Más mentirosos que sopapo de payaso
“No tuvo costos para el Estado. Lo hacemos porque nos gusta” (De Nicolás Kreplak)
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No hay caso. De un modo u otro, el peronismo siempre vuelve a los 70. En esta oportunidad, desde un lugar de dudosa creatividad fílmica, con un documental más inoportuno que Lousteau al frente de la UCR y casi con el mismo nivel de rechazo que a los 7 millones de pesos de jubilación que cobrará nuestro exprofesor Alberto en su carácter de expresidente y ex organizador-encubridor de fiestas pandémicas cuando los buenos estábamos encerrados y los presos, sueltos.
Precisamente, la película dirigida por el actual ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, se titula Pandemia: gestionar lo desconocido, con Axel Kicillof como actor clave. El objetivo declarado es honrar a los trabajadores de la salud, pero peca al ensalzar el (des)manejo del paso del coronavirus por ese bastión aún kirchnerista donde el Covid-19 se cobró cerca de la mitad de los muertos de todo el país. Ya está siendo un exitazo… de críticas. Si con solo mirar el trailer hubo quienes opinaron dramáticamente que “de haberlo visto Goebbels, estaría orgulloso”, no es difícil imaginar qué ocurrirá cuando en el estreno se apaguen las luces y se empiece a atragantar el pochoclo.
Todavía falta explicar de modo convincente de dónde salió el dinero para financiar semejante derroche de reversión artística. Kreplak reemplazó como ministro de Salud a Daniel Gollán, quien desmintió, embarrándola, haber dicho “con un poco más de platita en el bolsillo, la foto de Olivos no hubiese molestado tanto”. Kreplak sigue ocupando ese cargo en el actual segundo mandato de Kicillof.
Dijo Nico: el documental “no tuvo costos para el Estado. Lo hacemos porque nos gusta”. Si sus gustos son, como mínimo, dudosos, el timing resulta insólito: lo lanzan tras largos meses en los que el mosquito del dengue viene de pavonearse frente al espejo del murciélago de Wuhan.
Y he aquí la referencia a la vuelta contumaz de los muchachos peronistas a los 70, la década más revulsiva de nuestra historia reciente. ¿Por los coletazos del Cordobazo, por la guerrilla, por el violento regreso de Perón, el asesinato de Rucci, la Triple A o el sanguinario Proceso? No, porque para esa época era furor la película Los superagentes. En sus comienzos, la protagonizaron Ricardo Bauleo, Víctor Bó y Julio De Grazia, tres disparatados parapoliciales que venían a salvar al mundo en tono de comedia.
La diferencia fundamental es que Pandemia: gestionar lo desconocido no admite gags ni causa risa. La realidad sigue a la vista con toda su crudeza. Intentar negarla o adornarla nos hace más mentirosos que sopapo de payaso. Tampoco sirve pretender imponer que todo está seco cuando arrecia la tormenta.