Ladrones
“En este país es más fácil robar que trabajar.” (De Sergio Berni.)
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Robar fue el verbo estrella de la semana que pasó. Muchos ciudadanos indefensos lo conjugaron de la peor manera al comunicar que fueron víctimas de un delito. Otros, como buena parte de la dirigencia política, se dedicaron a practicarlo.
Sergio Berni, ministro de Seguridad del gabinete de Kicillof, venía ya de robarle a Luis Barrionuevo aquella idea de que se necesitaba dejar de robar por dos años en el país. No es un chiste. Berni se quejó -según dijo hace poco- porque que en la Argentina “es más fácil robar que trabajar”. Además de confirmar que nadie hizo caso del consejo de Luisito, en la provincia donde Berni está encargado de garantizar la seguridad de los ciudadanos, se iniciaron en 2022 casi un millón de causas penales: 9,35% más que el año anterior, lo que equivale a casi una denuncia cada dos minutos. La cifra, claro está, no incluye la enorme cantidad de gente que desiste de denunciar por miedo o porque sabe que nada va a cambiar. O sea, a ese 9,35% le falta mucho espesor. Un robo.
En la Capital, Horacio Rodríguez Larreta está robando desesperadamente pantalla en el convulsionado Juntos por el Cambio al pretender aliarse con el peronismo de Juan Schiaretti habiendo sido justamente los diputados de Schiaretti los que avalaron el robo de parte de la coparticipación que les corresponde a los porteños. Una de las víctimas principales del robo larretista es el cordobés Luis Juez, que venía de robar la gran foto con Macri apoyándolo como candidato a gobernador. “Yo tengo cara de boludo, pero la uso en beneficio propio”, lanzó Juez antes de acusar a un consultor de robarle la plata a Larreta para terminar beneficiando al kirchnerismo y a Milei.
Menos mal que fue una fake news lo de la diputada kirchnerista porteña Ofelia Fernández diciendo que, si tuviera hambre, ella también robaría motos. De haberse confirmado, hubiera sido too much, como alguna vez dijo Cristina Kirchner, a quien el fiscal Guillermo Marijuan pidió y logró que sobreseyeran después de haberla imputado por robar fondos públicos para lavarlos en la ruta del dinero K.
Parecería que, si las encuestas esta vez no la pifian, Larreta está siendo víctima de Patricia Bullrich, quien le viene robando intención de votos en forma sostenida, además de lanzarle sablazos verbales a su acercamiento con políticos de otro palo. “Si soy electa presidenta y Milei consigue un bloque de 10 o 12 diputados, podríamos hacer un acuerdo político importante. Prefiero el ‘voto idea’ antes que el ‘voto canje’”.
Que tanta escaramuza política no nos quite el sueño, querido lector. Siempre es mejor un final con susto que un susto sin final.