Lisboa, una puerta para los nómades digitales
Luego de la pandemia el teletrabajo se volvió una realidad para muchos, pasando de ser la excepción a convertirse en la realidad. El mercado laboral argentino ya no es para muchos una buena opción a la hora de elegir un lugar para trabajar. Diversos elementos como la inflación, la imposibilidad de poder ahorrar, contar con dos mercados de dólares paralelos, y siendo el único país en América Latina que cuenta con un impuesto anual sobre los activos además del impuesto sobre los bienes personales, son algunos de los motivos por los cuales varias personas deciden buscar otras alternativas.
A la hora de buscar nuevos rumbos los argentinos pueden buscar trabajar para empresas del exterior estando ubicados en la Argentina, lo que muchas veces les permitirá ganar dinero en moneda extranjera y en consecuencia hacer frente a nuestros elevados niveles de la inflación, o directamente optar por emigrar a otros países.
El llamado “nómade digital” ha comenzado a convertirse en una figura cada vez más popular: son personas que pueden trabajar desde cualquier parte del mundo siempre y cuando se encuentren conectados a internet.
Debido a los elevados costos de vida y a las complejidades de los visados, a la hora de cambiar de país se debe pensar muy bien cuáles son los lugares en los que podemos vivir y que estamos dispuestos a cambiar.
Levantarse los fines de semana pudiendo salir a pasear y ver diferentes maravillas en Asia, África, Europa o América pueden tener un elevado costo. Dejar de poder pasar tiempo con la familia o amigos presencialmente para directamente pasar a llamadas por Whatsapp, Zoom o otras aplicaciones puede ser un cambio duro para muchos. Encontrar una habitación o un departamento para alquilar también puede ser una de las grandes complicaciones.
Si estamos dispuestos a dormir en hostels compartiendo habitación con otras personas, a comer sopa, pan y queso, contando con ciertos niveles de incertidumbre, entonces es algo posible de realizar.
Lisboa es una de las ciudades más amigables en Europa para los inmigrantes que son nómades digitales. La ciudad cuenta con un ingreso promedio de 750 euros, siendo un ingreso alto para los argentinos, pero bajo para Europa. La capital portuguesa brinda la experiencia de conocer personas de todas partes del mundo, desde India, Nigeria hasta Japón. Al caminar por las calles uno podría sentir que se encuentra en las Naciones Unidas gracias a la gran variedad de eventos, comidas, y diversas culturas.
Obtener el permiso de trabajo, el conocido NIF o número de identificación fiscal tributaria son algunos trámites que solo pagando 300 euros se podrán conseguir fácilmente. La ciudad cuenta además con un costo de vida bajo en lo que respecta a alquiler de habitaciones, comida y gastos en necesidades básicas.
A la hora de tomar la decisión de emigrar a otro país y comenzar con una nueva vida, donde la sopa será un elemento esencial junto a la incertidumbre, se deberá tener bien claro y estar seguro de si vale la pena dejar atrás una vida de certeza y seguridad.
Podemos estar seguros de que la vida del nómada digital no es fácil, pero si trae consigo al final del día experiencias asombrosas.
Conclusión: ¿qué estamos dispuesto a sacrificar para comenzar una nueva vida como nómade digital?
Asociado impositivo legal, profesor Universidad de Buenos Aires