Los anuncios para el campo son puro maquillaje electoral
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LA NACION
No deja de sorprender el efecto que tuvieron las PASO en el gobierno nacional. La contundente derrota que sufrió el kirchnerismo no sólo hizo estallar las internas en la coalición gobernante, sino que de la noche a la mañana los llevó a tomar medidas largamente reclamadas por la oposición, tras provocar un daño incalculable al país.
Hay ejemplos elocuentes, como el pasar de militar las escuelas cerradas, a abrirlas ahora hasta los sábados, en el marco de una liberación casi total de las restricciones sanitarias. Resulta que al final los “anticuatrentena” estaban en la Casa Rosada. El efecto del voto, lo más sagrado que tiene la democracia, sirvió para correr totalmente el velo de un gobierno autoritario e incompetente, que durante toda la pandemia ha hecho un culto de la mentira, la desidia y la arbitrariedad.
Resulta que al final los “anticuatrentena” estaban en la Casa Rosada
En lo que respecta al sector agropecuario, el gobierno realizó una serie de anuncios que son puro maquillaje electoral. Apenas retrotrajeron medidas predestinadas al fracaso que se tomaron este año, como haber restringido las exportaciones de la llamada “vaca conserva”, la cual se vende a China y no se consume en el mercado local. A eso se le sumaron algunos incentivos tributarios y crediticios que no moverán el amperímetro del sector. Siguen subestimando a los productores rurales y a la gente del campo, que conoce bien al kirchnerismo y así lo transmitió en las urnas.
El gobierno nos pretende ahora mostrar apertura y vocación de diálogo, ofreciendo migajas que no atacan los problemas de fondo que padece el sector agropecuario. Siguen firmes el intervencionismo, la imprevisibilidad y la carencia de una política económica consistente, para colmo, con el campo identificado como un enemigo de los argentinos por el Instituto Patria. A esto se suma que, después de las elecciones del 14 de noviembre, nadie sabe si estas medidas seguirán en pie, o bien habrá una nueva marcha atrás si son nuevamente derrotados, como seguramente ocurrirá.
Imposible pensar en un cambio en las expectativas en el sector agropecuario a partir de estos parches electoralistas, que apenas reconocen errores que ellos mismos provocaron, por pura torpeza e ideología. Mientras hacen estos anuncios, el tipo de cambio no oficial y la inflación se disparan, al ritmo de una emisión monetaria irresponsable y descontrolada. De ninguna manera este es el cambio del rumbo que el sector agropecuario y el país tanto necesitan. Mucho menos de esta forma podrán ganarse la aprobación, como pretenden, de los sectores que tan duramente los castigaron en las urnas. Algún día comprenderán que en el campo no comemos vidrio.
Senador Nacional por Entre Ríos (Juntos)
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