La educación debe ser declarada servicio esencial
Hace pocos días, una nota de La Nación centró su interés en un video que se viralizó en las redes sociales, filmado en una reunión de padres llevada a cabo en el Consejo Escolar de Bahía Blanca. El video fue subido por un periodista local, que concurrió a esa reunión para tratar la problemática de los constantes paros de los gremios ATE y Suteba en la zona, donde, hasta el 27 de junio, desde el principio del mes, los chicos solo tuvieron 10 días de clases.
El martes 27, con motivo del Día del Trabajador Estatal, los auxiliares de ATE decidieron hacer un nuevo paro luego de que la Dirección de Escuelas anunció que las instituciones debían estar abiertas, no obstante, muchas escuelas optaron por cerrar ante la ausencia de personal de limpieza y porteros. Este hecho fue el detonante para que más de 300 familias de 22 escuelas de Bahía Blanca y Monte Hermoso se movilizaran al Consejo Escolar.
En el video, un padre expresa, a viva voz, su frustración y el cansancio de vivir con el hecho de que su hijo no pueda tener clases en virtud de los constantes paros. A modo de ilustración de sus dichos y en sus propias palabras: “Igualdad no es hablar con la x, es que mi hijo tenga clases todo el año”. Posteriormente, en una entrevista radial, agregó: “Digo lo mismo que dije en el video, que esto no es para aplaudir, es para llorar. Es lamentable que pagando impuestos tengamos que llegar a esto. En vez de estar trabajando ayer, me puse nervioso y me explotaba la cabeza. La educación es lo principal de una sociedad, los dirigentes brutos hacen un país con miseria. Debería ser un servicio esencial, como son la policía o los hospitales”.
Indudablemente tiene razón, la educación debería ser declarada servicio esencial, como lo vengo proponiendo desde abril de 2017, hace más de seis años. Los derechos de los niños también deben ser respetados, y ellos, a diferencia de los líderes sindicales, no pueden realizar medidas de fuerza en defensa de su derecho a la educación, el cual es explícitamente reconocido por la Constitución nacional, por ejemplo, en su artículo 75, inciso 22, al incorporar la Convención de los Derechos del Niño, cuyo artículo 28 asume el derecho del niño a ser educado.
¿Quién puede afirmar que en la Argentina hoy se respeta el artículo 28 de la Convención, en cuanto a que el derecho a la educación debe poder ser ejercido en condiciones de igualdad de oportunidades, como con razón exigía el papá en el video? Al respecto, el 5 de junio pasado, la Academia Nacional de Educación hizo pública una declaración titulada “La educación es una prioridad”. Esta señala: “En el contexto de la actual crisis educativa, la Academia Nacional de Educación exhorta a los partidos políticos y a los candidatos en las próximas elecciones a incluir en sus plataformas la prioridad de la educación detallando las políticas públicas que se comprometen a aplicar si resultan electos”.
Para eso considera ineludibles once prioridades. Una de ellas consiste, justamente, en “declarar la educación en todos los niveles y modalidades como servicio esencial por su trascendencia sobre el futuro de los alumnos, para asegurar el derecho a una educación integral y de calidad y el cumplimiento del ciclo lectivo completo”.
Ojalá que, como bien exigía el indignado padre, en aquella reunión en el Consejo Escolar de Bahía Blanca, nuestros representantes comprendan que resulta imprescindible defender el derecho a la educación de nuestros niños y jóvenes, fundamentalmente, de aquellos que menos tienen y más necesitan, quienes son los más afectados por los paros docentes que sistemáticamente son utilizados como elemento de presión por parte de los gremios del sector.
Ojalá, como tan acertadamente expresó aquel papá, comprendamos que igualdad no es hablar con la x: es que los chicos tengan clases todo el año.
Rector de la Universidad del CEMA y Miembro de la Academia Nacional de Educación