A continuación, la desgrabación de los principales conceptos
- Esta semana, nuestro colega Luciano Román publicó un artículo que fue muy leído en la web de LA NACION. Fue muy debatido en redes porque tocó una cuerda muy profunda de la argentinidad, una cuerda que fue tratada en películas muy exitosas, de distintas épocas.
- El artículo reflejaba el dilema de irse o quedarse en el país de amplias franjas de clase media, que resurge ante cada crisis fuerte que vive la Argentina.
- Debajo de esa fantasía, hay muchas emociones: desilusión por el cambio que no se produjo, agotamiento por haber apostado muchas veces y haber perdido y miedo por el futuro de los hijos y por lo que vendrá.
- La pandemia ahondó la grieta moral.
- Es decir, dejó ver con más claridad que hay dos argentinas con valores muy diferentes.
- Por un lado, hay argentinos que quieren vivir de lo que generan, ahorrar, progresar. Es decir, reivindican el ideario de nuestros abuelos y bisabuelos inmigrantes. Es la Argentina que se indigna frente a la corrupción y cree en la autonomía y el mérito personal.
- Por otro, hay una Argentina, que se siente cómoda dependiendo del Estado, descree del progreso a través del mérito propio y relativiza la corrupción.
- Simplificando al máximo la cuestión: hay una Argentina que se siente cómoda sin trabajar y otra que se siente profundamente indigna y violentada puesta ante la misma situación, y esta grieta atraviesa clases sociales.
- Algo a remarcar: la ayuda estatal a la población vulnerable es muy necesaria en un país con un 50 por ciento de pobres, durante una crisis (pandemia). El problema es que la Argentina vive en crisis y la ayuda se eternizó.
- Hay una Argentina que ve al jubilado de Quilmes como una víctima y otra que lo ve como un victimario. Hay un avance del delito en el conurbano, de la mano de los narcos y los barrabravas, el delincuente muerto era de la barra de Quilmes.
- Voy a traducir las voces de la clase media desilusionada:
- "Volví a la Argentina en 2001 porque, a pesar del momento tremendo que vivíamos, había clima de nacimiento. Hoy, en cambio, siento que vamos a un pozo más profundo", dice un importante referente del mundo de la cultura. "Te expulsan", dice otro actor muy célebre que está pensando en hacer las valijas. Nadie quiere decir esto en público porque se expondría a un escrache colectivo del núcleo duro k. Sienten que la Argentina expulsa a quien podría salvarla.
- Algo para mirar y que muestra un cambio. La AEA (las principales empresas del país) y la CGT se reunieron y dicen: no queremos otro default.
- Reconocen que la reactivación de la economía pospandemia no es desde el Estado, sino apostando a la iniciativa privada. la novedad: la CGT lo respalda.
- Hoy arrancó formalmente la instalación del tema de la reforma judicial :¿cuál es fondo de la cuestión? La agenda pública del presidente Alberto Fernández la presenta como un objetivo muy noble: mejorar la calidad de la Justicia, pero hay sospechas de que la agenda oculta del kirchnerismo es otra: nada menos que sacarse de encima jueces que no serían funcionales para perseguir a funcionarios de Mauricio Macri, tal como Cristina Kirchner pretende.
- El Gobierno busca forzar vacantes, sobre todo, dos en Comodoro Py:Bruglia y Bertuzzi y en el tribunal oral federal. Buscan la silla de Castelli, que participará del juicio por los cuadernos.
- Me impactó la denuncia pública de Viviana Canosa por mensajes intimidatorios del Presidente. Me impactó porque parece que el Presidente tiene especial saña con las mujeres periodistas: primero Mercedes Ninci, después Silvia Mercado, Luciana Geuna, Cristina Pérez y ahora Canosa.
- El Presidente nos manda a estudiar -el prejuicio machista sobre las mujeres es que no somos lo suficientemente capaces para cuestiones del mundo público-, nos dice que nos equivocamos y que lo que decimos se nos volverá en contra (Canosa) o nos dice que nos creemos más de lo que somos (que es otra manera de cuestionar nuestra capacidad), como fue mi caso.
- Esto nunca lo conté, pero como hoy me quedó claro que es un tema que excede lo personal, lo cuento.
- Antes y después de su nominación invité reiteradamente al Presidente a La Trama. Nunca aceptó venir. Un día le señalé por WhatsApp que me parecía una contradicción con su declamado feminismo que no viniera a casi uno de los pocos programas políticos conducidos por una mujer.
- El respondió con una chicana: "Veo que tenés una autoestima fantástica". Siguió sin venir. Parece que el Presidente tal vez se siente más cómodo con periodistas, varones o mujeres, que no le hacen preguntas sobre sus muchas contradicciones.
Por Laura Di Marco
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