Ley Lucio ya
Se cumplió recientemente un año de un hecho que marcó la historia de todos los pampeanos. Lucio Abel Dupuy sufrió violencia durante meses y fue asesinado por su mamá y su pareja. Aún hoy es imposible pensar que alguien pueda cometer semejante atrocidad, por la cual esperamos la máxima sentencia para las culpables este jueves.
Lucio no es un caso aislado, son miles en todo el país los niños, niñas y adolescentes que viven hechos atroces en manos de adultos, en manos de su propia familia. Abigail, una beba de Santa Cruz, murió luego de varios días de ser internada por los golpes que les propiciaban sus padres. Era una niña que estaban en el sistema de protección de niñez, estaba judicializada, había agentes que habían sido notificados de la situación, operadores y personal que debía actuar. Nadie vio nada.
Salomón tenía dos años cuando su padrastro lo mató. Hubo varias alertas, los vecinos dijeron que no era la primera vez que lo golpeaba, incluso entró reiteradas veces a centros de salud de Neuquén por lesiones, pero nadie denunció nada. Tahiel fue varias veces con golpes al centro de integración comunitaria de Gualeguaychú. Terminó asesinado por su madre y su padrastro. Nadie vio nada. La madre de Sebastián y Valentina hizo 6 denuncias por maltrato y acoso de su expareja en Mar del Plata. Todas fueron archivadas por la justicia y sus hijos, víctimas de la violencia. Una vez más, nadie hizo nada.
Lucio Abel Dupuy asistía a un jardín en Santa Rosa, estaba dentro del sistema de protección de niñez, entró 5 veces durante 5 meses seguidos a una guardia por traumatismos, pero el sistema nunca lo alertó, y su vida terminó en manos de su madre y su pareja luego de un calvario inimaginable.
Nadie hizo nada. Las mismas tres palabras que escuchamos en todos los casos.
Aquel noviembre de 2021, me acerqué a la familia Dupuy para abrazarlos en medio de tanto dolor y fue su abuelo, Ramón, quien me pidió que hagamos algo. Que mejoremos las leyes ya existentes para que no haya otro Lucio en nuestro país.
Junto a otros legisladores, trabajamos en un proyecto de ley para sumar tres herramientas al sistema de protección de nuestros niños, que buscan evitar la vulneración de sus derechos:
• La reserva de identidad y protección para docentes, médicos y agentes que están obligados a denunciar hechos de violencia hacia los niños;
• Campañas de comunicación nacionales para la concientización sobre las alertas tempranas que detecten situaciones de abuso o violencia;
• Capacitación de agentes estatales para la prevención de la violencia en la niñez.
Sabemos que sólo con un cambio de ley no alcanza, pero es nuestro deber como representantes del pueblo legislar para proteger a los niños. Es nuestro deber garantizarles sus derechos. Y es nuestro deber acompañarlos y permitirles una vida plena.
En diciembre de 2022 logramos que todos los bloques de la Cámara de Diputados, sin importar ideologías políticas ni grieta, aprobaron por unanimidad el proyecto. Con la presencia de los abuelos de Lucio, Ramón y Silvia, el Congreso se puso de pie y aplaudió un hecho que nos marcó a todos los legisladores. Gracias al acompañamiento de todos los diputados logramos darle media sanción al proyecto de Ley Lucio.
Ahora aguardamos con ansias que en los próximos meses se trate el proyecto en las sesiones extraordinarias de la Cámara de Senadores.
Por Lucio, por Salomón, por Tahiel, por Sebastián y Valentina y por tantos otros niños que hoy están sufriendo violencia nos levantamos, reclamamos y trabajamos para evitar la violencia hacia nuestro niños.
Confiamos que la Ley Lucio sea una realidad y así poder transformar el dolor en esperanza, en una luz para tantos niños que sufren violencia cotidianamente y no pueden alzar la voz para ser escuchados.
Diputado nacional por La Pampa