Los engaños de los sentidos
Los ojos suelen jugarnos malas pasadas y, sin embargo, confiamos al sentido de la vista la mayor parte de nuestro mundo. Los diseñadores, nuevos gurúes de la visualidad, lo saben. Los correctores de los diarios, también, porque con la vista cansada de leer y leer palabras a la pesca de una errata o un error, éstos se les escapan con más facilidad.
Es lo que advirtió el lector Miguel Ángel Crespo, a propósito de una carta en el correo de lectores de este diario. Escribió Crespo: "Un comentario sobre la carta publicada el 20/5, de Patricia Ortemberg, «Errores ortográficos». Comparto ampliamente el criterio de la autora, pero debo señalar que se ha deslizado un error: donde dice «franja *etárea» debería decir «franja etaria», con i latina y sin tilde. Caemos, si no, en el dicho de que «se está borrando con el codo lo que se escribe con la mano».
Etario, -ria está definido en el Diccionario de la RAE como 1. adj. Dicho de varias personas: Que tienen la misma edad. 2. adj. Perteneciente o relativo a la edad de una persona. Período etario. Franja etaria'. Pero, para mayor abundamiento, conviene recurrir al Diccionario panhispánico de dudas, ese viejo amigo que está también en vías de renovación. Dice el DPD: "etario -ria. Relativo a la edad': «La composición etaria de una población será siempre un factor que influirá en el tamaño de la epidemia» (Villalobos Epidemiología [Chile 1994], y de una determinada edad': «Los síntomas pueden ser atribuidos erróneamente a problemas emocionales, tan frecuentes en este grupo etario» (Barrera/Kerdel Adolescente [Ven. 1976]). Es incorrecta la forma *etáreo".
Pero ahora que los audios de las entrevistas tienen, gracias a Internet, la posibilidad de ser oídos y contrastados con los textos publicados, también nuestros oídos nos engañan. El lector Valerio Yácubsohn escribe a Línea directa: "Consulto por una entrevista que se publicó en Conversaciones del 25/5. Jorge Fernández Díaz entrevistó a Beatriz Sarlo (http://bit.ly/1GJTeoz) y, cuando le pregunta sobre la discusión entre el cambio y la continuidad, Sarlo responde con una cita de Julio Cobos y agrega: «El presidente Kirchner, que llegó casi despojado de poder, inmediatamente se embistió de ese poder».
"Escuché la grabación de la conversación y, si bien no es del todo clara, creo entender que Beatriz Sarlo dijo, correctamente, «se invistió de ese poder». No es lo mismo embestir contra el poder que investirse con ese poder".
No, no es lo mismo embestir, lanzarse con ímpetu contra una persona o cosa hasta chocar con ella', que investir, conferir [a alguien] una dignidad o un poder' y revestir(se) de una determinada cualidad o carácter. Sin embargo, alguna confusión todavía debe de andar rondando a los hablantes, porque el DPD trae, en investir, esta tercera acepción: "No es normal hoy, y debe evitarse, el uso de la variante antigua envestir, que era muy frecuente en el español medieval y clásico; por otra parte, la variante antigua envestir no debe confundirse con embestir. De igual forma, para referirse a la acción, lo normal es usar hoy investidura, y no envestidura".
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