La información le pertenece a la gente
El miércoles pasado, los argentinos avanzamos en el fortalecimiento de nuestra democracia. Tengo la profunda certeza de que es un día que pasará a la historia.
Sucedió. Tras años de luchar por saber más, hoy, todos podemos celebrar que el proyecto de Ley de Acceso a la Información Pública ya tiene su media sanción en la Honorable Cámara de Diputados y espera su pronta aprobación en el Senado de la Nación Argentina.
Lo cierto es que desde la reinstauración democrática pasamos décadas ansiando que llegue este momento, que se reconozca de una vez por todas el derecho a la información, vital para todas las personas, porque es, principalmente, un derecho humano que a su vez permite alcanzar otros derechos, como por ejemplo la salud, la educación, el trabajo, la vivienda, entre tantos otros.
La imagen resulta imborrable. Los 229 votos a favor del proyecto de ley alcanzados en la sesión dan cuenta del amplio consenso que compartimos todos los legisladores de los diferentes bloques que conforman la Cámara baja. El propio presidente Mauricio Macri lo había anunciado en su primer discurso ante la Asamblea Legislativa del 1° de marzo; cuán necesario es para el país trabajar por el acceso a la información pública y la transparencia. En eso estamos y con esta media sanción, me animo a decir que empezamos a lograrlo.
Si bien el decreto 1172 del año 2003 establece un precedente ineludible cuando hablamos de la legislación de este derecho, ahora, cuando se sancione la ley, vamos a poder decir que los ciudadanos son los dueños de la información. No porque antes no lo fueran sino porque les estaba velada de los más diversos modos posibles (restricciones injustificadas, limitaciones, omisiones, excusas y escondites) la posibilidad de acceder a la información.
Cuando tengamos la ley nacional, hombres y mujeres en todo el territorio argentino vamos a poder hacer pedidos de acceso a la información pública a todas las dependencias del Estado. De manera simple: si, por ejemplo, queremos saber cuánto costó una obra pública de la ruta nacional que pasa por nuestra ciudad, podremos pedir información al Estado sobre el contratista, los valores de la obra y cualquier otra información que necesitemos. Eso evitará que tengamos que esperar a que un funcionario tenga la voluntad de informarnos o que otro decida investigar. Basta con repasar las últimas noticias y ver cómo se han despilfarrado los recursos del Estado durante los últimos 12 años, o la falta de entrega de información para que los usuarios (del PAMI, por ejemplo) tengan una respuesta rápida y clara ante un pedido de información. Todo comenzará a ser como realmente debería ser. Es decir: a donde existían servidores públicos que no entregaban información porque no estaban obligados y podían negarse a hacerlo, ahora habrá funcionarios que estarán listos para responder.
Con la aprobación en el Senado, pronto el derecho de Acceso a la Información Pública dejará de ser una expresión de deseo y pasará a convertirse en un derecho que podremos ejercer cotidianamente.
Elegimos cambiar, eligimos saber la verdad. Nos merecemos esta ley.
Diputada nacional (UCR en Cambiemos), vicepresidenta de la comisión de Libertad de Expresión