Más inmigrantes, no menos
Los inmigrantes, las minorías y cualquiera que se oponga al racismo deberían celebrar que Fox News haya sacado del aire a Tucker Carlson, el presentador de televisión de extrema derecha que logró una enorme audiencia difundiendo teorías conspirativas según las cuales los inmigrantes latinoamericanos somos culpables de casi todo lo que anda mal en Estados Unidos. La gran pregunta ahora es si Fox News, el precandidato presidencial Donald Trump y otros aspirantes republicanos seguirán perpetuando la mentira de que los inmigrantes, especialmente los indocumentados, están haciendo subir los homicidios y propagando enfermedades en el país.
La dosis nocturna de xenofobia televisiva de Carlson logró una enorme audiencia con una fórmula tramposa: mostrar casos aislados de crímenes cometidos por indocumentados y presentarlos –falsamente– como si fueran un síntoma de un problema nacional. En 2018, Carlson afirmó en el aire que los indocumentados también estaban haciendo a EEUU “más pobre y sucio”. De hecho, EEUU necesita más, no menos, inmigrantes.
Contrariamente a lo que afirmaba Carlson, varios estudios muestran que los indocumentados cometen muchos menos delitos que los ciudadanos estadounidenses. Un estudio de varios años de las tasas de delincuencia en Texas mostró que los inmigrantes indocumentados tienen “índices de criminalidad sustancialmente más bajos que los ciudadanos nativos y los inmigrantes legales”. El estudio, basado en datos del Departamento de Seguridad Pública de Texas, encontró que “los ciudadanos nacidos en EEUU tienen dos veces más probabilidades de ser arrestados por delitos violentos; 2,5 veces más probabilidades de ser arrestados por delitos de drogas y 4 veces más probabilidades de ser arrestados por delitos contra la propiedad”.
Además, EEUU necesita urgentemente más inmigrantes para reducir la escasez de trabajo, ayudar a combatir la inflación y ayudar a pagar impuestos para mantener a su creciente número de jubilados. “La idea general de que la inmigración daña a EEUU no podría estar más lejos de la verdad”, me dijo Dany Bahar, profesor de política económica en la Universidad de Brown. “Se basa en una mezcla de ideología, resentimiento y racismo. De hecho, EEUU no puede sobrevivir sin inmigrantes”. Bahar es coautor de un artículo de Brookings Institution que afirma que en solo 11 años, el número de estadounidenses mayores de 65 años superará por primera vez al de los niños menores de 18 años. Esto significa que, a menos que los estadounidenses comiencen a tener más bebés, el país necesitará una gran afluencia de jóvenes, como los que vienen de Centroamérica y México, para mantener su sistema de seguridad social.
De manera más inmediata, EEUU necesita más inmigrantes para reducir la escasez de mano de obra en restaurantes, hoteles, obras de construcción, y hacer varios otros trabajos que los estadounidenses no quieren hacer. Esta escasez de trabajadores está encareciendo los productos y aumentando la inflación. El año pasado, había 835.000 puestos vacantes en la industria de servicios de alojamiento y alimentación, dice Bahar. Asimismo, para 2025 EEUU enfrentará una escasez de unos 660.000 trabajadores de la salud, según la empresa de servicios financieros Mercer.
La actual escasez de mano de obra, al hacer amentar la inflación, también ha obligado a la Reserva Federal a subir las tasas de interés, encareciendo los préstamos para comprar casas y automóviles, dice Bahar, y agrega: “Los estadounidenses deben saber que la xenofobia es una opción muy costosa”. Permitir que más inmigrantes ingresen al país sería una de las formas más fáciles de energizar la economía de EEUU, pero la histeria contra la inmigración creada por personas como Carlson ha hecho que sea casi imposible actualizar la obsoleta ley de inmigración de 1986.
@oppenheimera