La larga cuarentena, un duro castigo a la inversión
Ha sido llamativa la reducción de los precios implícitos de la inversión bruta interna fija de Argentina que ha ocurrido en el segundo trimestre de 2020. Consecuencia de esta reducción, en moneda corriente la inversión bruta interna llegó al 9,5% del PIB de ese trimestre y a 12,5% de la inversión en moneda constante de 2004 en relación con el correspondiente PIB en esa moneda. Esta reducción de precios nominales es muy llamativa, pues implica una caída de los precios de los bienes de inversión. Entendemos que esta reducción es consecuencia de la larga cuarentena a la que está sometido el país y que trajo como consecuencia la mencionada reducción de precios nominales, como hemos dicho.
Cuando hablamos de la inversión en el sentido macroeconómico nos referimos no a los plazos fijos o acciones o bonos del Estado, sino a los bienes y servicios destinados a la inversión. Es decir, por ejemplo, la construcción o los equipos durables de producción. Entendemos que esta caída de los precios nominales de los bienes de inversión se debe a los efectos de la pandemia que redujo mucho la demanda de estos bienes hasta lograr este efecto de los mismos de -11% en el segundo trimestre de 2020 en relación con el primer trimestre de este mismo año.
Esta caída de los precios nominales de los bienes de inversión se debe a los efectos de la pandemia que redujo mucho la demanda de estos bienes
Medido en moneda corriente, es decir, a los precios efectivos del mercado, esta inversión era en los inicios de 2018 de alrededor de 15% del PIB en la misma moneda, cifra que fue bajando en su proporción al Producto corriente a 13,5% para el segundo trimestre de 2019 y ahora se encuentra en el 9,5% de dicha producción libre de duplicaciones o PIB corriente del segundo trimestre de 2020.
Teniendo en cuenta que la amortización del capital del país, por ejemplo los pozos en algunas calles o rutas y demás depreciaciones, son cercanas al 14/15% del producto, esto significa que hace varios años que la inversión neta interna no está aumentando el capital del país, sino que incluso está disminuyendo el mismo. Esto tiene consecuencias muy negativas en los aspectos sociales, como la pobreza que llegaría al 52% de la población a fines de 2020.
Hace varios años que la inversión neta interna no está aumentando el capital del pais, sino que incluso está disminuyendo
Entendemos que ahora que está disminuyendo el efecto económico de la pandemia y se está restituyendo la actividad, por ejemplo de la construcción, es posible que la proporción de inversiones corrientes sobre el PIB corriente se recupere hasta 13/14% del PIB corriente, pero esto es más bien pronóstico, pues aún debemos observar los precios de los bienes de inversión.
Lo mismo pasaría con la serie en moneda constante, que también se recuperaría algo, sin ser muy alta. Entendemos que ahora nos estamos normalizando y que las cifras volverán a su tendencia habitual después de esta reducción de precios del segundo trimestre de 2020.
Con estos bajos niveles de inversión, que ya vienen ocurriendo desde hace 2 años, el PIB también va a decrecer significativamente y este año lo haría en 11,7% respecto de 2019. Se espera que el año 2021 presente un crecimiento, que va a ser muy alto especialmente en el segundo trimestre de 2021, que será lo ultimo publicado antes de las elecciones del año próximo. Recordemos solamente que la inversión bruta interna fija de China está desde hace más de 30 años, por encima del 30% del PIB respectivo y eso le ha permitido reducir en forma clara la pobreza a cifras muy razonables. Esperemos que sea nuestra alternativa también.