La visita del presidente Macri a los Estados Unidos
La gira del mandatario y su encuentro personal con Trump apuntaron a sembrar la idea de que la Argentina puede ser confiable para los inversores
El presidente Mauricio Macri completó una rápida y eficiente visita a los Estados Unidos que sirvió para afianzar las relaciones políticas y comerciales con el país del Norte y para consolidar la idea de que la Argentina es hoy, a diferencia de la última década, un país confiable para los inversores internacionales que desea integrarse a la economía mundial.
La visita tuvo dos partes: una signada por los contactos políticos, cuyo centro fue el primer encuentro entre el mandatario argentino y su par estadounidense, Donald Trump . La segunda apuntó a potenciar las relaciones con los sectores empresarios de los Estados Unidos y, en particular, el desarrollo del yacimiento Vaca Muerta, que genera hidrocarburos a partir de la explotación del llamado "shale", con técnicas en las cuales las empresas norteamericanas tienen una clara ventaja competitiva respecto del resto del mundo. Precisamente gracias a ello, los Estados Unidos se han transformado en un exportador de petróleo crudo, cuyo impacto ha sido detener el ascenso vertiginoso de los precios internacionales derivado de un mercado en el que actúa, a la manera de interesado cartel, la llamada OPEP.
Dinamizar la explotación de Vaca Muerta es para la Argentina un claro objetivo estratégico. Por eso el presidente Macri dedicó las primeras horas de su visita a estar en contacto con cientos de empresarios petroleros, consultores y analistas norteamericanos.
Esas reuniones eran prioritarias. Sin la tecnología y la inversión que pueden aportar las empresas norteamericanas, el desarrollo de Vaca Muerta no será lo dinámico ni eficiente que debiera ser. Por esa razón cabe aplaudir el esfuerzo que para el jefe del Estado argentino supuso la primera etapa de su viaje y acompañarlo en la esperanza de que ella haya sido exitosa.
La apuesta incluye ciertamente la posibilidad de transformar a nuestro país no sólo en autosuficiente por un buen tiempo, sino en convertirlo en un exportador más.
Parece evidente que la fórmula laboral acordada para Vaca Muerta, que garantiza tanto la productividad como la paz social, se ha convertido en un incentivo para invertir en ese promisorio yacimiento. Ése es un mérito de la administración actual, seguramente no menor en el análisis de los potenciales inversores, que debiera extenderse a otros sectores de nuestra economía.
Luego de la escala petrolera en Houston, Macri continuó su viaje hacia Washington, donde quedó en la lista corta de los primeros mandatarios que se entrevistaron tempranamente con Trump.
A ello hay que sumar el hecho fortuito de que ambos se conocieron muchos años atrás. Lo cierto es que la empatía quedó de manifiesto en la actitud del presidente norteamericano, quien no ahorró conceptos elogiosos hacia su par argentino, a quien calificó como un "socio en la región".
Trump brindó, incluso, claras señales de que aconsejaba a las empresas de su país invertir en la Argentina, al tiempo que les ordenó a sus funcionarios que resolvieran problemas que aún están pendientes en materia de comercio bilateral. Por añadidura, el secretario de Comercio de los Estados Unidos, Wilbur Ross, le anunció al ministro de Producción, Francisco Cabrera, que finalmente se reabrirá la importación de limones provenientes de nuestro país. Una buena noticia que se suma al aval dado por el gobierno norteamericano a la Argentina para ingresar en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Otras manifestaciones del acercamiento fueron la inclusión de nuestro país en el llamado programa Global Entry, que facilitará el ingreso de los argentinos a los Estados Unidos; una declaración conjunta de cooperación en materia de política cibernética; un compromiso conjunto para combatir el tráfico de drogas, el lavado, el financiamiento del terrorismo y la corrupción, y un consenso sobre la preocupación de ambos gobiernos por la grave situación en Venezuela.
A lo antedicho cabe agregar que el viaje sirvió también para el acercamiento de los miembros más importantes del gabinete del presidente Macri con sus pares norteamericanos, especialmente del jefe de Gabinete, que tuvo oportunidad de reunirse con su par, Reince Priebus. Esto supone que la cercanía operativa no se limite exclusivamente al nivel de los jefes de Estado, y que las relaciones se amplíen más allá del universo estrictamente diplomático.
En síntesis, el propósito central del viaje, de acercar a las dos administraciones, fortalecer el vínculo personal entre ambos presidentes y llamar la atención sobre las posibilidades de inversión en la Argentina, fue cumplido satisfactoriamente.