#LectoresEnRed. Libros que exploran la diversidad de género
Cada vez con más fuerza, la literatura infantil y juvenil se abre a temáticas LGBTI lejos de los tabúes y los estereotipos
En estos días, donde aún golpea lo ocurrido en Orlando se habló mucho sobre la temática LGBTI (Lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales). La literatura para jóvenes y niños no permanece ajena al interés por contar historias que puedan ayudar a levantar la voz y por sobre todo fomentar el respeto por los otros.
Cada vez son más los libros que incluyen en sus historias personajes gays, lesbianas, bi y trans con el fin de visibilizar una realidad que antes era negada por temor o por cierto tabú.
Sofía Olguín, es la editora del sello Bajo el arcoiris, el primero dedicado a libros infantiles/juveniles de temática LGBTI en Argentina y América Latina que vio la luz en 2011 y tuvo un recorrido que fue in crescendo. "Creo que el interés todavía está surgiendo –aclara la joven editora y escritora de 26 años–. Hay que hacer todo lo posible para que se mantenga y crezca. Nuestra Ley de Matrimonio Igualitario va a cumplir seis años; es cuestión de tiempo para que los hijos de las parejas del mismo sexo lleguen a las escuelas y se observe, más que nunca, que se necesita de una literatura que abarque a estas nuevas familias."
Bajo el arcoíris se maneja de forma digital y como bien aclara Olguín "todos nuestros cuentos están en descarga gratuita. Como operamos con licencias alternativas, autorizamos que alojen los archivos en sitios externos y varias organizaciones LGBTI de habla hispana ofrecen nuestros cuentos en sus sitios web. Destaco que, a pesar de lo que se pueda creer, hemos generado mucho interés en ámbitos no-LGBTI."
–Publicaciones recientes que exploran esta temática están orientadas al público adolescente. Hay quienes se animan hablar de modas, de tendencias, más que de una necesidad.
–Creo que son dos puntos de vista que no necesariamente se excluyen. La palabra moda, para referirse a literatura, hace un poco de ruido. Hay un público que creció leyendo fantasy, con Harry Potter y Crepúsculo a la cabeza, y son ellos quienes están demandando historias más realistas. Se puede hablar de modas o tendencias porque en el YA se pueden detectar claramente las temáticas que lo son: vampiros, fantasmas, retellings de cuentos infantiles clásicos, distopías. Hoy en una librería grande podemos encontrar en la mesa de novedades tres libros juveniles de temática LGBTI. Son una tendencia, sí, pero también son una necesidad. Los adolescentes gays, lesbianas, bi y trans necesitan saber que pueden existir brujas, héroes, hadas y vampiros gays, lesbianas, bi y trans. Necesitan poder verse reflejados en las historias que leen: viven bombardeados con información que les dice que hay algo "mal" con ellos.
–¿Los libros de temática gay tienen una intención didáctica? ¿Deben tenerla?
– Más que intención didáctica, yo prefiero hablar de no "problematizar" la homosexualidad o la transexualidad. Es decir, que la identidad sexual diversa o la orientación sexual de los personajes no sean tratadas como problemas en las historias que se cuentan a los niños. En todos nuestros cuentos tratamos la homosexualidad y la transexualidad de forma natural y espontánea. En nuestro cuento El príncipe Flint, dos títeres —un príncipe y un rey— se casan y nadie pone ninguna objeción.
Como bien aclara la autora de la novela La otra orilla del abismo en su gran mayoría la literatura infantil es heterosexista. "No es frecuente que un padre lea a sus hijos una historia que tenga como protagonistas a personajes LGBTI porque, lamentablemente, hay un prejuicio que costará mucho que nos quitemos: el de la presunción de la heterosexualidad. Los padres no se sienten obligados a leerles un cuento de temática LGBTI a sus hijos porque presumen que son heterosexuales y que sus descendientes también lo serán. Contrariamente a lo que muchos adultos piensan, los niños no se extrañan al escuchar una historia en la que dos perros machos "adoptan" a un gatito. Al oír La familia de Martín, un niño simplemente dijo que nunca había visto un gato que se llamara Martín. La publicación de literatura infantil de temática LGBTI es importante porque la educación es la mayor herramienta que tenemos para combatir la homofobia y la transfobia.
–¿En una novela LGBTI el riesgo de caer en estereotipos es mayor?
–Hay que ser cuidadoso y respetuoso cuando se habla de estereotipos. Los estereotipos de personas LGBTI (el chico gay afeminado, por ejemplo) han sido y son blanco de ridiculización en cine, televisión, radio, etc. Lo que prefiero criticar, más que la existencia de estereotipos, es su utilización para la burla. Por suerte en la literatura juvenil LGBTI no abundan los estereotipos. Y si los hay, son tratados con respeto. El estereotipo es dañino cuando invisibiliza al resto de las posibilidades y se transforma en un único modelo aceptado. A mi parecer, no está ocurriendo en el YA LGBTI.
–Suele destacarse la sexualidad de los autores. ¿Es importante que así sea?
–El valor de una obra literaria, LGBTI o no, no puede basarse en la vida, privada en este caso, de su autor. Eso sería como decir que las buenas novelas policiales sólo las pueden escribir los policías o los detectives. Sin embargo, también hay que aceptar que los lectores suelen sentir curiosidad por los autores y quieren saber quién es la persona que está detrás del nombre de la portada.
Macarena Yannelli ofrece una mirada a novelas que incluyen personajes LGBTI en sus historias:
Un punto aparte merece la editorial argentina Molinos de viento que nació en 2013 por necesidad de sus creadores Darío Fernández y Hernán Klein quienes, a la hora de formar una familia, descubrieron que no contaban con historias para narrarles a sus futuros niños.
Tal como describen en la presentación de Molinos de viento se trata de una editorial que "busca acompañar a los niños en la hermosa experiencia de la vida, contándoles a través de historias simples la riqueza dentro de las diferencias. A su vez estos libros ayudan a padres, familiares y amigos de los niños a narrar de forma simple que las familias están conformadas básicamente por el amor."
Entre sus títulos publicados encontramos a Anita y sus dos mamás; Hay muchas cosas que están bien, que enseña sobre diversidad sexual y busca educar sobre el bullying, y ¿Cómo llegué a este mundo?, donde se explica a los chicos el proceso de subrogación.
Editorial Molinos de Viento:
Para Chris Pueyo, el autor de El chico de las estrellas, autodescubrimiento es la palabra clave. El madrileño, a quién entrevistamos recientemente, destacó la importancia de que se trata de una novela que habla de identidad: "No de ´ser o no ser gay´. Hay que ser quien eres, no hay otra, al final es lo único que merece la pena."
Y en ese camino son varias las novelas que hacen foco. Como Dos chicos besándose (V&R) que protagonizan Harry y Craig, dos adolescentes de 17 años que quieren generar conciencia sobre los prejuicios que existen en torno a la homosexualidad. La novela, escrita por David Levithan, tiene como disparador el desafío que deciden encarar Craig Cole y Harry Ramírez: darse el beso más largo de la historia. No sólo buscan romper el récord mundial sino mostrar que no hay nada de malo en que dos chicos se besen. Para lograrlo deberán mantener sus labios 32 horas, 12 minutos y 10 segundos. Ese es el tiempo que el autor utiliza para desarrollar un intenso relato que expone la opinión de los espectadores, los que lo apoyan y también los que lo rechazan.
Cuando se piensa en un libro precursor en este terreno los expertos no dudan en señalar a William´s Doll (La muñeca de William), de Charlotte Zolotow que se publicó en Estados Unidos en 1972. Desde aquellos años se intentó ofrecer una mirada auténtica a la problemática por la que muchos chicos y chicas deben atravesar. Una de las obras más destacadas en los últimos años es Aristóteles y Dante descubren los secretos del universo, de Benjamin Alire Sáenz. La novela publicada en Estados Unidos en 2012 fue recibida con los brazos abiertos. "Una tierna y honesta exploración de la identidad y la sexualidad. Un recordatorio de que el amor apasionado, ya sea romántico o familiar, debe estar abierto, libre y sin vergüenza", escribió la revista norteamericana Publishers Weekly.
Aristóteles y Dante, descubren los secretos del universo :
Otro título de V&R que se sumerge en está temática es Todo puede suceder, la primera novela de Will Walton. "Hola, soy Tretch –se presenta el protagonista de esta historia .Tengo algo que contarte: estoy enamorado de mi mejor amigo. A decir verdad, nadie lo sabe. Ni él. Ni mi familia. Ni la chica de la librería, que al parecer está enamorada de mí. Todos me quieren, pero siento que solo ven una faceta mía. La que yo les permito que vean. Y no me gusta. Lo sabes bien: el riesgo de vivir una mentira es que tu vida puede convertirse en una. ¿Qué pasaría si me conocieran tal cual soy? "
A pesar de que el relato tiene un protagonista gay, la narración se centra en las vivencias típicas de un adolescente que busca su lugar en el mundo.
BookTrailer de Todo puede suceder:
Poco a poco y tímidamente comienzan a aparecer novelas que abordan historias con protagonistas transgénero. Un relato que llamó la atención fue el que escribió en primera persona Jazz Jennings. Ella nació en octubre y se le asignó el género masculino. A los cinco años fue diagnosticada con disforia de género, un término clínico para nombrar al desorden psicoemocional de las personas que tiene una contradicción entre el género con el que se identifican y el sexo biológico anatómico. Su historia se hizo escuchar en los programas más vistos de la televisión norteamericana, hasta que con la ayuda de Jessica Herthel, directora del programa Stonewall National Education, escribió el libro I Am Jazz, que publicó en 2014, año que fue nombrada como una de las 25 adolescentes más influyentes por la revista TIME.
Jazz presenta su libro:
Este es un documental que cuenta la transformación de Jazz:
Recientemente se publicó El arte de ser normal, la novela de la inglesa Lisa Williamson editado por Cross Book (Planeta). El trabajo que realizó Williamson en el Servicio de Identidad de Género le sirvió de inspiración para crear está historia que cuenta la vida de David Piper y Leo Denton, dos adolescentes con problemáticas distintas, cuya amistad los ayudará a superar los obstáculos que se presentan en el camino.
"Una tarde en clase, cuando tenía 8 años, nos pidieron que escribiéramos sobre lo que queríamos ser cuando fuésemos mayores – así comienza El arte de ser normal–. Esto es lo que escribí: Yo quiero ser una niña."
Lisa Williamson lee un pasaje de su novela:
"Lo escribí porque era el libro que quería leer," confesó Alex Gino a The New York Times. El autor de George, está involucrado desde hace más de 20 años con el activismo queer y transgénero. A pesar de que comenzó a escribir la historia de George en 2003, recién pudo publicarla una década más tarde. En Argentina, fue editado este mes por Nube de Tinta y despertó mucho interés. "George cree que jamás podrá decirle a nadie que, en realidad, es una chica."