Marcos Di Palma, un peligro
¿Un loco o un inconsciente? Las preguntas se suceden cada vez que Marcos Di Palma , ex piloto de Turismo Carretera y legislador bonaerense por el kirchnerismo, protagoniza un nuevo accidente o incidente, pero a estas alturas ya no hay dudas de que se ha convertido en un peligro para sí y -lo que es mucho más preocupante aún- para los demás.
El último episodio ocurrió cuando efectuaba un vuelo entre Arrecifes y General Sarmiento y su avioneta impactó contra un cable de alta tensión cerca de la primera de esas localidades, mientras procuraba realizar un aterrizaje de emergencia al costado de una ruta. Di Palma sufrió heridas y la avioneta resultó parcialmente destruida, pero el accidente también dejó sin electricidad durante varias horas las localidades de Capitán Sarmiento y parte de Carmen de Areco.
La Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) consideró que Di Palma incurrió en una "conducta delictiva", pues carecía de licencia para pilotear la aeronave: la Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil (Jiaac) descubrió que la suya había caducado y que cuando intentó renovarla, en 2010, no aprobó el examen psicofísico.
La ANAC calificó de "temeraria" su conducta y afirmó que las personas en las inmediaciones del siniestro "fueron puestas en un serio riesgo de manera innecesaria" y que, más allá de la infracción aeronáutica, Di Palma pudo haber cometido un delito.
Este singular personaje, que poco antes había asumido como legislador provincial por el kirchnerismo, arrastra un nutrido historial de sanciones que pone de manifiesto el riesgo que entraña cuando, en franca violación de las normas, insiste en pilotear aviones. En 2010 se lo inhabilitó por tres meses. Tres años más tarde aterrizó en un autódromo en Chaco sin haber presentado el plan de vuelo, sin haberse comunicado con los controles de tránsito aéreo y tras sobrevolar un grupo de personas sin respetar la altura mínima de seguridad en un "vuelo negligente o temerario" que le valió una inhabilitación por seis meses. En 2014 aterrizó peligrosamente cerca de la intersección de las rutas 60 y 38 en Catamarca y la inhabilitación fue de nueve meses. Salta a la vista que las inhabilitaciones no le hacen mella y que su conducta requiere sanciones más severas para evitar que siga poniendo en riesgo a sus semejantes.
Recordemos que Di Palma no sólo constituye un grave peligro cuando está al comando de una aeronave. En 2010, Matías Alé difundió por las redes sociales que viajaba con Di Palma en un auto por la Panamericana a 285 kilómetros por hora.
Ser hijo del fallecido corredor Luis Rubén Di Palma y pertenecer a una familia de deportistas no lo autoriza a vivir al margen de las normas ni a poner en riesgo las vidas de otros en forma reiterada, tanto en la tierra como en el aire. Si la Justicia no se expide con la firmeza que corresponde tras la denuncia de la ANAC, llegará el día en que haya que lamentar la pérdida de vidas humanas por culpa de quien, lejos de valorar la propia, arremete contra las de otros infringiendo reiterada y descaradamente las normas.