La hora de la verdad se aproxima
Se ha profundizado el veredicto que dieron las urnas hace solo nueve meses, en octubre de 2013
En lo que va de 2014, se ha profundizado el veredicto que dieron las urnas hace solo nueve meses, en octubre de 2013, cuando la población mostró con sus votos cierto desencanto con el modelo vigente. La comparación es aún peor si cotejamos con las cifras de octubre de 2011, mes en que se realizaron las elecciones en las que la presente administración del país consiguió su tercer mandato. Efectivamente, en ese momento la primera figura política del Frente para la Victoria contaba con un 70% de popularidad y actualmente esa popularidad ha caído a alrededor de 30%. Esto significa una pérdida de unos 40 puntos en la imagen positiva, afectada básicamente por decisiones arriesgadas que no salieron bien, como por ejemplo el acuerdo con Irán.
Muchas causas han afectado la credibilidad de la actual gestión, pero se destacan especialmente las causas económicas, aquellas que han tocado el bolsillo de una buena parte del 54% de la gente que votó al FPV en 2011 y que se sintió frustrada en el 2013 y que en este 2014 sigue aún peor.
La inflación en 40%, con aumentos salariales en 30% han implicado una importante pérdida del poder de compra de la población, que es una variable clave del modelo kirchnerista, basado en el consumo. También se redujo el crédito minorista a apenas 6 cuotas con tasas de interés entre el 40% y el 70%, lo que antes era a tasa cero y en 60 cuotas. La recesión en -1,5 % también preocupa a todas las familias de trabajadores por lo que puede implicar en materia de empleo. Hasta ahora ha habido suspensiones, pero éstas son un indicador de posibles despidos si la tendencia no cambia. Y para que cambie tendría que haber tranquilidad, créditos del Club de París para inversiones, concreción de colocación de deuda para que YPF pueda cumplir su programa en Vaca Muerta y demás acontecimientos positivos con la misma tendencia. Pero lo que se observa son amenazas de default generalizado voluntario que asustan al más confiado, pues nunca se sabe dónde pueden terminar estas posibles decisiones arriesgadas.
Lo que se observa son amenazas de default generalizado voluntario que asustan al más confiado
El cepo cambiario es otra medida económica que ha afectado negativamente a la imagen política del FPV en el poder. No poder conservar sus ahorros en una moneda no sujeta a vaivenes políticos hace sentir inseguros a los ahorristas teniendo su dinero depositado en los bancos locales, con " la pesificación forzada" por las autoridades económicas y con entidades reguladas con criterios políticos. Las más afectadas por la pesificación forzada han sido las actividades inmobiliarias.
Otras cosas que han influido en provocar una imagen negativa del Gobierno han sido: la inseguridad, que afecta muchas áreas urbanas del país, especialmente en las zonas más pobres. La educación de baja calidad en muchas escuelas públicas que brinda pocas perspectivas de progreso a los jóvenes en el siglo de la "economía del conocimiento". La mala calidad de los servicios públicos, aun contando con enormes sumas para subsidiarlos (son baratos pero muy inseguros y sufren accidentes evitables). Las noticias sobre corrupción en altos niveles del poder también han hecho mella en la imagen.
El gasto público consolidado ha crecido de manera desorbitada ya que pasó de u$s 28.000 millones en 2003 a u$s 265.000 millones en el años 2013 y no hay forma de financiarlo con recursos genuinos. Los subsidios a los servicios públicos, la jubilación de algo más de 3.000.000 de personas adicionales sin aportes y el aumento del número de agentes estatales y sus salarios más altos que en el sector privado hacen difícil poder reordenar ese gran gasto a cifras manejables. Se está licuando con la devaluación y aumentos salariales menores que la inflación, pero esos ajustes son apenas un retoque, dada la magnitud del problema.
No será nada fácil rebalancear todas las variables desviadas que va a dejar esta gestión y que harán muy complejos los primeros años del nuevo gobierno
En este momento, el Gobierno ha arreglado, después de casi 13 años de estar en situación irregular, el default con el Club de París, ha pagado con bonos los juicios adversos en el Ciadi, ha pagado también con bonos a Repsol por la expropiación del 51 % de las acciones de YPF y estaría encontrando alguna forma de pago a los "fondos buitre" que ganaron los juicios en New York en las tres instancias legales. Después de haber usado u$s 49.500 millones de reservas del BCRA en los últimos 7 años sin pagarle los pesos correspondientes a dicho banco, ahora tenemos que hacer de apuro arreglos no ventajosos para poder volver a acceder al mercado financiero internacional de deuda, aunque sea por unos u$s 8000 millones, para llegar, aun con dificultades, a diciembre de 2015 y entregar el poder al que tenga que vérselas con ese tremendo desmanejo de las cuentas públicas.
No será nada fácil rebalancear todas las variables desviadas que va a dejar esta gestión y que harán muy complejos los primeros años del nuevo gobierno que arranque en diciembre de 2015 para reenfocar al país hacia la inversión competitiva y la ocupación plena formal y productiva. Será difícil aun cuando haya buenas perspectivas de explotación energética mediante los grandes yacimientos de shale gas y shale oil, también perspectivas de un gran incremento de producción agrícola y aumento fuerte de la producción minera de oro y plata. Tenemos grandes recursos naturales, pero los gobiernos populistas son incapaces de ordenarse como para explotarlos y poder así recuperar nuestra posición en el mundo. Sin embargo, esto es posible y tenemos que hacer un esfuerzo sobrehumano para lograrlo.