Liderazgo, cultura de trabajo y salud mental
La salud mental no hace solo referencia a la ausencia de enfermedades sino que debe entenderse como un estado de bienestar que permite a las personas hacer frente al estrés, desarrollar habilidades, aprender y trabajar de manera efectiva.
Más allá de lo anterior, se estima que el 15% de los adultos en edad laboral enfrentan trastornos mentales en algún momento, siendo los más comunes la ansiedad y la depresión. Esta realidad tiene un impacto significativo en la productividad, con informes que reportan que son 12.000 millones de días de trabajo los que se pierden cada año debido a estas condiciones, lo que se traduce en casi un billón de dólares en pérdidas económicas a nivel mundial.
En un mundo laboral cada vez más dinámico y exigente, la salud mental se erige como un pilar fundamental para el éxito y la sostenibilidad de las organizaciones. Poder reconocer y priorizar el bienestar mental de los colaboradores en este ámbito no solo es una cuestión de responsabilidad social, sino también una inversión estratégica en el rendimiento y la productividad del equipo.
Según un informe reciente de Qualtrics, en el que se le preguntó a los colaboradores qué iniciativa consideraban más útil para el cuidado de su salud mental, el 78% respondió que priorizan tener una cultura saludable de trabajo, superando a tratamientos en salud mental, recursos de cuidado, y una cultura de ayuda a quienes la necesitan. En ese sentido, cuando de generar cultura se trata, los líderes deben ser el foco de intervención.
Es crucial que los líderes estén familiarizados con las políticas y prácticas de salud mental de la organización, así como también con las herramientas de asesoramiento y apoyo disponibles. Esto garantiza que puedan proporcionar el respaldo necesario a sus colaboradores y dirigirlos hacia los recursos adecuados en los momentos que así lo requieran.
En esta línea, es fundamental que los líderes conozcan cuáles son las buenas prácticas asociadas a estas temáticas y las apliquen en la gestión de sus equipos. Para ello, es importante que trabajen en conjunto con especialistas en la salud mental en el diseño de este tipo de herramientas. Así, en el último tiempo, distintas empresas han convocado a Ineco Organizaciones para confeccionar conjuntamente guías de Prácticas en Bienestar y Salud Mental y capacitaciones para líderes, basadas en la evidencia existente acerca de cómo fomentar y cuidar la salud mental en el trabajo. El diseño de este tipo de materiales tiene el objetivo de proporcionar a los líderes una guía integral de acciones destinadas a fomentar una cultura de trabajo que promueva la salud mental y el bienestar de los colaboradores.
Se ha demostrado, por ejemplo, que alentar activamente a los equipos a adoptar hábitos de trabajo saludables, como establecer horarios adecuados, tomar descansos regulares, hacer ejercicio y mantener una dieta equilibrada, tiene un impacto positivo en el rendimiento laboral. Como líderes se tiene la responsabilidad de velar por el bienestar mental del equipo y evitar fomentar conductas que pongan en riesgo su salud emocional. Es importante reconocer la importancia de promover un equilibrio entre la vida laboral y personal, así como también la necesidad de descanso y desconexión para mantener altos niveles de productividad.
Tratar a las personas del equipo con respeto y ofrecer apoyo constante no solo fortalece el vínculo entre líderes y colaboradores, sino que también contribuye a un clima laboral positivo y motivador. Además, brindar oportunidades de desarrollo y crecimiento profesional, al igual que fomentar la variedad de tareas, ayuda a mantener la motivación y el compromiso de los empleados.
Controlar el tiempo de exposición a situaciones estresantes y establecer plazos realistas son medidas claves para prevenir el agotamiento y mantener un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal. Del mismo modo, proporcionar estabilidad y claridad en las expectativas laborales promueve la confianza y el bienestar de los empleados.
Un punto que no debe dejarse de lado, es el de comprender que la inclusión y el reconocimiento de los logros tanto individuales como colectivos son aspectos fundamentales para fortalecer el sentido de pertenencia y el compromiso del equipo. Además, demostrar empatía y apoyo hacia los miembros del equipo que puedan estar enfrentando dificultades fuera del ámbito laboral favorece la relación con los mismos. Para ello, es necesario que los líderes se mantengan atentos a situaciones externas (emergencias económicas, mudanzas, nacimiento o muerte de un ser querido, discriminación, problemas crónicos de salud, entre otros) que puedan ser fuentes de estrés.
Priorizar la salud mental en el lugar de trabajo es esencial para construir equipos resilientes, productivos y comprometidos. Al adoptar una cultura organizacional que promueva el bienestar mental y brinde el apoyo necesario a los empleados, las organizaciones no solo cosechan beneficios a nivel individual, sino que también contribuyen al éxito y la sostenibilidad a largo plazo de la empresa.
Doctora en Psicología y directora de Ineco Organizaciones