La educación universitaria 2021 será virtual
La única verdad es la realidad, dijo Aristóteles. Y al formular esta afirmación, que asimismo recogió el general Juan Domingo Perón, no parecía equivocarse. Y la realidad demuestra, lamentablemente para muchos, que la educación universitaria 2021 será sustancialmente virtual y se estructurará en base a plataformas digitales como zoom (que en 2020 triplicó, con creces, su facturación en relación al año anterior), Meet (para los Google Boys) o Teams (para los amantes de Microsoft).
Es cierto que desde muchas universidades se ha trabajado para ajustar las aulas virtuales a una performance aceptable (educación on line blended) y es dable destacar el esfuerzo realizado, junto a sus profesores, para desarrollar la enseñanza digital pero la realidad demuestra, en varios casos, que todavía falta una adecuada infraestructura para combinarla con espacios presenciales que prevengan y eviten la difusión del Covid.
Por ello, la mayoría de las universidades públicas y privadas han decidido arrancar el espacio de educación 2021 bajo un esquema digital y han relegado al principio del “vamos viendo” cómo rodará la pelota durante el año: si las estadísticas, la experiencia y la vacunación acompañan volverán los esquemas presenciales (parciales) pero, si no acompañan, se mantendrá la virtualidad.
En consecuencia, de la mano de la política del “vemos”, todo parece indicar que a lo largo del año se modificarán las estructuras originales de cursada virtual por un sistema mixto (presencial y no presencial) o por mecanismos alternativos de semanas en el aula off line y otras en el aula virtual, aunque el sistema mixto aparezca lejano en carreras universitarias como Medicina que, verbigracia, pueden aglomerar decenas de estudiantes alrededor de un mismo cadáver objeto de estudio.
Aun en carreras que no requieren tanta inmediatez física, como Abogacía, no parece fácil respetar el distanciamiento social y/o una lavada de manos regular y/o una adecuada limpieza de superficies, en un aula donde 80 alumnos cursen y estudien los alcances del derecho societario, por ejemplo.
A ello se suma que gran parte de la población de profesores supera los 60 años de edad o, aun menores, encarnan población de riesgo: ¿Quién de ellos concurriría a un aula con 80 alumnos para la cursada presencial?: ninguno.
Es por eso que parece razonable mantener un esquema único virtual hasta tanto el coronavirus pase al olvido, vacuna de por medio, teniendo en cuenta que las instalaciones de varias universidades dejan mucho que desear en cuanto a condiciones de infraestructura e higiene que se alejan de los protocolos de cuidado personal que exige el Covid.
Estamos en presencia de un nuevo punto de arranque para la educación universitaria 2021, con reglas de juego ajustadas a una nueva realidad, que transitaremos junto al principio del “vamos viendo”, un principio al que, por cierto, nos hemos acostumbrado todos los argentinos, desde siempre.
Abogado y consultor especialista en Derecho Digital, Privacidad y Datos Personales. Profesor de grado y posgrado de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad Austral