La tormenta perfecta
E l empleado del Star Ferry salta a la embarcación con la familiaridad del que se siente en casa. Pero es probable que ahora mismo –o un poco antes, o algo después– le sobrevuele la pregunta: ¿hasta cuándo? Porque la empresa, uno de los símbolos de Hong Kong, enfrenta una debacle difícil de aceptar cuando se tiene siglo y medio de existencia. Pasaron terremotos políticos, hubo vendavales históricos y de los otros, y las embarcarcaciones del Star Ferry siguieron surcando las aguas y conectando la isla de Hong Kong con la península de Kowloon. Hasta que en 2019 comenzó la que podría llegar a ser, en lo que a la compañía respecta, la tormenta perfecta. A las manifestaciones de aquel año siguieron los duros confinamientos por el Covid: ningún turismo, apenas movimiento y los barquitos de leyenda al borde de una crisis que nadie quiere suponer final