La urgencia de una Inteligencia Artificial sostenible
La Inteligencia Artificial (IA) está transformando nuestro mundo a una velocidad sin precedentes. Con un gran impulso en 2024, desde la medicina hasta la educación, pasando por distintas industrias y el entretenimiento, la IA está abriendo un abanico de posibilidades que prometen mejorar nuestras vidas. Sin embargo, tenemos en claro que este progreso tecnológico no puede ser a costa del futuro de nuestro planeta.
En un contexto de crisis climática global, no podemos mirar para otro lado: las empresas tecnológicas somos responsables en el desarrollo y la implementación de una IA sostenible.
Los modelos de IA, con su enorme capacidad de procesamiento, demandan una cantidad considerable de energía, lo que se traduce en una huella de carbono significativa. Es imperativo que, como sociedad, establezcamos mecanismos para medir y mitigar este impacto.
El debate de la regulación de la IA en el Congreso es una gran oportunidad para pensar en normas que fomenten una IA sostenible. Esto implica, por un lado, establecer estándares de eficiencia energética para los sistemas de IA; por otro, que las empresas tecnológicas nos comprometamos a medir y divulgar en forma transparente la huella de carbono de los modelos de IA. También, incorporar el impacto ambiental como un factor clave en la evaluación de riesgos de los sistemas de IA.
Al mismo tiempo, debemos aprovechar el potencial de la IA para acelerar la innovación climática. La capacidad de la IA para analizar grandes volúmenes de datos y generar predicciones precisas puede ser crucial para mejorar los modelos climáticos y optimizar la gestión de recursos naturales; asimismo, desarrollar soluciones innovadoras para la producción y el consumo de energía renovable; prevenir y mitigar los efectos del cambio climático, como la deforestación y los desastres naturales.
En este camino hacia una IA sostenible, la colaboración entre el sector público, el privado y la sociedad civil es fundamental. Debemos caminar juntos para garantizar que la IA se convierta en una herramienta poderosa para construir un futuro más justo, equitativo y sostenible para todos los argentinos.
Cada acción cuenta: desde la elección del hardware hasta la gestión de los centros de datos, entre todos debemos esforzamos por minimizar el impacto ambiental con cada innovación. ¿Cómo hacerlo?
Hoy es posible implementar modelos de IA específicos y optimizados, evitando la tendencia hacia modelos genéricos de gran tamaño, que no solo mejoran la eficiencia, sino que también reducen el consumo de recursos y las emisiones de carbono. También, actuando con transparencia: midiendo y divulgando abiertamente nuestros impactos ambientales y lecciones aprendidas para fomentar una comunidad más consciente y comprometida con la sostenibilidad.
Un futuro próspero y sostenible depende de las decisiones que tomemos hoy. Apostemos por una IA que no solo impulse el progreso tecnológico, sino que también contribuya a la preservación de nuestro planeta para las generaciones futuras.
Directora general de Salesforce en Argentina