Reseña: La ruta de los hospitales, de Gloria Peirano
En su tercera novela, Gloria Peirano da voz a una madre viuda que trabaja como nutricionista en hospitales públicos: Muñiz, Roca, Español, Británico, Fiorito, Gandulfo, Fernández. Es la "ruta de los hospitales", a los que lleva a su hija pequeña, que deambula por los pasillos o jardines mientras ella trabaja. Narrado en una segunda persona omnisciente, ya que la voz trasciende su propia muerte, es una nouvelle cautivante.
El hospital, ese espacio reservado para la enfermedad y la muerte, se vuelve refugio para estas dos mujeres huérfanas (la madre pierde a su padre a los 22 años y la hija, a los siete). Un relato íntimo, fragmentario, que evoca el recorrido cotidiano a lo largo de los años. Escenas cálidas que se abren al pasado y al futuro, donde se muestra a la hija ya adulta, con sus propios hijos, buceando entre sus recuerdos en una caja de fotos viejas.
La madre también se desempeña en la Fundación Eva Perón. La política aparece apenas mencionada en la vida de este linaje femenino con un fuerte mandato: "No es caridad, es peronismo". Un relato autobiográfico, como la autora confesó en una entrevista, que busca recuperar el camino transitado en la infancia y, en definitiva, la voz de esa madre.
Peirano es escritora y docente. Es autora de las novelas Miramar y Las escenas vacías. Colaboró en el guión de los documentales El día nuevo y El estanque, de Gustavo Fontán.
En 2017, La ruta de los hospitales recibió el Segundo Premio de Novela del Fondo Nacional de las Artes.
La ruta de los hospitales
Gloria Peirano
Alfaguara
144 páginas
$439