Seguimos sin ocuparnos de la droga
Seguimos sin ocuparnos de la droga. Se está discutiendo una Ley y un DNU que tratan una gran cantidad de temas con el propósito declarado de mejorar la vida de la gente. El tema de la droga no está incluido. Es vital que sea incorporado para definir acciones concretas superadoras de esta realidad que nos angustia.
Vivimos momentos de enorme sensibilidad política, pero fundamentalmente de una gran incertidumbre sobre los posibles resultados de las medidas propuestas. Y es lógico. y sabemos que debemos hacer cambios radicales para mejorar la vida de la gente, el contexto agobia. Pero al mismo tiempo vemos con gran preocupación que un tema que realmente angustia y que cada día nos trae noticias de una nueva tragedia ni se menciona: ¡la droga y sus consecuencias! Solo algunos hechos dramáticos, policiales, referidos al narcotráfico por ahí llaman la atención. O las fiestas electrónicas con escenas que abruman y en las que se decomisan enormes cantidades de droga. Pero la situación de los chicos pobres en los barrios, o el consumo explosivo de los adolescentes que “se entonan” para ir a las fiestas y “divertirse más” se ha naturalizado. ¿No nos interpela semejante realidad? Hemos naturalizado el consumo de drogas y hasta lo hemos banalizado. ¡Como no va a prosperar el narcotráfico!
Es cierto que el contexto social abruma y que la ley que se está discutiendo en el Congreso tiene aspectos esenciales que hacen al contexto, pero este es casualmente uno de los factores clave que favorece el consumo de drogas. Hace tiempo venimos insistiendo que la lucha contra las drogas se gana actuando sobre la demanda. Para ello es imprescindible promover un desarrollo social que brinde condiciones realistas para que sea posible vivir dignamente y no hay dudas que muchos de los aspectos que trata el proyecto de ley en análisis tienen que ver con esta necesidad, pero el tema de la droga es necesario que sea tratado específicamente y se generen acciones concretas y se destinen recursos para actuar sobre la demanda.
Por supuesto que hay que seguir luchando contra la oferta, el narcotráfico, pero no es suficiente. ¡No es suficiente! Hay que actuar sobre la demanda. Crear condiciones de vida dignas y actuar sobre la educación. Los chicos, los jóvenes deben ser formados para que valoren tener una vida digna, libre, alejada de la esclavitud de la droga. Ese es el rol de la educación.
La plena implementación de la Ley 26.586 que establece un Programa Nacional de Educación para la Prevención de Adicciones en todo el Sistema Escolar no está en la agenda que hoy se analiza. Es urgente incorporarla.
Señor Presidente, señores funcionarios, señores legisladores, señoras, señores, ocupémonos de una vez de la droga y evitemos las muertes de tantos conciudadanos y particularmente chicos en nuestras calles. La necesidad de actuar sobre la demanda de drogas no tiene rating. No se ve, nadie se da cuenta, la gente en general ni lo tiene entre sus preocupaciones. El permanente incremento en la demanda de drogas es un tema que solo está hoy en el marco de los procedimientos policiales cuando se descubren acciones espectaculares de tráfico o como resultado de hechos dramáticos en las fiestas o en los barrios.
Y esta reflexión no es una teoría que solo puede parecer interesante pero utópica. Hace ya tiempo que se ha expresado que “la guerra contra las drogas está perdida” porque solo combatiendo la oferta el problema no tiene solución. La Organización de Naciones Unidas (Unodc), que trata rigurosa y sistemáticamente el tema con información confiable de todo el mundo, promueve fuertemente actuar sobre la demanda. Desde Oprenar hemos desarrollado el modelo argentino para implementar en todo el sistema escolar. Propone acciones prácticas para facilitar la plena implementación de la Ley de Educación para la Prevención Adicciones 26586 y dar así pasos concretos que nos permitan avanzar en la prevención de la demanda.
Es hora de actuar, ¡no permitamos que nuestros chicos sigan siendo víctimas de la droga!
Coordinador Comisión Prevención Educativa del Observatorio de Prevención del Narcotráfico (Oprenar)