La incursión de Ucrania en la región rusa de Kursk cambia la situación
Las fuerzas armadas de Ucrania han realizado una audaz incursión en la región rusa de Kursk en agosto de 2024, como parte de la estrategia general de autodefensa de Ucrania. La exitosa incursión militar de Ucrania en Rusia no solo ha sorprendido a Occidente, sino que también ha dejado atónito al Kremlin al exponer su vulnerabilidad real, tanto a la OTAN como a la élite oligárquica rusa, en particular cuando Occidente no está protegiendo el territorio de Rusia impidiendo que Ucrania neutralice los ataques rusos desde su punto de origen en suelo ruso.
El propósito de la incursión de Ucrania en Rusia no es expandir las fronteras de Ucrania conquistando territorio adicional, sino más bien reducir la destrucción de su propio territorio frustrando la logística militar rusa y los ataques destructivos desde la región rusa de Kursk contra la región fronteriza de Ucrania.
Esta incursión también obligará a Rusia a redistribuir algunos de sus soldados y reservas para proteger su territorio en lugar de atacar el de su vecino, lo que aliviará un poco la presión sobre las fuerzas de defensa de Ucrania en el este del país, que están defendiendo heroicamente la integridad territorial de Ucrania y Europa a pesar de estar superadas en número y armamento y bajo los incesantes ataques rusos.
Esto distingue claramente la incursión legal de Ucrania en Rusia de la invasión ilegal de Rusia a Ucrania.
Al tratar con un Kremlin brutal y autoritario con un apetito imperialista voraz, el único lenguaje que puede permitir algún avance y producir un cambio muy necesario es el lenguaje de la fuerza. Ucrania está hablando ahora ese lenguaje, y el Kremlin, inevitablemente tomará nota de ello.
El apoyo inequívoco de Occidente a Ucrania en esta coyuntura crítica garantizará que el Kremlin escuche alto y claro el lenguaje de Ucrania.
La intención de Ucrania es crear las condiciones necesarias para que en el futuro se celebren negociaciones para lograr una paz real.
La justificada incursión de Ucrania en la región rusa de Kursk permitirá al Kremlin comprender mejor la verdad evidente de que un plan de paz negociado entre países vecinos no puede tener éxito cuando un país debe entregar territorio conquistado por las fuerzas militares del otro. Esta comprensión por parte del Kremlin será muy útil en futuras conversaciones de paz, lo que obviamente es lo mejor para Occidente.
En estos momentos decisivos, Occidente no debe sucumbir a su miedo contraproducente a la escalada y a la perniciosa tentación de elaborar estrategias sobre cómo frenar a Ucrania, sino más bien centrarse en cómo ayudar a Ucrania a detener para siempre a Rusia y obtener la tan ansiada paz real en Europa.
Este es el momento para que Occidente proporcione a Ucrania todos los recursos necesarios para proteger su espacio aéreo y liberar sus territorios, así como para levantar todas las restricciones occidentales a los ataques de largo alcance de Ucrania contra objetivos militares en Rusia, que a menudo incorporan componentes y tecnología occidentales embargados y causan una devastación masiva en Ucrania.
El ataque ruso a gran escala del 26 de agosto de 2024, que incluyó más de cien misiles de diversos tipos, así como aproximadamente un centenar de drones “Shahed” y, como de costumbre, apuntó a la infraestructura civil en varias regiones de Ucrania, esto demuestra lo importante que resulta que Occidente reaccione en forma inmediata conforme lo enunciado.
La incursión de Ucrania en la región rusa de Kursk no solo es una revelación, sino un cambio en la situación, y Occidente puede potenciar su efecto positivo con un apoyo inmediato y significativo a Ucrania.
Presidente de la ONG “Ukraine-2050″