La maternidad como arma
Hay algo obsceno en quedar embarazada de un hombre que no quiere tener hijos de esa mujer
Las mujeres tenemos el privilegio maravilloso de engendrar. Este don de la naturaleza puede ser ejercido con dignidad, con amor, con conciencia. Pero también con inconciencia o con fines poco éticos.
Hay mujeres que no pueden elegir. No tienen la capacidad psíquica o económica para tomar una decisión que las haga felices. Simplemente no pueden. Pero hay otras que teniendo todas las posibilidades a su alcance buscan un camino difícil de comprender.
Hay millones de razones por las que una mujer quiere ser madre. Engendrar un hijo implica una responsabilidad enorme, que no puede abandonarse a lo largo de toda una vida. Algunas razones pueden tener que ver con crear una familia con su pareja, otras con brindar ese amor tan profundo por los niños a los propios, también hay quienes cumplen un mandato ser madres sí o sí, en fin.
Siempre pensé que tener hijos para salvar una pareja era una utopía
Hay madres solteras, hay parejas del mismo sexo que desean ser madres. No me voy a ocupar de las mujeres que quedan embarazadas por accidente.
Quiero referirme a casos muy públicos de mujeres que usan la maternidad como arma. Para retener a un hombre que ya perdieron. A mujeres que tienen relaciones con señores poderosos que usan su maternidad para incrementar su patrimonio. Hay algo obsceno en quedar embarazada de un hombre que no quiere tener hijos de esa mujer. También es cierto que el 50% de la responsabilidad de un embarazo es de los hombres. Pero como defensora de los derechos de la mujer, de eso ya di cuenta en muchísimas ocasiones. Esta vez, me hacen reflexionar los casos públicos de embarazos de parejas en crisis que hacen de una relación sexual un trofeo.
Siempre pensé que tener hijos para salvar una pareja era una utopía. Ni hablar de cuando ni siquiera hay una pareja. ¿Cómo será la vida de ese hijo fruto de una estrategia poco amorosa?