¿Las amistades prescriben?
Me da tristeza cuando siento que tengo que hacer memoria para recordar por qué nos habíamos amado tanto
A raíz de un entredicho público entre dos actores como Ricardo Darin y Mariquita Valenzuela, se me ocurrido preguntarme si las amistades prescriben. Así como es difícil pensar en "una relación para toda la vida", dentro de este concepto quizás podemos incluir a las amistades.
Hay amigas de la infancia, de la escuela, de la facultad, del trabajo y de la vida. En este mundo tan agitado a veces hay amigas que van quedando en el camino y no es una decisión personal, ellas también nos van dejando.
Hay amigas de la infancia, de la escuela, de la facultad, del trabajo y de la vida
No es nada explícito, ni violento. Es así, simplemente sucede. Quizás porque ya no tenemos los mismos intereses ó quizás al vernos poco perdemos el hábito de relatarnos lo que nos pasa y lo que pasa. Si uno se ve cada "muerte de obispo", no tiene ganas de detallar cada momento no compartido.
También hay amistades de una vez por año. Tengo una amiga que conocí en un viaje y que vive en Nueva York y me da gusto encontrarla cada vez que viajo. Tengo amigas de la época del colegio que recuperé después de muchos años ya que nuestros respectivos maridos de esa época no se tenían simpatía.
Heredé a la hermana de otra amiga que se fue a vivir al exterior y cuyo marido y el mío - de ese momento- se convirtieron en inseparables. Tengo amigas históricas con las que después de tantos años me cuesta conectarme. Pareciera que hablamos idiomas distintos y nos encontramos siempre repitiendo un cliché: "Como estás, bien? Sí, todo bien". O sea, ambas ancladas sin poder avanzar.
También hay amigas que he encontrado en los distintos trabajos y con las que tenemos un mundo cotidiano muy compartido. Pero como no creo que uno pueda tener un millón de amigos, me gustaría pensar que, como todo en la vida, una puede cambiar, pudiendo dejar amigas en el camino, sin enojos, sin rupturas y sin culpa.
Una puede cambiar, pudiendo dejar amigas en el camino, sin enojos, sin rupturas y sin culpa
Confieso que soy una muchacha intensa y me gusta tener una relación frecuente con mis amigas. Ir a tomar café, encontrándonos aunque sea una vez por mes para pasar en limpio algunos acontecimientos de nuestras vidas y distintos sentimientos. También confieso que soy de las que se contactan, no por celular ni por mail, para saber cómo están y después de un saludo y algún comentario me quedo tranquila. Pero necesito que la relación sea mutua. Soy "remadora" profesional, por eso no me gustan los unipersonales, no quiero ser "la que siempre llama", me parece que la amistad es como la pareja, hay que alimentarla. Es una tarea de a dos...
Entonces bien vale la pregunta ¿Cuándo se termina una amistad? ¿Cuál es el momento exacto en que uno se da cuenta de que esa amiga histórica ya tiene poco que ver con uno?. ¿Cuál es la clave que nos hace descubrir que esa charla que antes fluía, hoy se hace difícil, trabajosa y deja un gusto amargo? Es un desafío interesante tratar de evocar las coincidencias que nos llevaron a esa amistad, a ese cariño y no se recuerdan.
Me da tristeza cuando siento que tengo que hacer memoria para recordar por qué nos habíamos amado tanto.