Los que votaban a Cristina Kirchner y ahora apoyarían a Milei
El fenómeno del posible traspaso de votantes de la expresidenta al líder libertario encuentra explicaciones sociodemográficas, especialmente entre electores varones menores de 30 años
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El pasado 25, en oportunidad del acto público encabezado por Cristina Kirchner en la Plaza de Mayo, se viralizaron testimonios de jóvenes asistentes que, pese a declararse simpatizantes de la actual vicepresidenta de la Nación, confesaron frente a cámaras de televisión que votarían a Javier Milei si la expresidenta no se presentara como candidata en las próximas elecciones presidenciales.
No pocos observadores pensaron que podía tratarse de una operación mediática tendiente a favorecer al dirigente de La Libertad Avanza. Sin embargo, a juicio de analistas de opinión pública, podríamos estar ante un raro fenómeno al que pueden encontrársele explicaciones sociodemográficas, especialmente en el universo de jóvenes menores de 30 años de sexo masculino. También, en una porción del electorado en busca de una suerte de héroe que dé solución a sus problemas económicos.
Los llamativos testimonios viralizados de jóvenes que dieron cuenta del eventual traspaso de votantes del Frente de Todos a Milei no sorprendieron a Lucas Romero, director de la consultora Synopsis. En tal sentido, este analista consideró que si hoy en la Argentina votaran exclusivamente los jóvenes varones menores de 30 años, Milei estaría obteniendo el 47% de los sufragios y ganaría en la primera vuelta electoral.
Si hay un segmento del electorado en el que el dirigente libertario hace pie es justamente el de los jóvenes y el de los hombres, a tal punto que la tendencia de apoyo a Milei llegó a ser de dos votos masculinos por cada voto femenino, según Romero.
Para la socióloga Evangelina Pérez Aramburu, no es factible sacar conclusiones a partir de un par de concurrentes a un acto público entrevistados por un canal de televisión. Sin embargo, observa que “si eran jóvenes varones, se habrían comportado en forma bastante lógica”, por cuanto Milei “capta votos en los sectores bajos del kirchnerismo y uno tendría la presunción de que los manifestantes en el acto de Plaza de Mayo son más propios de esos sectores”.
La transferencia de votos del kirchnerismo a Milei tampoco sorprende demasiado teniendo en cuenta que, en las últimas elecciones legislativas de la ciudad de Buenos Aires, el actual candidato presidencial de La Libertad Avanza realizó buenas performances electorales en la zona sur, como Lugano, donde tradicionalmente ha sido fuerte el peronismo.
¿Cómo es posible que un votante que tenía como principal alternativa a una candidata de centroizquierda como Cristina Kirchner, mude su preferencia hacia un dirigente identificado con la derecha, como Milei? Ocurre que a veces se tiende a trasladar al común de la ciudadanía categorías sofisticadas que no pasan por la cabeza de la mayoría.
Romero explica el fenómeno desde la óptica de los resultados de una gestión: “Estamos en la etapa final de un régimen económico que dominó un ciclo caracterizado por una hegemonía Estadocéntrica, donde la narrativa y el clima de época estaban definidos por el Estado como dador de bienes y servicios y como factor de resolución de los problemas cotidianos de la gente, y esa visión ha entrado en crisis, produciendo una reacción contraria”.
Según el director de Synopsis, cuando los ciclos políticos se agotan por malos resultados, los individuos pueden tender a abrazar las ideas contrarias. “Piensan así que si no funcionó con el Estado, hay que probar sin el Estado. Así es como comienza a generar simpatía un discurso como el de Milei, que contrasta con aquella narrativa Estadocéntrica. Probablemente la gente, disconforme con los resultados de las políticas que se le han venido ofreciendo, intente probar con algo nuevo, aunque sea bien contrastante con lo que ha venido probando”, afirma.
Estudios de opinión pública realizados por la consultora Giacobbe & Asociados demuestran desde hace meses que, cuando se consulta a la población a cuál de los dirigentes políticos presidenciables considera más capacitado para solucionar problemas como la economía, la inflación y la pobreza, la mayoría menciona a Milei. Frente al problema económico, Milei es mencionado por el 31,6%, por delante de Cristina Kirchner (21,4%) y de Patricia Bullrich (14,2%). Ante la inflación, Milei es citado por el 32,6%, superando a Cristina Kirchner (21,5%) y Patricia Bullrich (13,4%). Y frente a la pobreza, también se inclina por Milei (26%) antes que por Cristina Kirchner (22,2%) y por Patricia Bullrich (19,9%). El resto de los potenciales candidatos se ubica bastante más lejos en todas esas categorías, en las que –según revela Jorge Giacobbe– hasta 2019 el Frente de Todos recibía la confianza de la mayoría de los votantes.
El fracaso económico de la actual gestión kirchnerista, con Alberto Fernández como presidente ungido por Cristina Kirchner, explicaría entonces el primer cúmulo de votos que permitió el crecimiento de Milei a expensas de exvotantes del Frente de Todos.
Giacobbe mencionó que se halla estudiando el voto de los menores de 30 años que se ubican en niveles bajos, tanto en la pirámide de ingresos como en la educativa. Su primera conclusión es que dentro de esa población, hay tres segmentos: uno que se muestra completamente alejado de la política y desorientado, que representa al 50%; la otra mitad se divide en partes casi iguales entre quienes manifiestan preferencias por el Frente de Todos y quienes apoyarían a Milei, con la particularidad de incoherencias muy llamativas. Por ejemplo, muchos dicen que el mejor presidente de las últimas décadas fue Néstor Kirchner, pero expresan hoy su voluntad de votar a Milei.
“¿Qué le está pasando a esa gente? Que necesita comprar un candidato que le dé la sensación de que le va a resolver los problemas económicos. No le importa si esa solución es por derecha o por izquierda, si es con un Estado grande o chico y si es con pesificación o dolarización”, considera Giacobbe.
Su conclusión es que ese segmento, que puede mudar su preferencia electoral de Cristina Kirchner a Milei busca “un héroe” que resuelva sus problemas y sus dramas personales. En ese sentido, tanto el kirchnerismo como Milei pescan en el mismo lugar y colocan en la góndola electoral la misma construcción simbólica, aun cuando una fuerza política propicie una concepción de un Estado intervencionista y todopoderoso y la otra fuerza abogue por un Estado mínimo.
En un sentido parecido, Evangelina Pérez Aramburu señala que es posible que, desde su percepción, tanto Cristina Kirchner como Milei compartan alguna característica relacionada con un estilo de liderazgo carismático. “Ambos se presentan a sí mismos como grandes salvadores de la sociedad, atribuyéndose cualidades excepcionales y prometiendo soluciones grandiosas a los problemas y desafíos que enfrenta nuestra comunidad”, opina.
“Mucha gente no está en condiciones de evaluar cuál herramienta es la mejor, sino que simplemente ve a dos fuerzas políticas que le dicen que le va a calmar el dolor”, añade Giacobbe. Esta situación interpela en cierto modo a Juntos por el Cambio, ya que en sus principales candidatos, Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, no se visualiza aún una propuesta clara para esa problemática en ese público que hoy parecen disputarse el kirchnerismo y Milei, y tampoco tienen un actor que represente esa idea, el héroe o la heroína que ese público parece estar buscando.