La Repregunta. Emilia Ahvenjärvi: “En Finlandia, hay exámenes para entrar a la secundaria superior y a la universidad”
Representante del ministerio de Educación y Cultura de su país para América Latina, la especialista asegura que un sistema educativo puede ser exigente sin excluir, garantizando una sólida escuela primaria y recursos formativos en interacción con el mundo laboral
“En Finlandia, hay selección para ingresar a la secundaria superior, para conseguir la vacante en la escuela deseada, aunque no es excluyente porque la educación es obligatoria hasta los 18 años y el lugar en el sistema está asegurado”, explica. “La secundaria técnico vocacional no es una opción de segunda sino que es la elección de un 43% de los alumnos que termina la enseñanza básica. Cada vez es más popular”, señala. “La formación técnico profesional de la secundaria superior resulta atractiva para los estudiantes porque, en tres años, obtienen un certificado reconocido realmente por los empleadores en el mercado laboral”, analiza. “Dentro de la formación técnico profesional, nos parece obvio que tiene que haber una conexión muy estrecha con el mundo laboral”, sostiene. “La equidad se establece en la educación inicial infantil y en la educación básica”, dice. “Para la universidad, todos los estudiantes tienen que pasar por procesos de selección”, detalla. “Hay una tercera opción, un año extra de maduración para los adolescentes que aún no están preparados para decidir cuál de las otras dos opciones quieren seguir o para alumnos que necesitan mejorar las notas de la enseñanza básica”, describe. “Desde las dos ramas de la secundaria superior, se puede optar por asignaturas y cursos en la otra rama”, afirma y agrega: “En el sistema educativo de Finlandia nunca ha callejones sin salida”. “Los representantes del mundo laboral están completamente insertados en el proceso formativo de la secundaria superior técnico vocacional y en la evaluación de las capacidades de los alumnos”, explica y desarrolla: “Es un pacto entre los centros de formación y el mundo laboral para asegurar que en el futuro tengamos los profesionales que necesitamos con las capacidades que necesitamos para el mundo laboral”, responde para diferencia el funcionamiento de la educación vocacional técnica en Finlandia de los debates que se dan En Argentina en torno a las prácticas profesionalizantes donde parte de la opinión pública cuestiona que los alumnos terminan siendo mano de obra gratuita para las empresas.
La especialista en educación, la finlandesa Emilia Ahvenjärvi, estuvo en La Repregunta. Ahvenjärvi es la representante del ministerio de Educación y Cultura de Finlandia para América Latina y es la consejera en educación y ciencias de la Embajada de Finlandia en Argentina.
De la meca de los teléfonos Nokia a la nación de los videojuegos donde nació Angry Birds y Clash of Clans, ¿cómo funciona en Finlandia la vinculación entre educación secundaria y mercado de trabajo, un tema que siempre dispara polémica en Argentina? Ahvenjärvi analizó estas cuestiones.
Ahvenjärvi es Licenciada en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y tiene estudios de posgrado en educación en Finlandia.
Aquí, la entrevista completa.
El modelo de educación finlandés y la escuela secundaria
-El modelo educativo finlandés es considerado desde hace tiempo como un ejemplo a seguir por su rendimiento en matemática y lengua pero también por una vinculación virtuosa entre el mundo educativo, en el nivel de la secundaria sobre todo, y el mundo del trabajo. ¿Cómo funciona la orientación laboral, que tiene un peso importante dentro del nivel de educación secundaria en Finlandia?
-En la educación secundaria superior, en la rama técnico vocacional, la demanda del mundo del trabajo es imperativa en cuanto a la organización de la formación de los contenidos y las competencias que se requieren de los estudiantes. En 2018, Finlandia hizo una reforma importante en la formación técnico profesional del nivel de educación secundaria superior. Se estableció un sistema modular de estudios y un plan individualizado para cada estudiante que tiene en cuenta las capacidades que adquirió antes. El objetivo es que sus planes de estudio estén bien enfocados en lo que realmente necesitan aprender. Además, los representantes del mundo laboral están completamente insertados en el proceso formativo y en los momentos en que son evaluadas las capacidades adquiridas en los estudios.
-¿Cómo se bifurcan los caminos que puede seguir un alumno que termina la educación básica o “comprehensive school”, que en la Argentina sería la primaria más años iniciales del secundario?
-La educación básica es de 9 años, desde los 7 años hasta el año que el alumno cumple 16 años. En esos 9 años, no hay ramas que se bifurcan hacia un lado más académico o más técnico. En la enseñanza básica sí hay algo de optatividad en las asignaturas. En el curriculum nacional, también se tienen en cuenta competencias transversales que más tarde serán útiles en la vida laboral como, por ejemplo, pensamiento crítico, competencias en tecnologías de información y comunicación, capacidad de emprendimiento, trabajo en equipo, autogestión para el aprendizaje.
-Son capacidades para la vida laboral y la vida de estudio más orientada a lo vocacional laboral pero también a lo académico. Si alguien quiere seguir en la universidad, esas habilidades también son importantes.
-En realidad, son habilidades ciudadanas de los ciudadanos del Siglo XXI, realmente necesarias tanto en la vida académica como en la vida laboral. Son necesarias en toda la vida tanto profesional como personal.
Bachillerato vs educación técnico profesional
-Al llegar a esta edad, los 16 años, los estudiantes tienen que optar por dos posibilidades a la hora de terminar el secundario. ¿Cuáles son esas dos posibilidades?
-En realidad, son tres posibilidades. Por un lado, una opción es hacer la secundaria superior en un liceo de bachillerato. La segunda opción es cursar la secundaria superior en la formación técnico profesional o vocacional. Hay una tercera opción, minoritaria, que es para los jóvenes que aún no están preparados para decidir cuál de las otras dos opciones quieren seguir o para alumnos que necesitan mejorar las notas de la enseñanza básica. En ese caso, hay un año adicional, un tiempo extra de maduración. Entre las dos opciones prioritarias, el porcentaje de alumnos que decide seguirlas es más o menos similar. La secundaria vocacional no es una opción de segunda sino que es la elección de un 43% de los alumnos que terminan la enseñanza básica. Cada vez es más popular, más elegida.
El planteamiento dentro del sistema educativo finlandés es que nunca hay callejones sin salida sino que en cualquier momento de la vida y de la carrera profesional se puede seguir estudiando y mejorando las competencias que se van necesitando en distintos momentos.
-Es decir que del 100% de los chicos que llega a esa edad clave de decisión, cuando terminan su educación básica a los 16 años, el 43% se decide por la rama de la educación técnico vocacional. ¿El otro 57% sigue el bachillerato pensando en ingresar a la universidad?
-Sí. Es un bachillerato que ofrece una base sólida de conocimiento general. Incluye orientaciones matemático científicas o más humanísticas y con foco en las ciencias sociales. Pero no es obligatorio hacer esa elección mientras se está en la escuela secundaria superior. Es importante señalar que ninguna de estas opciones, ni el bachillerato ni la educación técnico profesional, impide seguir estudiando después en la educación superior. El planteamiento dentro del sistema educativo finlandés es que nunca hay callejones sin salida sino que en cualquier momento de la vida y de la carrera profesional se puede seguir estudiando y mejorando las competencias que se van necesitando en distintos momentos.
-Es decir que aquel chico que decide seguir la secundaria técnico vocacional no tiene vedado ingresar a una carrera universitaria menos vinculada con el mundo laboral y el mercado de trabajo.
-Exactamente. Hay diferentes vías para seguir en la educación superior. Estas dos opciones están interconectadas: los chicos que están en la enseñanza vocacional podrían optar por clases de matemáticas en los liceos de bachillerato si están apuntando a una carrera de ingeniería, por ejemplo.
-¿En una carrera en una universidad de ciencias aplicadas?
-Sí pero además, la vía vocacional no impide el acceso a universidades científicas, más allá de las universidades de ciencias aplicadas. Obviamente, las universidades tienen un proceso de selección y todos los estudiantes tienen que pasar por esos procesos de selección.
Finlandia, educación equitativa y de calidad
-¿Se refiere al examen de matriculación al final del secundario?
-Sí, exactamente
-Finlandia es un país con un legado socialista y un presente de libre mercado desarrollado pero con un Estado de bienestar fuerte y equitativo. Para la Argentina representa una curiosidad que, al terminar el secundario, haya una selección de aquellos quieren entrar a la universidad.
-Sí, y de hecho en el nivel secundario superior ya hay una selección. Cuando se termina la enseñanza básica obligatoria, los alumnos se postulan para ingresar a un liceo de bachillerato o a un centro de educación técnico vocacional. Eso sí, como se ha subido la edad de obligatoriedad de estudios hasta los 18 años, los proveedores de educación tienen la obligación de asegurar una vacante de estudios para los estudiantes. La selección que se hace al final de la educación básica significa que no siempre el estudiante consigue la plaza que estaba buscando.
-Es decir, tiene asegurado un lugar pero no necesariamente en la escuela en la que querría estar.
-Sí, exactamente.
-¿Es nuevo esto de poner un examen para ingresar al secundario al final de lo que en Argentina es la escuela primaria y en Finlandia es la escuela básica?
-Dentro de la enseñanza básica, que dura nueve años, no hay selección en ninguna escuela finlandesa. Sí hay selección para ingresar al nivel de la secundaria superior pero en general, salvo en ciudades más grandes, no es una selección excluyente en el sentido de que no hay tanta competencia por las plazas existentes.
-Más adelante, hay otra selección para entrar a la universidad. Este sistema de selección y filtros se da en un sistema muy equitativo, algo que suena muy contracultural para los debates que se dan en Argentina.
-Consideramos que la equidad se establece en la educación inicial infantil y en la educación básica. Allí es donde se establecen las bases para poder estudiar después en la secundaria superior y en la educación universitaria o en el nivel terciario.
-¿El argumento sería que, en la medida en que la equidad está garantizada en la educación básica, competir por los lugares en la universidad es visto como socialmente justo?
-Exactamente. Además, los alumnos pueden contar con subvenciones económicas para poder estudiar tanto en la secundaria superior como en las instituciones de educación superior.
-En el marco de esta política de exámenes de ingreso a la universidad, las carreras universitarias son muy restrictivas. La tasa de aceptación a los estudios universitarios para ser docente, por ejemplo, es apenas del 10%. ¿Qué hacen con sus vidas los estudiantes que quedan fuera de la universidad?
-Después de la secundaria superior, los estudiantes empiezan a preparar su examen de ingreso a la universidad o a la universidad de ciencias aplicadas. Mientras tanto, también suelen buscar un trabajo o tomarse un año para conocer otra cultura, aprender otro idioma, generar nuevos conocimientos en la vida laboral o en otros estudios que los preparan para la carrera. Hoy en día hay un cambio: el certificado del bachillerato o de la escuela vocacional tiene un peso mayor dentro del proceso de ingreso y ya no tiene tanto peso el examen de ingreso. Se puede ingresar también en base a las notas que se traen del nivel anterior, la educación secundaria superior.
El título de secundaria técnico profesional
-Si uno piensa en el universo de chicos que termina el secundario tanto en el bachillerato como en la educación técnico vocacional, ¿qué porcentaje de los chicos entra a la universidad ni bien terminan el secundario?
-Si hablamos de la rama vocacional, su objetivo principal es preparar profesionales para trabajos técnicos.
-¿El ingreso al mundo laboral se da directamente? ¿No pasan por la universidad de ciencias aplicadas?
-Directamente. Después, pueden entrar a la universidad de ciencias aplicadas y de hecho, lo que hacen muchos jóvenes es empezar en la vida laboral y después, continuar estudiando. Pero la rama de formación técnico profesional de la secundaria superior está dirigida a obtener cualificaciones reconocidas en el mundo laboral. Por eso, resulta atractiva para los estudiantes, porque en los tres años de secundaria superior, los jóvenes consiguen un certificado reconocido por los empleadores.
-Es decir que el certificado que obtiene un egresado de escuela secundaria vocacional técnica le permiten competir por posiciones de trabajo interesantes en el mundo laboral
-Sí.
-¿No son posiciones que el mercado laboral relega, con peores sueldos y sin posibilidad de crecimiento sino que es el inicio de una carrera laboral con posibilidades?
-Sí, por supuesto
-Lo planteo porque si uno compara con la Argentina, el título secundario es necesario para entrar al mercado laboral pero no alcanza. El estudiante va a tener que buscar un título terciario o universitario para poder construir un camino de mayor competitividad. ¿Cómo funciona en Finlandia el futuro para un estudiante que terminó el secundario con el título técnico vocacional?
-Obviamente hay trabajos que requieren una titulación universitaria pero también hay muchos trabajos en el mercado laboral que requieren solamente una titulación de secundaria superior que, además, muchas veces son estudios exigentes. Aquí, quiero destacar que este sistema de enseñanza vocacional no solo está dirigido a jóvenes sino también a adultos que ya están en el mercado laboral pero que, por alguna razón, quieren seguir formándose o necesitan seguir formándose. Hay un cambio tan dinámico, con nuevos puestos de trabajos y otros que desaparecen, que hay una necesidad constante de seguir formándose. Este mismo sistema al que se insertan los chicos que optan por la formación técnico profesional sirve para los adultos que se están formando.
¿Cuán cerca tiene que estar la escuela del mundo laboral?
-En la Argentina se da una cierta reticencia a establecer vínculos más estrechos entre la escuela secundaria y el mundo del trabajo. La Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, implementó una escuela secundaria de mayor aproximación entre esos dos mundos a partir de una especie de pasantías o prácticas profesionalizantes en los últimos años del secundario. Viene generando mucho debate. Uno de los argumentos a favor es que es una opción muy buena especialmente para los alumnos de menores recursos, que tienen menos capacidad de construir una red de contactos y las prácticas en lugares de trabajo aporta en ese sentido, y que necesitan salir más rápidamente al camino laboral. Usted planteaba que la educación vocacional técnica es muy exigente y muy valorada por el mundo del trabajo. ¿Es prestigioso seguir esa rama de escuela secundaria o se ve como una opción, sobre todo, para los estudiantes de menores recursos?
-En cuanto a los estudiantes de menores recursos, por los estudios de la OCDE, sabemos perfectamente que el origen socioeconómico y, sobre todo, la formación que tienen los padres de un estudiante inciden en su capacidad y en sus decisiones sobre los estudios. Sin embargo, Finlandia es de los países de la OCDE donde esta incidencia del origen socioeconómico es menor. Ahora, dentro de los que eligen la opción técnico profesional sí hay estudiantes de familias de menores recursos pero no es solamente la opción para ellos. Es una opción para estudiantes que quieren tener una certificación profesional reconocida en el mundo laboral lo más rápido posible y que, tal vez, más adelante se plantean si quieren seguir estudiando una carrera en la educación superior.
-Supongamos que un estudiante de secundaria técnico vocacional obtiene su título de secundaria y se postula para una posición en el mercado laboral, ¿está en condiciones de competir con un estudiante que está haciendo una carrera en la universidad de ciencias aplicadas o en una institución de nivel superior no universitaria de perfil técnico vocacional? ¿O compite con desventajas?
-Sí, en algunos casos podría ser pero no tiene porqué serlo porque se está postulando a puestos profesionales para los que ha recibido una cualificación.
-¿Pero el mercado de trabajo le reconoce como un candidato que está a la altura de esa competencia por esa posición?
-Sí, todas las certificaciones están completamente reconocidas por el mercado laboral y los representantes del mercado laboral están incluidos, insertados en el proceso formativo y en las evaluaciones de las capacidades adquiridas. El mercado laboral está involucrado en la formación de esas personas que van a aplicar a los puestos que se ofrece.
-En la Argentina, una empresa automotriz quiso contratar estudiantes con el secundario terminado y le costó encontrar pero, además, entre los egresados de secundaria que encontró, detectó que no podían comprender textos muy básicos con indicaciones o resolver problemas matemáticos básicos, necesarios para desenvolverse en una planta industrial. Lo que usted plantea es que en Finlandia, al contrario, las empresas están metidas en el proceso educativo, influyendo en los objetivos y supervisando ese proceso de aprendizaje. ¿Cómo recibe la sociedad esa articulación tan refinada entre la escuela secundaria y el mundo empresario?
-Dentro de la formación técnico profesional, nos parece obvio que tiene que haber una conexión muy estrecha con el mundo laboral porque el objetivo de este nivel de formación es producir profesionales cualificados para el mundo laboral. Ahora, si hay fallas en comprensión lectora o en matemáticas y en resolución de problemas, probablemente esas fallas vienen de un nivel anterior de la educación. En ese caso, tendríamos que ver cuáles son los problemas que hacen que no se alcanzan esos conocimientos requeridos más tarde en la vida profesional.
-En el caso de educación de los liceos con bachillerato, donde el objetivo es terminar la secundaria ir a la universidad, ¿no tiene ninguna instancia de relación con el mundo laboral? Un estudiante que esté haciendo ese camino en la escuela secundaria, ¿tiene la opción de hacer prácticas en el mundo laboral?
-Desde las dos ramas de la secundaria superior, se puede optar por asignaturas y cursos en la otra rama. También, de esta manera, sería posible que un joven que está en el bachillerato opte por materias más cercanas al mundo laboral del lado técnico profesional aunque no no es esa la finalidad de la certificación de los liceos de bachillerato.
-¿El alumno que termina el secundario con un título de bachillerato no puede entrar al mercado laboral directamente?
-Podría intentarlo pero no tiene una certificación reconocida para el mercado laboral.
-¿Tiene una desventaja comparado con el alumno que termina el secundario con esa cualificación técnica?
-Sí respecto a trabajo técnicos calificados. Quiero señalar algo: en la enseñanza básica también hay posibilidades de inserción en el mundo laboral. Los estudiantes pasan uno o dos días en un lugar de trabajo que hayan elegido y que les haya interesado. Así pueden ver cómo es el día de trabajo
-¿Esto es un día por semana durante todo el año o es unos pocos días al año?
-Es unos días. Es parte de la asignatura de orientación de carrera.
-Del 43% que elige la rama técnico vocacional, ¿cuántos de esos chicos tiene un nivel socioeconómico bajo?
-No sabría decirte un porcentaje exacto ahora mismo y tendríamos que definir también cuál es el nivel económico bajo. Como sabes, el nivel de salarios, los niveles económicos están más igualados por la imposición fiscal. Las diferencias económicas en nuestro país no son tan grandes como en Argentina o en otros países de América Latina.
-En términos del prestigio social de cada rama, el secundario del liceo con bachillerato para ir a la universidad o el secundario con la certificación para el mercado de trabajo, ¿cuál es la opción más deseada? El prestigio también es un tema en educación.
-Tradicionalmente, el título de bachiller que se obtiene en los liceos de bachillerato ha sido muy apreciado en la sociedad. Era algo que los padres desean que sus hijos obtengan. Y por qué significaba ese acceso a la universidad para hoy en día creo que tenemos una postura más práctica respecto a este tema no es tan especial o tan particular tener el título de bachiller como tal vez era antiguamente y por eso se ve que que ambas opciones Son son apreciadas y se ven como como una buena opción para los jóvenes.
Finlandia, la educación técnico vocacional y las habilidades del futuro
-Vayamos al modo en que se lleva adelante esa articulación educación y trabajo en estos años finales de la secundaria finlandesa. Hay una un índice muy interesante, el World Wide Education for the Future Index (Índice de Educación Global para el Futuro). Finlandia lidera el ranking de 50 países y le siguen Suiza, Nueva Zelanda, Suecia, Canadá. Deja claro que Finlandia, a través de su sistema educativo, ha sido la más inteligente a la hora de desarrollar las habilidades que se necesitarán en el mercado de trabajo atravesado por la revolución tecnológica, la Cuarta Revolución tecnológica. Usted mencionó el peso creciente de una educación modular y muy personalizada. ¿Cómo es la educación de un estudiante de 17 años? ¿Asiste a clases magistrales, va a talleres técnicos, se forma en parte en una empresa, sigue con materias clásicas como matemáticas o lengua?
-La formación técnico profesional en la secundaria superior empieza con la creación de un plan individualizado de aprendizaje. Ese plan se crea a partir de pruebas de capacidades previas y de la trayectoria anterior del alumno. Los estudiantes cuentan con orientadores de estudios que los ayudan con el plan. Dentro de los estudios, hay módulos, una parte teórica y otros estudios que se realizan en la escuela dentro de ambientes que simulan el entorno de trabajo real. Hay otra parte de la formación que se realiza en la vida laboral. En la última reforma, se decidió precisamente un aumento del peso de la vida laboral dentro de la formación y también, una mayor presencia dentro de los estudios por parte de los representantes de las empresas del mundo laboral.
-¿Cómo se manifiesta en concreto ese aumento de la presencia de los representantes del mundo laboral en la secundaria superior de orientación técnico profesional?
-En todas las muestras de capacidad, las evaluaciones están a cargo de los docentes pero también del representante del puesto de trabajo.
-Es decir, hay una evaluación de las capacidades del estudiante. Más allá de las capacidades que certifica la escuela básica, ¿qué tipos de capacidades se evalúan?
-Depende de cada profesión, por ejemplo, peluquería. Dentro del proceso de formación de la persona que está aprendiendo esa profesión, hay un representante del mundo laboral de la peluquería.
-¿El objetivo es ver cuántas capacidad y habilidad ya desarrolló el estudiante y no hacerlo repetir la formación de habilidades que ya desarrolló?
-Sí. Además, cuando el estudiante está cumpliendo con responsabilidades en un puesto de trabajo, también allí hay un plan de estudios y un instructor de aprendizaje. No es simplemente enviar al estudiante a ver qué es lo que pasa en el lugar de trabajo sino que realmente hay tareas establecidas, objetivos, qué es lo que se aprende dentro de esa práctica laboral.
-Uno de los cuestionamientos que parte de la opinión pública le hace al proyecto de secundaria más vinculada al mundo del trabajo de la CABA es que los estudiantes son usados como mano de obra gratuita para las empresas, como ahorro de costos para la empresa. ¿Hay algún tipo de reclamo en Finlandia en ese sentido?
-Que yo sepa, no, no hay ese tipo de quejas. En realidad, la empresa y el puesto del trabajo también tiene que poner un instructor. En ese sentido, no diría que es un gasto extra pero sí es una inversión que hace la empresa. Es como un pacto entre los centros de formación y el mundo laboral para asegurar que en el futuro tengamos los profesionales que necesitamos con las capacidades que necesitamos para el mundo laboral.
-Entre los alumnos que siguen la rama técnico vocacional, ¿cuál es la tasa de egreso comparada con los chicos que siguen la rama que los lleva hacia la universidad?
-Es mayor la tasa de deserción en el lado técnico profesional. Está en torno a 12%. En la rama del bachillerato, es algo menos de 2%.
-¿Han elaborado algún análisis en torno a los motivos de esa diferencia?
-Tiene que ver con capacidad de estudio de los alumnos que eligen una y otra rama, con su rendimiento en los estudios, con el éxito anterior en los procesos de aprendizaje.
-Es decir que se está dando algún tipo de desigualdad entre uno y otro perfil de alumno secundario.
-Sí. Justamente hemos tratado de incidir en este tema a partir de la decisión de elevar la edad de estudios obligatoriedad de estudios para que así también reciban más apoyo a través de los centros para seguir toda la trayectoria.
De la gestión local a la internacional
▪ Formación. Licenciada en Historia por la Universidad Complutense de Madrid; Historia y Ciencias Sociales en su país.
▪ Proyección diplomática. Desde 2018, consejera de Ciencias y Educación de la Embajada de Finlandia en Argentina.
▪ Apuesta global. Integra el Team Finland Knowledge, red de colaboración orientada a la internacionalización de la Educación Superior e Investigación finlandesas.