- El presidente Alberto Fernández habla mucho, sobre todo con periodistas amigos, pero no responde.
- Porque una cosa es hablar y otra muy distinta es responder las preguntas que tienen para hacerle los argentinos angustiados.
- La Universidad de Buenos Aires hizo un estudio muy completo sobre el estado de ánimo de los argentinos durante la cuarentena. Las preguntas invitaban a la gente a que escribiera una palabra que expresara su estado de ánimo actual. Una gran cantidad escribió la palabra "angustia" –esa que al Presidente no le gusta-, pero la gran ganadora fue la "incertidumbre".
- Los argentinos estamos atrapados en la incertidumbre y tenemos un presidente que no hace demasiado para calmarla. Por lo pronto, con 105 días de cuarentena a cuestas y después de varias extensiones todavía no conocemos cuál es su plan de salida.
- Al principio de la cuarentena pasaba lo contrario. Había un sentimiento mayoritario de "Alberto nos va a cuidar". Ahora, la pregunta es otra: ¿sabrá para adónde va?
- ¿Me contagiaré? ¿hasta cuándo estaré sin trabajar? ¿dónde fueron mis proyectos de vida? ¿podré recuperarme de esta crisis?
- Según cifras oficiales, la actividad económica cayó en abril un 26,4 por ciento, una de las más altas de América latina, que también está atravesada por el coronavirus, pero sin un deterioro económico tan profundo como el nuestro. ¿Cuánto tiempo nos llevará salir de este desastre?, es otra pregunta de los argentinos angustiados que empiezan a diferenciar la pandemia de la cuarentena.
- O sea el virus de la respuesta política extrema que tomó Alberto Fernández.
- Aumenta la cantidad de argentinos desencantados con la política que, con el derrumbe económico, podrían pensar (ojalá que no) en alguna solución autoritaria o anti-sistema. ¿Está jugando "súper Berni" esa ficha, que esta semana fue de nuevo protagonista con un show en puente La Noria? Lo que pasó esta semana con Berni te lo anticipamos aquí, en La Trama, hace un par de programas atrás.
- Hay argentinos angustiados que empiezan a tener más miedo de lo que el Gobierno pueda hacer con sus vidas que del virus.
- ¿Es cierto que los 100 días de cuarentena se usaron para que no colapse el sistema de salud o igual va a colapsar? O peor aún, ¿ya estaba colapsado desde antes?
- Si, supongamos, la salida fuera en septiembre, sin una vacuna a la vista, ¿no correremos, de todos modos, el riesgo de contagiarnos?
- ¿Por qué no hay cifras oficiales para comparar la tasa de letalidad que dejó la Gripe A, durante el gobierno de Cristina Kirchner, para poder compararla con la epidemia actual?
- Investigadores y médicos que no tienen intereses políticos, ni "curros" económicos en torno a la pandemia, afirman que, igual que sucedió con el Indec, en la Argentina hubo una destrucción estadística de las cifras de la salud pública.
- ¿Sirve la cuarentena eterna y rígida, que en paralelo está hundiendo el país, o lo que sirve, más bien, es que el Gobierno apele, no al miedo, sino a la responsabilidad de cada uno de nosotros, como sucede en Uruguay?
- Es decir: cambiar la palabra miedo o muerte por la de "responsabilidad" y "cuidado", apelando a que cada uno de nosotros practique el protocolo de medidas sanitarias para protegernos del virus.
- Me detengo en la palabra "muerte". Los militantes kirchneristas dicen que quien ose cuestionar algo de la estrategia del Gobierno frente a la pandemia son "militantes de la muerte". Si te metés en las redes sociales vas a ver que una frase muy común de ellos cuando alguien cuestiona algo, es esa: "militando la parca".
- Sin embargo, los que desean lastimar o directamente eliminar físicamente a quienes consideran sus enemigos son aliados del Gobierno. Luis D’Elia propone fusilar a Mauricio Macri en Plaza de Mayo y Pata Medina, gremialista acusado de asociación ilícita, tiene otra variante: colgarlo en Plaza de Mayo. Pablo Moyano quisiera verlo preso y con chaleco antibalas.
- Una maquinaria de escraches en redes y hostigamiento de periodistas, tal como vienen denunciando Luis Majul y Joaquín Morales Solá aquí en LA NACION. También volvió la quema de campos, con el nuevo Gobierno. Fijate la locura de atacar a (casi) la única fabrica de dólares genuinos que tiene la Argentina.
- La economía: el Gobierno está emitiendo a lo loco para afrontar las consecuencias de la cuarentena (no de la pandemia). ¿Eso no generará más inflación en la salida del confinamiento? ¿Y esa inflación no nos dificultará, a la vez, la salida?
- Las preguntas de los argentinos angustiados a un Presidente que habla, pero no responde.
Por Laura Di Marco
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