Los beneficios del teletrabajo
En repetidas ocasiones se ha mencionado la diversidad de bondades que ofrece el teletrabajo: mejora en la calidad de vida, equilibrio entre el plano profesional y el personal, inclusión de personas con discapacidad, en edad avanzada o de jóvenes talentos que viven en el interior del país y no disponen de los medios para trasladarse a Buenos Aires, entre otros ejemplos. A eso debemos agregar el aporte del empleo a distancia en la reducción de emisiones de C02, permitiendo la disminución de la cantidad de personas que se trasladan diariamente al trabajo, en un mundo cada vez más preocupado por crear soluciones para combatir el calentamiento global.
No existen las desventajas para el teletrabajo, siempre y cuando se implemente de forma correcta, con la supervisión correspondiente. El principal obstáculo es el miedo. Hay una cultura tradicional que promueve el trabajo por control horario, todos los días en una misma oficina, bajo un liderazgo presencial. Resulta difícil pasar a un modelo basado en resultados, combinado con trabajo desde casa y en una oficina virtual. Sin embargo, el planeta entero va en esa dirección y el cambio es inevitable.
Los números son terminantes. Según un reciente estudio de Randstad en 33 países de Europa, el 70% de los encuestados aseguraron que prefieren el teletrabajo como forma de organizar su jornada laboral, aunque el 70% de las empresas tienen un sistema de trabajo tradicional que se contrapone al deseo de los empleados.
En ese contexto es importante preguntarnos: ¿cuál es el rol del Estado? Existe un consenso extendido sobre su función social: garantizar y promover mejores condiciones de vida para los ciudadanos. ¿Conocemos alguna otra herramienta que reúna tantos privilegios para las personas y nulos perjuicios como el teletrabajo?
La primera respuesta, válida al fin, es que el Estado tiene prioridades más urgentes. Pero el pedido no es que se inviertan millones de recursos económicos para tratar el tema, sino que los funcionarios públicos promuevan la concientización de los beneficios del teletrabajo. Esto puede lograrse mediante la creación de espacios de debate, difusión de casos de éxito e incluso con la propia implementación del teletrabajo para el empleo público.
El teletrabajo también tiene incidencia directa sobre la problemática del transporte. Si más personas trabajan desde sus casas, las calles tendrán menos congestión, al tiempo que miles de trabajadores podrán dedicar horas productivas a sus familias o amigos, ir al gimnasio o realizar cualquier actividad de ocio que prefieran, en vez de gastarlas en ir y volver diariamente a las oficinas de su empresa. La gran mayoría de los argentinos padecemos los efectos del tráfico, lo cual genera desgaste y malestar. El teletrabajo es una solución práctica, económica y benéfica desde todo punto de vista.
El Estado debe acompañar los cambios culturales positivos. La Argentina tiene una excelente oportunidad para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos en el ámbito público y privado, promover mejores condiciones de empleo y adoptar el teletrabajo como una modalidad moderna y alineada con el sentir de la mayoría de las personas.
Director de Jobing