Massa en la guillotina de los intendentes
Sergio Massa agradeció a Gustavo Menéndez los magros 31 puntos obtenidos en las PASO para ser reelecto como intendente en Merlo. Muy lejos de los 66 logrados en las del 2019. Pero también por debajo del promedio del 41 por ciento que mantendrá en vilo hasta el 22 de octubre a Mario Ishii (José C. Paz), Martín Insaurralde (Lomas de Zamora) y Mariano Cascallares (Almirante Brown), por citar solo algunos casos a modo de ejemplo.
Federico Achával (Pilar), Jorge Ferraresi (Avellaneda), Leo Nardini (Malvinas Argentinas) y, sorprendentemente, Julio Zamora (Tigre) quedarían exceptuados de ese aparente estado de incertidumbre. Alcanzaron e, incluso, superaron el 50 por ciento de los votos. Como es obvio, el reconocimiento a Menéndez es porque su comportamiento en las primarias derivó en ese resultado. Fue el único que no aplicó el corte de boleta al que apelaron sus colegas. Sobre todo al realizado a escala industrial por los del conurbano. Al menos dos imprentas por municipio se encargaron de decapitar el tramo de la lista donde Massa y Agustín Rossi figuraron como precandidatos a vicepresidente y vice. Pero ni el uso de la guillotina salvó de una derrota a Lucas Ghi (Morón) y Alberto Descalzo (Ituzaingó). Los 36 puntos de ambos abren dudas sobre si Menéndez está dispuesto a pagar con su cabeza la lealtad a Massa en las elecciones del 22 de octubre.
Aunque algunas versiones insisten en el supuesto placer de aplicar a Massa esa pena capital por haberse opuesto a modificar la ley 14836 que habilitó una nueva reelección de los intendentes. Es más verosímil aceptar que pagó con ella el precio de incumplir con aportarle los votos suficientes para aprovechar ese cambio de reglas. Uno de los sortilegios que prometió tras el golpe con el que depuso la candidatura de Wado De Pedro.
Según otros, la prueba irrefutable de que “Dios existe.” Es lo que aseguran haber escuchado de Cristina cuando supo que Zamora venció en Tigre a Malena Galmarini. De sus 52 mil votos, Zamora logró 35 mil por el corte de boleta. Por una orden judicial, Massa le impidió que lo tenga de candidato. Una situación que estaría obligado a revisar al quedar tercero. Más indulgentes, otros ligan la expresión de Cristina al casi millón y medio de votos de Grabois que le permiten a Massa seguir en carrera.
Massa le atribuyó a Milei el descalabro financiero iniciado este lunes. El líder de La Libertad Avanza catalizaría el desencanto con el peronismo en la periferia del conurbano. En apariencias, un electorado impenetrable al discurso de Juntos. El liberalismo pasó de 2 a casi 23 puntos entre las PASO de 2021 y las de 2023. El oficialismo de casi 60 a 41. Juntos retuvo el 28 por ciento. Al contrario del prejuicio de las semanas previas a las PASO, Milei recibe los votos que pierde el kirchnerismo.
Por eso es difícil aceptar que el resultado sea una sorpresa para quienes aceptaron incluir candidatos en sus listas. Milei lograría nueve diputados nacionales bonaerense si repite el resultado en las generales. Pablo Ansaloni sería uno de ellos. El dirigente de la Uatre fue sostenido por Massa en la elección interna de ese gremio que perdió contra José Voytenko, pero cuyo resultado se dirime en la Justicia Laboral.
Martin Loayza sería otro de los beneficiados. Apoderado de Unión Celeste y Blanco, Loayza es funcionario del gobierno de Axel Kicillof por Insaurralde y primer candidato a diputado provincial en la Primera Sección de La Libertad Avanza. El jefe de Gabinete lo habilitó como interlocutor asiduo de los intendentes del conurbano. El partido de Loayza es parte de la alianza que lleva a Milei de candidato presidencial.
El intendente de Lomas de Zamora y el de Ezeiza, Gastón Granados, le habrían ofrecido al de Lanús, Néstor Grindetti, contribuir con su candidatura a gobernador. Probablemente porque Insaurralde no se imagina en el cargo que ocupa si Kicillof es reelecto. Grindetti (32,92%) es el candidato de Patricia Bullrich. El eventual empoderamiento del gobernador es la pesadilla de los intendentes. Así y todo no se atrevieron a pasarlo por la guillotina. En especial, porque el resultado que tuvo en las PASO (36,41%) reflejó con fidelidad la intención de voto previa (38%).
Para más datos: Unión por la Patria tuvo la misma cantidad de votos (41%) a gobernador y a intendente. El espanto por Kicillof compite con el de Carolina Píparo (23,76%) y la probable réplica en la provincia de las ideas de Milei, por quien Mauricio Macri siente alguna debilidad. Al expresidente le subyuga la audacia cuya falta imputa a quienes aspiran a sucederlo. Sobre todo a Horacio Rodríguez Larreta. Bullrich deambularía en una zona gris en la composición de lugar que haría el expresidente. Sobre todo por un supuesto afán emancipatorio.
Algunos asesores de Macri imaginan su intervención en la campaña con el publicista Guillermo Raffo. Bullrich (28,27%) no cedería de modo sumiso. Su argumento para resistir serían los escasos 400 mil votos que la separan de Milei (30,04 %). Grindetti actúa con mayor plasticidad. Tal vez predispuesto por la pertinaz ciclotimia que expresa a través de Bruno Screnci y Agustín Forchieri. Sus máximos colaboradores intentaron objetar anteayer la victoria de Grindetti durante el recuento final de votos en la Junta Electoral.
Probablemente frustrados por la imposibilidad de cumplir con la consigna de la lista perdedora: el cambio de nuestras vidas. Screnci atesoraría el secreto de millones de razones para desconocer a Grindetti. Además del desenlace de la elección, a Santilli lo mortificaría la pérdida de frecuencia en el contacto con Rodríguez Larreta. Una situación inédita, atribuida a los cuatros puntos de diferencia que Santilli obtuvo sobre su candidato presidencial. Otro resultado del efecto guillotina.
La pregunta en el círculo de Macri es si la progresiva centralidad que está ocupando bastará para recomponer el vínculo político entre Grindetti y Santilli, dañado también por lo que cree haber detectado el equipo del candidato a gobernador: gestiones de supuestos allegados a su rival para que la cobertura periodística de C5N haga foco en atribuirle a Grindetti la responsabilidad del crimen de Morena Domínguez en Lanús. Maniobra puesta al descubierto en uno de los tensos diálogos del 11 de agosto entre Grindetti y Kicillof, quien desmintió estar detrás de ella. El gobernador trató de tomar distancia de la muerte de la menor a dos días de las PASO. Finalmente, Javier Acevedo desistió de impugnar los votos de Grindetti. Acevedo es el apoderado de la lista de Santilli.
Massa (27.27 %) funda en estos desencuentros la expectativa de estar en la segunda vuelta y desplazar de ella a Bullrich. El oficialismo y Juntos admiten que es difícil que Milei pierda los votos que logró en las PASO. El desafío de sus oponentes es capturar nuevos entre los diez millones de electores que se abstuvieron. Si al menos cuatro millones votan en octubre, se completaría el voto histórico del 80 por ciento del padrón. Probablemente un millón lo haga en la provincia de Buenos Aires.
Eduardo Valdés podría hacer sucumbir el optimismo de Massa. Le pidió que renuncie al Ministerio de Economía para concentrarse en la campaña. El diputado porteño es uno de los pocos nexos entre Cristina y Alberto Fernández. Los dos dudaron en admitir el ingreso de Massa al Ministerio de Economía y abrir con eso la puerta a sorpresas inquietantes. La guillotina aplicada a la cabeza de la lista de candidatos parece ser la más predecible de todas ellas.