Las mujeres pertenecen a todos los lugares donde se toman decisiones
"Las mujeres pertenecen a todos los lugares donde se toman decisiones". Esta es una de las tantas célebres frases de la jueza de la Corte Suprema americana, Ruth Bader Ginsburg, fallecida el 18 de septiembre pasado.
Creo que hoy su afirmación tiene más vigencia que nunca. En la actualidad ya resulta injustificable la ausencia de mujeres en cualquier espacio de toma de decisión, por justicia y por mérito. Pero ante los posibles escenarios de la nueva realidad, la participación de las mujeres en las mesas de decisión resulta no solo necesaria, sino urgente.
Los cambios que se venían produciendo en el mundo del trabajo se han acelerado vertiginosamente, a la vez que emergen importantes cambios sociales, económicos, políticos y culturales. La incertidumbre toma preponderancia, y las certezas y paradigmas de antes son cada vez más débiles e inestables. En un contexto de transformaciones tan abruptas, la capacidad de innovación de las organizaciones toma un mayor protagonismo.
En grupos homogéneos es más difícil que surjan ideas disruptivas, por su propia naturaleza. Faltan voces, perspectivas, experiencias de vida que quedan ausentes de la conversación. Cuando todos los miembros del grupo han tenido experiencias y marcos de vida relativamente parecidos, también comparten los mismos "vacíos" de conocimiento vital. Si ninguno es inmigrante, si todos pertenecen a la misma generación, si son del mismo sexo y raza, si todos tienen el mismo tipo de educación, faltará información crítica en la mesa.
Los miembros de los grupos homogéneos comparten los mismos puntos ciegos, y sus decisiones emularán aquellos vacíos, y estarán basadas en una menor cantidad de información. La discusión será menos desafiante a un patrón de pensamiento y razonamiento compartido. Finalmente, habrá menos materia prima de puntos a considerar y por ende, menor cantidad de posibles combinaciones de factores que ponderar en sus evaluaciones.
En el presente, la pertenencia de las mujeres en los espacios de toma de decisión es obligada para toda organización que requiera evaluaciones complejas y riqueza creativa en su análisis crítico, con la mayor cantidad de información disponible sobre la mesa. Aquellas organizaciones que continúen tomando decisiones dentro de grupos sin diversidad, estarán cediendo una gran ventaja competitiva en sus mercados.
Celebremos a Ruth Bader Ginsburg, una jurista inteligente y sagaz, que pudo ver cómo la participación de la mujer en la toma de decisiones de la sociedad no debía ser la excepción, sino la regla. Una regla que hoy se tornó de supervivencia.
Consultora Estratégica