Los Pierri: tres generaciones de artistas, reunidas en una muestra
La continuidad de una pasión íntima y a la vez pública se puede apreciar en el Centro Cultural Recoleta, donde se exhiben pinturas de abuelo, padre e hija
Una idea tan sencilla como original para mostrar pinturas de tres artistas argentinos tuvo apoyo por parte del comité de selección de propuestas del Centro Cultural Recoleta. En Lxs Pierri, la joven artista Laura Ojeda Bär oficia de curadora y presenta la estirpe iconográfica de una familia. “Conocí a Tiziana Pierri cuando se mudó a la habitación de al lado de mi taller –escribe en la hoja de sala-. Hasta entonces no había tenido la oportunidad de unir nombre con cuerpo.”
Con el paso de las semanas, la genealogía artística de la familia Pierri se condensó en la imaginación de Ojeda Bär. Sin apelar al recurso cronológico, logró empalmar tres vidas dedicadas al arte en un discurso visual convincente.
Lxs Pierri es una muestra de pintura. No hay tantas en Buenos Aires actualmente y de hecho en el CCR es la única. Reúne diecisiete obras de pequeño, mediano y gran formato, éstas últimas de la más joven de la familia, nacida en Buenos Aires en 1984.
Ocho pinturas pertenecen a Tiziana Pierri, cinco a Duilio Pierri (Buenos Aires, 1954) y cuatro a Orlando Pierri, hijo de inmigrantes italianos que nació en Buenos Aires en 1913. En 1934, obtuvo el título de profesor nacional de dibujo en la Escuela Nacional de Arte y, años después, como otros artistas argentinos, viajó a París para completar su formación. Allí conoció a André Breton y a Salvador Dalí, se empapó de las ideas vanguardistas y volvió a la Argentina para iniciar un ciclo de pinturas surrealistas. En Lxs Pierri se exhiben pinturas que ilustran distintos períodos de su producción, con obras de juventud y de madurez. Orlando Pierri ganó en 1964 el Gran Premio de Honor del Salón Nacional y, en 1973, el premio Palanza. Murió en 1991.
Ochenta años de pintura
“La diferencia de años entre la primera obra de Orlando y la última de Tiziana –die Ojeda Bär- es de ochenta años.” En medio de ese arco temporal, la obra de Duilio Pierri evidencia el afianzamiento de la práctica profesional de la pintura en el país. Él también viajó a París gracias a una beca, en 1975, y conoció a artistas y obras de ese momento histórico. En los años ochenta, vivió en Nueva York y en 1989 formó parte del envío argentino a la Bienal de San Pablo, junto con Guillermo Kuitca y Alfredo Hlito.
Todas sus obras exhibidas en la Sala 7 del CCR, entre ellas paisajes y retratos, son formidables. Sobresale, sin embargo, un díptico del año 2011. Civilización y Barbarie son dos óleos que revierten de manera visual los prejuicios sobre una y otra categoría. En el primero, unos gendarmes con máscaras geométricas masacran a unos pastores. En la otra, se representa una escena edénica al borde de un río. Los civilizados ofician como verdugos de los bárbaros en la ficción visual a gran escala de Pierri.
No es una perogrullada destacar que las obras de Tiziana Pierri poseen una alta densidad contemporánea. Mediante la combinatoria de formas en el plano, el uso de materiales (que van del acrílico a la lavandina y las tachas de metal), además de la temperatura de la paleta, más bien fría, y los gestos de sus personajes pictóricos, tan apacibles como enfurruñados, se crea una partitura paroxística, en el caso de que las imágenes tuvieran sonido.
Tiziana Pierri estudió con Sergio Bazán, Pablo Siquier y, en 2009, fue seleccionada para participar del Programa de Artistas de la Universidad Torcuato Di Tella. Como si fuera una continuidad de la tradición familiar, fue invitada a participar del premio Braque en 2015. Su padre lo había hecho en 1980.
Hasta el 1 de octubre, con entrada libre y gratuita.