Las fintech, una oportunidad para crear una economía más diversa
Entre las múltiples consecuencias de la pandemia, hay una que pasó un tanto desapercibida: el freno en el avance de la igualdad de género. El Foro Económico Mundial presentó un informe que afirma que la brecha de género mundial aumentó una generación y que va a tardar alrededor de 276 años en cerrarse. Esto se debe básicamente a que las mujeres están empleadas en sectores más afectados por los encierros y que, si bien hay mayores profesionales calificadas, aún hay una deuda en los puestos directivos.
En términos de género, el documento arroja un crecimiento muy lento en algunos mercados. Un ejemplo claro es el de la informática, donde las mujeres constituyen tan solo el 14 % de la fuerza laboral.
La tecnología ya es una piedra angular en las distintas industrias y sectores, y puede convertirse en una aliada muy valiosa para intentar solventar la problemática de la disparidad de género. “Si queremos una economía futura dinámica, es vital que las mujeres estén representadas en los trabajos del mañana”, dijo Sadia Saahiri, directora general del Foro Económico Mundial, cuando se presentó el informe.
El camino para incorporar a las mujeres al sector no está exento de desafíos. En la Argentina, por ejemplo, una de las pocas industrias que genera empleo genuino es el de la tecnologías de la Información y Comunicación (TIC). De hecho, aún faltan muchos talentos para satisfacer la demanda. El problema es que dentro los perfiles profesionales, solo un 23% son mujeres, según afirmaron especialistas en el programa Igual ICT, de Huawei.
La oportunidad perdida para nosotras puede agravarse si tenemos en cuenta que, según la International Data Corporation, el 65% del PBI mundial estará digitalizado en 2022 y que la industria TIC crecerá un 7,7% en dólares en América Latina durante 2021.
Por eso es fundamental buscar alternativas y una luz de esperanza aparece con las Fintech, empresas del sector financiero que usan la tecnología para innovar. En América Latina, según un estudio de Finnovista y el BID, las mujeres que las lideran o forman parte del equipo directivo ocupan el 35%. Una cifra que toma relevancia si la comparamos con la media global, que indica que solo un 7% de los emprendedores financieros son mujeres.
En Uruguay casi la mitad fueron fundadas por mujeres, señala Finnovista, y más allá de la región, en países como España, hay un 66% de trabajadoras en la industria, según el último reporte Fintech Women Network. A nivel local, un ejemplo que persigue esta tendencia es el de Flexibility, startup argentina que implementa soluciones para la banca digital, y que cuenta con un 43% de staff femenino.
Esto, sin dudas, marca que es una de las industrias de tecnología con mayor potencial en la región para impulsar la igualdad de género en el ámbito profesional. No solo por la actualidad sino por la proyección: las fintech se convirtieron en una boom ante las restricciones de movilidad y están ávidas de reclutar talento.
A su vez, estas tecnologías financieras generan externalidades positivas en las mujeres. Según el Banco Mundial, el 51% de ellas tiene una cuenta bancaria, apenas el 12% ahorra, y 20% dispone de crédito. En la Argentina la cifra es más impactante: solo el 5% ahorra y el 2,9% accede a microcréditos. A partir de ahí, contar con herramientas ágiles y accesibles para la independencia e inclusión financiera se convierte en un objetivo clave.
Dentro de un contexto de tanta incertidumbre, en el que la pandemia golpeó a las industrias, la tecnología se presenta como una de las pocas certezas. Y puede ser el camino para aminorar algunos de los otros daños trascendentales que nos trajo el Covid-19, como el freno en el proceso hacia la igualdad de género.
Desde ahí, las fintech registran cifras que proyectan un futuro alentador en tanto se las lleve al siguiente nivel. De esta forma, podrían ser una alternativa para una economía más diversa e inclusiva.
Licenciada en Administración de Empresas por la Universidad de San Andrés y máster en Economía de Eseade