresa que le planteó a Menéndez. Una ironía sobre las cualidades administrativas de los intendentes. Algunos insisten en que ha tenido otras. Como ofrecerle a Insaurralde ser su jefe de campaña. Patrañas. Kicillof ya encomendó a Carlos Bianco, recorrer el Interior con una tarea difícil. Sentar su propia base territorial para poder discutir lugares en las listas de legisladores.
Pero la ilusión oficialista tiene por delante otros desafíos complejos. Como la aplicación de la quita de subsidios a la energía eléctrica. Las distribuidoras son renuentes a practicarlo a los cuatro millones de usuarios residenciales que deberían pagar como los 400 mil segmentados por el Registro de Acceso al Subsidio de Energía (RASE) en el nivel 1: el de los más solventes. Sobre todo si no es con un respaldo jurídico más sólido que un memo que les cursó el ENRE con la firma de un jefe de área.
En la provincia de Buenos Aires, supondría aplicar la tarifa plena a casi el 40 por ciento de los usuarios. La fórmula mágica que halló el oficialismo para multiplicar la riqueza. Considerar en esa categoría a todos los que no completaron el formulario. El Organismo de Control de la Energía (Oceba) ya envió esa información a Edelap, Eden, Edes y Edea, que prestan el servicio a casi un millón y medio de usuarios.
Oceba aún no completó el circuito administrativo para que se aplique la nueva tarifa. Un trámite que observará facetas interesantes. Su presidente, Roberto Daoud, es asesor de Roberto Baradel y titular de Deuco- La Plata. Una asociación especializada en derechos del consumidor. Daoud se presenta como un defensor contra los tarifazos de Macri.
El vicepresidente de Oceba es Rubén Ahumada, profesor de historia. Aunque con antecedentes por haber trabajado junto a Franco Laporta en el área de Servicios Públicos con Daniel Scioli. Laporta es el jefe del Gabinete de Leonardo Nardini, ministro de Infraestructura. La última firma para validar las nuevas tarifas que antes de pasar por la Asesoría General de Gobierno y la Fiscalía de Estado revisará Gastón Ghioni, subsecretario de Energía. Ghioni es sociólogo y miembro activo de la CTA.
No es la única asimetría que recorre el espectro energético en estos días. El jefe del Departamento de Formación Profesional del Servicio Penitenciario Bonaerense, Mauro Mayorga, fue sorprendido el 20 de septiembre mientras robaba una botella de whisky valuada en 50 mil pesos del supermercado Marías Market ubicado en el radio céntrico de La Plata.
El mismo día que Edelap detectó que ese comercio recibía energía eléctrica por una conexión clandestina. Mayorga fue desafectado y Marías Market denunciado penalmente. Las complejidades de la economía resultan un desafío a la imaginación. Contribuye a comprender por qué Massa podría ser percibido como una luz entre las sombras.