Las "gestiones" de Parva Domus
Escribe Nelson Fernández
Mientras la gestión mediadora de España entre Uruguay y la Argentina avanza a ritmo lento, una particular "república" expresó su satisfacción por haber logrado un encuentro amistoso entre representantes de los dos países en conflicto. De hecho, el canciller uruguayo, Reinaldo Gargano, y el embajador argentino ante Montevideo, Hernán Patiño, compartieron horas de charla fraternal, cena bien servida, un buen vino, tangos, abrazos y emociones.
Todo ocurrió en un curioso rincón de Montevideo, en uno de los barrios más atractivos y caros, donde está instalada la "República de Parva Domus Magna Quies". Se trata de una asociación cultural creada en 1878 que prefiere presentarse como "país independiente" del Uruguay, que tiene su propia Constitución, así como un himno, escudo y leyes que rigen en su predio.
La casona de Punta Carretas donde funciona "Parva Domus" es centro habitual de fiestas en las que sus "gobernantes" y "ciudadanos" se visten con disfraces y desfilan por las calles de "la república". Para los "parvenses", mayo es un mes de fiestas patrias, y decidieron invitar a representantes de los gobiernos de Néstor Kirchner y Tabaré Vázquez como gesto de "facilitación", lo que ha tratado de encarar la corona española.
El presidente de la Parva Domus, Bartolomé Grillo, y su ministro de Gobierno, Eugenio Umpierrez, lograron reunir en amable encuentro a Gargano y Patiño. El diplomático argentino cantó "Por una cabeza", "Tortazos" y "Malevaje". Gargano aplaudió y, cuando lo invitaron a acercarse al piano, admitió: "El canto no es lo mío". Todo, con el típico humor de esta barra de amigos que se consideran un "país aparte" y le reclaman a Uruguay "una salida al mar" negociada.