Llamamiento a la hermandad sin exclusiones
El llamamiento a la hermandad humana sin exclusiones lanzado por el papa Francisco en Fratteli tutti se halla enraizado en la visión de los profetas hebreos. Aquellos que a partir de la generación de Amós, Isaías, Oseas y Miqueas avizoraron un tiempo en el que no se alzarán más espadas pueblo contra pueblo, y cada uno reconocerá a su manera al Creador que demanda justicia y amor de todos los seres humanos.
Esas visiones sirvieron de base al ulterior desarrollo del judaísmo rabínico y del cristianismo, y evidentemente inspiraron al Papa en este momento tan crítico para la humanidad.
Francisco clama por el encuentro y convoca a una humanidad fragmentada a verse a sí misma como una unidad, exponiendo la dramática lección que nos está dejando el Covid-19 como ejemplo de la urgente necesidad de superar cismas
Francisco clama por el encuentro y convoca a una humanidad fragmentada a verse a sí misma como una unidad, exponiendo la dramática lección que nos está dejando el Covid-19 como ejemplo de la urgente necesidad de superar cismas.
Rabi Akiva, el más grande de los sabios del Talmud sostenía que el versículo "amarás a tu prójimo como a ti mismo" es un principio fundamental en la Tora, o sea que resume en sí la esencia de la misma.
Resulta interesante ver el paralelo entre la fuente rabínica y Mateo 22:36-40, donde se relata que Jesús consideraba los versículos del Deuteronomio "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente" y "Amarás a tu prójimo como a ti mismo" como los dos principios de fe fundamentales.
De donde se deduce que tanto para judíos como para cristianos el amor a Dios se halla indivisiblemente relacionado con el amor al prójimo, y que para amar al prójimo se requiere superar todas aquellas barreras que nos separan del mismo.
Un capítulo de Fratelli tutti está dedicado a la función que deben cumplir todas las religiones al servicio de la hermandad humana y significativamente cita –55 años después de su promulgación– la célebre declaración conciliar Nostra Aetate cuyo espíritu de diálogo impregna toda la encíclica.
Primer fruto del encuentro entre judíos y católicos que se inició después de la Shoah y de siglos de incomprensión y desprecio, ese pronunciamiento del Vaticano II marcó un hito en la historia de las relaciones judeocatólicas. Su gran logro fue que condujo a medidas concretas para promover la amistad entre judíos y católicos. Tuvo que haber un reconocimiento de los errores pasados, una dedicación sincera a escuchar los puntos de vista de los demás, una valoración genuina de la riqueza espiritual del otro y el compromiso activo de trabajar juntos en nombre de la humanidad.
Construir una nueva relación con estas características lleva tiempo y aún continúa, pero el logro de un acercamiento significativo entre católicos y judíos sirve como paradigma para los esfuerzos hacia la amistad y el propósito común entre todas las religiones.
El impacto de Nostra Aetate también puede apreciarse claramente en el "Documento sobre la fraternidad humana, por la paz mundial y la convivencia común" que el papa Francisco y el Gran Imán de Al-Azhar, Ahmad Al-Tayyeb firmaron en 2019 y al que se refiere Fratelli tutti. Texto clave católico-musulmán, fruto de "trabajar sinceramente por el entendimiento mutuo", es citado al final de la encíclica para reiterar el llamado conjunto a la paz, la justicia y la fraternidad.
Rabino. Ex rector del Seminariio Rabinico Latinoamericano