La droga, sinónimo de muerte
Como se ha señalado en otras oportunidades, cuando suceden episodios tan dolorosos como el que acaba de ocurrir en torno a la figura del músico Chano, la sociedad comienza a expresar de diferentes maneras su preocupación por el tema de la drogadependencia y sus consecuencias.
Ver a una madre sollozar por las circunstancias vividas y por el estado de su hijo es algo conmovedor y que debería motivarnos de verdad a encarar con seriedad y consistencia el problema.
Nos preguntamos: ¿por qué se droga la gente? Está tan claro que drogarse tiene implicancias nefastas en la vida de las personas que resulta realmente un verdadero desafío poder dar respuesta a esta pregunta.
El último informe mundial sobre drogas de la Unodc, el Organismo de las Naciones Unidas que trata el tema de las drogas, publicado en junio pasado, expresa que uno de los problemas más serios detectados es que la gente –sobre todo los jóvenes– tiene una percepción totalmente equivocada del daño que hace la droga, en particular la marihuana. Y es así porque a lo que asistimos es a una tremenda banalización y naturalización del consumo de sustancias, con la consecuente disminución en la percepción del riesgo.
Diversos acontecimientos vinculados con el consumo de drogas, como el que hemos mencionado, generan una enorme repercusión momentánea por su dramatismo.
También las comunidades, en los distintos contextos sociales y geográficos, están cada día más impactadas por episodios de extrema violencia y crueldad protagonizados por individuos, muchas veces jóvenes y hasta niños, vinculados al tráfico y consumo de drogas.
Una cosa es segura: la batalla contra la droga no se ganará por reacción ante hechos circunstanciales por más dramáticos y penosos que sean. O solamente volcando todo el esfuerzo en combatir la oferta. Ya se ha dicho que “la guerra contra las drogas ha fracasado”, es decir, al delito hay que combatirlo, pero no es suficiente, tenemos que lograr que la gente no recurra a la droga.
Combatir la drogadependencia de verdad requiere acción, actuar sobre la demanda, esto es, prevenir, educar.
Porque la droga no es el principal problema, la persona que recurre a la droga lo hace cuando padece un malestar profundo por una situación personal que la agobia y que no se siente en condiciones de enfrentar, o porque erróneamente cree que es posible un “consumo recreativo” que no le va a provocar daño alguno.
Una especial consideración merecen quienes ya han caído víctimas de este mal y necesitan de toda la atención y el afecto de que seamos capaces, y adecuar la legislación para asegurar el tratamiento correcto cuando es necesario. Pero debemos actuar para no llegar a estas instancias.
La sociedad toda tiene su cuota de responsabilidad para contribuir a realizar los cambios culturales que demanda la hora. ¿Qué hacer entonces? Actuar sobre la demanda. Pero con el convencimiento de que combatir la drogadependencia de verdad requiere acción, prevenir, educar y el compromiso de todos en el esfuerzo.