La importancia de los estudiantes internacionales
Los estudiantes internacionales son aquellos jóvenes que eligen mudarse a una ciudad de otro país para estudiar. Este fenómeno crece rápidamente a nivel global al punto que muchos países del mundo compiten por atraer más estudiantes a sus casas de estudio. Por ejemplo, Francia, a través de CampusFrance, su agencia promoción de la educación internacional, invierte el equivalente en euros a 2.000 millones de pesos al año en posicionamiento y becas, para tentar a estudiantes de todo el mundo a tomar programas en sus aulas. Esto se debe a los numerosos efectos positivos de la movilidad de estudiantes, de los que también nos vemos beneficiados en la Ciudad de Buenos Aires.
Los estudiantes internacionales hacen de cada clase un espacio de debate global. En la universidad se aprende tanto del profesor como de los compañeros, de modo que compartir el aula con jóvenes de distintos lugares del planeta enriquece la educación de nuestros estudiantes. Un joven colombiano, uno peruano o uno francés, todos, aportan puntos de vista distintos que ayudan a potenciar la creatividad y la innovación y por ende mejoran el proceso de aprendizaje y de construcción del conocimiento de toda la clase.
Asimismo, los rankings internacionales de universidades incluyen la cantidad de estudiantes internacionales como una variable fundamental al momento de evaluar a las casas de estudio. Es decir, a mayor porcentaje de estudiantes internacionales, mejor posicionamiento en los rankings. Esto valoriza los títulos de nuestras universidades a nivel mundial, por lo que nuestros egresados –extranjeros y argentinos- cuentan con un diploma más competitivo en el mercado laboral internacional si compartieron el aula con jóvenes internacionales. Por ejemplo, el QS World Best Universities Ranking, ha posicionado a la Universidad de Buenos Aires como la mejor en Iberoamérica por tercer año consecutivo, gracias su creciente grado de internacionalización, entre otros motivos.
Por otro lado, la llegada de estudiantes internacionales tiene un impacto económico positivo para la ciudad de Buenos Aires. Por ejemplo, solo aquellos que eligen nuestra ciudad con motivo de estudio por estadías menores a un año (programas de intercambio, programas de verano, cursos de español y cursos no universitarios) gastan 1900 millones de pesos al año en consumo: alquileres, gastronomía y entretenimiento, según datos de la Encuesta de Turismo Internacional del INDEC para 2016. Además, a cada estudiante internacional lo visitan 2,1 familiares o amigos en promedio, que, en calidad de turistas, gastan unos 700 millones de pesos adicionales. Es decir, la llegada de estudiantes internacionales genera trabajo en nuestra ciudad.
Por último, por su larga estadía y por el grado de inmersión cultural que vive un estudiante internacional en Buenos Aires y Argentina, contrae un vínculo con nuestra ciudad y nuestro país para toda la vida. Así, se convierte en nuestro mejor embajador en el mundo. No existe una política de diplomacia pública más efectiva que la de tener portavoces que hayan vivido en carne propia nuestra cultura para promoverla globalmente. De hecho, por caso, el Reino Unido sabe que el 18% de sus estudiantes internacionales vuelve a invertir al país una vez terminados sus estudios. Por eso, al tener estudiantes internacionales en las universidades de Buenos Aires, estamos formando futuros inversores, visitantes o estudiantes en otro nivel educativo.
Por todo esto es importante distinguir la cuestión de la gratuidad de las universidades públicas, garantizada por la Constitución Nacional y vigente para las carreras de grado –no así para las carreras de posgrado ni programas cortos-, de la cuestión de los estudiantes internacionales. Estos obviamente se adaptarán al sistema vigente, pero ya sea que asistan a las universidades públicas o privadas, traen muchísimos beneficios para nuestra ciudad. Sabemos que Buenos Aires resulta una ciudad muy atractiva para los estudiantes internacionales, por la calidad académica de sus universidades, por la intensa vida cultural de sus 160 museos, 287 teatros, 380 librerías, sus espacios verdes, el contraste cultural entre lo europeo y lo latino, y sobre todo, por la calidez de nuestra gente. Así es que, para potenciar a aún más este proceso, desde el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires hemos creado Study Buenos Aires, con el objetivo de que más jóvenes elijan a nuestras universidades y que tengan una mejor experiencia durante su estadía.