La riesgosa martingala institucional de la reelección
Ariel Sujarchuk representa la conurbanización definitiva del Estado en la administración kirchnerista. Alberto Fernández lo designó al frente del Ente Nacional de Control y Gestión de la Vía Navegable que creó por decreto para fiscalizar el tránsito marítimo del río Paraná: el 80 por ciento de las exportaciones agroindustriales y el 90 por ciento del tráfico de contenedores con el Paraguay. El intendente de Escobar debutó en medio de un conflicto. Misiones rechaza integrar el directorio del nuevo organismo con Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Chaco y Formosa si la reglamentación del DNU 556 que le dio vida no corrige una omisión llamativa. La jurisdicción del Ente excluye al tramo del río Paraná que pasa frente al puerto de Posadas. Dejaría a cargo de esa terminal el dragado y mantenimiento que cubrirá el Ente hasta que se convoque a una nueva licitación internacional.
La provincia gobernada por el Frente Renovador de la Concordia que controla Carlos Rovira tiene otro reclamo más delicado. Modificar la reglamentación de reserva de cargas que Paraguay y la Argentina imponen a sus buques. Los priva de atracar en puertos que no sean de su propia bandera. Si pudiese utilizar los de flotas guaraníes, Misiones reduciría el 5 por ciento de costo en logística que pesa sobre sus productos: en Santa Fe es uno. Un incremento derivado del transporte en camión o tren.
A cargo del intendente de San Pedro, Cecilio Zalazar, el Belgrano Cargas recorre 800 kilómetros entre Misiones y Buenos Aires a un promedio de 20 kilómetros por hora. La velocidad crucero que los misioneros atribuyen al presidente para resolver sus exigencias. Salazar es dirigente del sindicato de peones rurales, Uatre. Como Sujarckuk, depende del Ministerio de Transporte que gestiona en nombre de Sergio Massa otro intendente: el de General Pintos, Alexis Guerrera.
Al igual que él, su atractivo no reside en la acreditación de antecedentes de idoneidad en esa función. Pero sí en llevar adelante una controvertida apuesta que comparten con otros que Fernández y Axel Kicillof sumaron a sus gobiernos para contribuir con su éxito. Arriesgar el doble de lo que estiman perdido para tratar de recuperarlo todo. Es lo que está implícito en la embestida contra la ley que impide su reelección.
Fernández y Cristina, a través del gobernador bonaerense, compiten por arrogarse colaborar con el beneficio que esperan obtener. Una conquista ligada al resultado de las elecciones. El 14 de noviembre pasaron a ser garantes de la supervivencia electoral del oficialismo en la provincia de Buenos Aires. Entre otras posibilidades, ese rédito les da derecho a enviar una representación del protocolo al acto de esta noche en Plaza de Mayo. Pero también poner en ese nuevo contexto a la asunción de Máximo Kirchner en el PJ. Los legisladores de La Cámpora respaldarán en silencio a los intendentes. A cambio, el hijo de Cristina asumiría en el PJ rodeado del consenso de los intendentes. Aunque no está claro que sea el 19 de diciembre. La ceremonia podría postergarse hasta fines de enero cuando está previsto que se sancione el presupuesto y con él una nueva ley de ministerios.
Le permitiría a Kicillof crear dos nuevas carteras. Medio Ambiente y Cultura que ocuparían las camporistas Daniela Vilar y Florencia Saintout. Igual que las cuatro vacantes que la Corte tendrá desde febrero, la que abrirá la renuncia de Eduardo Grinberg al Tribunal de Cuentas, y dos directos en el Bapro, forman parte del acuerdo global que Martín Insaurralde negocia con la oposición. El jefe del Gabinete choca con dos obstáculos.
Una es la presencia de Kicillof en esas conversaciones. Otra, la dificultad de Juntos para unificar posiciones sobre la reelección: la llave de todo. El de la Corte es un tema urgente. Cualquier fallo que desde febrero reclame mayoría, dejaría a sus tres miembros en inferioridad frente a los conjueces del Tribunal de Casación que se verían obligados a convocar. El dilema del oficialismo y la oposición para los tres lugares que se cubrirán en lo inmediato es el mismo, evitar hacerlo con representantes de otras jurisdicciones. Particularmente de la ciudad de Buenos Aires, para no repetir la experiencia de Sergio Torres. La llegada del exjuez federal a la Corte fue un tributo a Horacio Rodríguez Larreta de María Eugenia Vidal en su gobierno. La pelea de la UCR en el Congreso preocupa a los asesores del jefe del Gobierno porteño. Sobre todo por su sociedad política con Martín Lousteau.
La disputa con Gerardo Morales por el derecho a conducir el bloque de Diputados con acusaciones cruzadas sobre quién prestó más o menos colaboración al gobierno, parece dejar fuera de toda duda que esa podría ser una paradójica coincidencia entre el economista y el gobernador de Jujuy. Según parecen reconocer, ambos lo hicieron. Los dos están ensañados en competir por la conducción de la UCR.
El apartamiento de Sandra Arroyo Salgado de la causa en la que se procesó a Claudio Scapolán por liderar una asociación ilícita vinculada al narcotráfico podría ser otra inquietud. Maximiliano Jarisch pidió la medida contra la jueza federal de San Isidro que lo hizo detener a fines de 2020. Jarisch fue liberado por falta de mérito. Hasta entonces, era secretario de Scapolán, fiscal y extitular de la Unidad Delitos Complejos en San Isidro.
Scapolán intervino en la causa por el robo al domicilio de Massa en 2013. El exfiscal de Pilar, Washington Palacios, lo acusó de fraguar las actas policiales con el dinero sustraído en el siniestro. Juntos tuvo que retirar del Senado bonaerense el pliego de Jarisch, al que habría propuesto para ascender a fiscal gracias al aparente padrinazgo de Daniel Angelici. A Angelici se le atribuyen gestiones a través de Diego Marías para cerrar el juicio político en el Consejo de la Magistratura contra Federico Villena.
Marías representa a los abogados de la ciudad. Villena es juez federal en Lomas de Zamora. El primero en investigar el supuesto espionaje ordenado por Mauricio Macri en su gobierno contra Cristina. Marías formaría parte de los contactos judiciales compartidos por Angelici y Rodríguez Larreta. La amistad con Massa es uno de los cuestionamientos que Elisa Carrió formula al jefe del Gobierno porteño.
Los gobernadores del PJ siguen con atención este escenario. También el aparente declive que perciben en el rol de Juan Manzur. No descartan que el clima de incertidumbre que reina en la Argentina Fernández decida ir por su reelección. La relación con los intendentes será clave para cualquier aspirante a esa candidatura. El poder que están cobrando en el gobierno no sería ajeno al recorte de poder al jefe del Gabinete. Los gobernadores optarían por recluirse en sus provincias. El de San Juan, Sergio Uñac, designó a Alberto Hensel como su nuevo jefe de Gabinete. Para asumir Hensel renunció a la secretaría de Minería, que ocupó hasta ayer en el gobierno nacional. A los caudillos provinciales les causó sorpresa que el presidente delegue en Sujarchuk la resolución de un conflicto que involucra a los que comparten jurisdicción con la hidrovía, pero también sin antecedentes en una negociación diplomática con un país limítrofe. Se lo atribuyen al efecto de la martingala institucional puesta en marcha para la reelección de los intendentes. Una riesgosa similitud con la estrategia de juegos de azar más frecuente en jugadores compulsivos.