La grandeza del Plan Humanitario Malvinas
Pertenezco a una generación que se educó incorporando un profundo sentimiento respecto de las Islas Malvinas. Soy de la franja etaria que siendo jóvenes (adultos para la época), fue la que integró mayoritariamente la fuerza de hombres y mujeres que estuvieron en la guerra de 1982.
Luego la vida me dio la enorme oportunidad de ser parte importante en la gestión del Plan Humanitario de Identificación de los Soldados enterrados en las Islas Malvinas, en el cementerio de Darwin. Fue un extraordinario trabajo en conjunto con la Cruz Roja y Gran Bretaña que permitió dar respuesta a 115 familias sobre la morada final de sus seres queridos. Los héroes de Malvinas. Más aún, permitió reconstruir historias de vida, tener acceso a la verdad de los hechos y destruir mentiras, y por sobre todo terminar con el silencio y la indiferencia que produjo daños inconmensurables.
Como muchos, sigo con entusiasmo e interés el segundo capítulo del Programa Humanitario que se está llevando a cabo en estos días y que va a dar respuesta sobre nuevas identificaciones, una deuda pendiente, y que tuvo a la periodista Alicia Panero como la persona que empujó sin descanso que finalmente sucediera.
Nos debe importar y mucho. El mismo es una continuidad en políticas públicas. Fue como siempre reconocí iniciado por la gestión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, continuado por el presidente Mauricio Macri y hoy por la administración de Alberto Fernández.
Debemos ver que al enorme valor simbólico que de por sí tiene el Plan Humanitario, se le suma ser ejemplo en nuestra cotidianidad.
Nos sorprende gratamente que aquello que debería ser moneda corriente se torna extraordinario. Que diferente seríamos como país si definitivamente entenderíamos que hay acuerdos básicos que necesitamos establecer y que, más allá de matices en la gestión, no pueden perder su continuidad para el buen desarrollo de la sociedad.
Así, el Plan Humanitario es un buen espejo en donde los argentinos debemos mirarnos. No hay especulación posible, no hay dobles discursos, no hay falsos usos. Cada identificación es caricia y contención a las familias, es honor al héroe caído, abrazo a la comunidad de los veteranos, es saldar deudas como Estado con respuestas concretas. No hay éxitos individuales ni personales. Es hacer lo que corresponde.
El Plan Humanitario también nos llama a respetarnos más. Malvinas ocupa un lugar importantísimo. El convencimiento por el reclamo de la soberanía nos encuentra a la inmensa mayoría de los argentinos unidos. El reconocimiento a los veteranos de guerra, también.
En pocos meses estaremos conmemorando 40 años de la guerra, será para ellos y los familiares un acontecimiento de significación mayúscula y nos debe encontrar a todos junto a ellos. Ojalá aprendamos de las buenas experiencias.
El Plan Humanitario lo es, el mundo lo reconoce, me consta. Es tiempo que todos sepamos de él y lo hagamos propio. Que sirva de ejemplo.
Exsecretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Nación