La Corte bonaerense, otro presente de Cristina para Macri
Axel Kicillof introdujo un elemento novedoso en la relación oscilante que mantiene con Juntos. Dar publicidad a la agenda que negocia con Martín Insaurralde en la Legislatura bonaerense y no repetir la traumática experiencia que atravesó para que Federico Thea sea designado en el Tribunal de Cuentas. Una gestión que su jefe de Gabinete cumplía con aparente desgano hasta que la intervención de Cristina Fernández de Kirchner lo forzó a un cambio de actitud a favor de Thea. O, mejor dicho, de Kicillof. Desde entonces, hace un par de semanas, su proyecto de reelegir recobró optimismo, aunque siga sujeto a la candidatura de Insaurralde a sucederlo. Por ahora, esas dos posibilidades dependen de lo que diga y haga Cristina. Kicillof anota a Thea como una victoria oportuna en la carrera para que el dedo de la vicepresidenta lo señale. Pero también como una ventaja capaz de condicionar la principal fortaleza de su competidor: el diálogo con la oposición. Una actividad en la que no sobresale el gobernador.
Kicillof aprovechó el Día del Periodista para confirmar el regreso a la estrategia hacia Juntos de los dos primeros años de su mandato. Explorar fisuras y promover su fractura. En el brindis organizado por el Banco Provincia (Bapro), reveló que pretendía cubrir las tres vacantes de la Corte. Los trascendidos de su entorno fueron más lejos. Dos quedarían para el oficialismo. Al gobernador le interesa darle “la potestad” de la otra a la UCR. Una sugerencia poco sutil a que se emancipe del Pro. Lo que despoja de cualquier rasgo azaroso al lugar elegido para el anuncio. El Frente de Todos logró que en la Cámara de Diputados la comisión de Previsión Social sancione un dictamen favorable a reponer un régimen de privilegio a 15 mil jubilados del Bapro. El déficit de esa caja y la del Instituto de Previsión Social concentran 65 mil millones de los 90 mil millones de pesos del pasivo que tiene el Estado bonaerense. El Pro se opuso al dictamen del Frente. La UCR se abstuvo.
Ese voto dividido es la secuela de la orden de Mauricio Macri: rechazar ese proyecto. Lo que derivó en la eyección de Néstor Grindetti de la mesa que compartía con Maxi Abad para negociar con Insaurralde. Al intendente de Lanús se le atribuye haber organizado la inusual visita de Sergio Torres al bloque de Juntos que preside Abad -a la vez titular de la UCR bonaerense- para persuadir a sus miembros de votar a favor de esa iniciativa oficialista y liberar a la Corte de fallar en contra de las modificaciones introducidas en el gobierno de María Eugenia Vidal.
Torres es uno de los cuatro miembros de la Corte. Fue desmentido por los otros tres. No está previsto que se expidan sobre este tema. Grindetti organizó anteayer otra visita guiada, esta vez para Macri, en Monte Chingolo. Las dificultades de Juntos para diferenciarse del oficialismo podrían obligarlo a resignar su candidatura a gobernador e ir por la reelección como intendente en Lanús. Un resultado inesperado de las gestiones que realizó para reformar la ley que impedía la reelección de casi un centenar de sus colegas, bajo la consigna de autoexcluirse de ese lote.
Morales intentó capitalizar el malestar en la UCR por la irrupción de Macri. Un aparente imprevisto que interferiría con sus planes, de los que no están excluidos Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta. No sólo como potenciales candidatos presidenciales, también como líderes del Pro. Vaticinan una “tragedia” si el que ocupa ese espacio es el expresidente. Especialmente para ellos. Sin embargo, el impacto producido por la carta del titular de la UCR fue el inverso al deseado.
Aunque la mayoría adhirió en Twitter, varios se disculparon por el tenor de la misiva de “el coya”, el apodo que, con cierta sorna, dedican al titular de la UCR. La incomodidad con el expresidente es similar en el gobierno de la ciudad. Aunque allí se admite que su reaparición está ordenando la relación con el radicalismo. Incluidos los de Evolución.
Macri privilegia el trato con Rodrigo de Loredo y Martín Tettaz para desalentar la exigencia que Martín Lousteau espera que satisfaga Rodríguez Larreta: inscribir su precandidatura a jefe de gobierno porteño con todos los precandidatos presidenciales. Sería un perjuicio para quien se postule por el Pro en la ciudad. Jorge Macri, entre ellos. ¿Le advirtió el ministro de Gobierno a Rodríguez Larreta que si eso ocurre renunciaría para regresar a Vicente López? Una patraña entre tantas que circulan. Pero que tiene algún crédito por la demora de este Macri en renunciar a la presidencia del Pro bonaerense. Algo aguardado por los intendentes para definir quién sustituirá a Grindetti en la mesa de negociación con el gobierno bonaerense. Diego Santilli viene eludiendo esa posibilidad por temor al desgaste que podría ocasionarle. Se mira en el espejo de Grindetti, uno de los competidores que podría declinar esa posibilidad por haber ocupado esa silla.
El Pro desconoce las tratativas por la Corte. La UCR es más flexible. Insiste en que no ocurrirán este año. El oficialismo confirma que es uno de los temas convenidos con Abad y Grindetti: la designación de Thea y la ley para restituir el régimen previsional del Bapro a cambio de tres directores en ese banco, cargos en organismos de control y una vacante en la Corte. Sus candidatos deben ser elegidos por la mitad más uno del Senado: 24 de 46 representantes. Oficialismo y oposición tienen 23 cada uno. Dentro de Juntos, la UCR tiene 5. Si votase separado del Pro supondría la ruptura de esa alianza. El sueño hecho realidad de Kicillof. Por fin podría agraciar a Cristina con su gestión de gobierno. Los intendentes comparten la urgencia de la vicepresidenta. Temen que la crisis económica haga un trabajo más eficaz que Juntos y pierdan las elecciones. Una posibilidad presente en los diálogos de Cristina con Juan Zabaleta. La afición literaria de Damián Selci contribuye en su favor en la negociación para que el ministro de Desarrollo Social regrese como intendente de Hurlingham, donde La Cámpora controla el Concejo Deliberante y el gobierno municipal. La experiencia fallida de Selci como intendente interino tiene su correlato en Quilmes. Aunque atenuado por las sospechas de la participación del Movimiento Evita en las denuncias contra Mayra Mendoza. Esa agrupación piquetera controla con Alexandre Roig el INAES, el organismo estatal que audita a las cooperativas de trabajo cuyos contratos con el Municipio son investigados por la Justicia.
Los nombres de candidatos a la Corte expresarían la continuidad del entusiasmo de Kicillof: Marina Sánchez Herrero, esposa de Abad; Mario Kohan, ligado a Sergio Massa, y Daniel Carral, de Justicia Legítima. Kohan y Carral integran el Tribunal de Casación Penal. Sumados a Luis Genoud y Daniel Soria, le darían mayoría al oficialismo. La UCR reclama ocupar la vacante de Juntos. El Pro ocupó una con el visionario Torres.
A Mauricio Macri lo inquieta la situación en la provincia. Juntos podría ser el inesperado portador de otro presente griego de Cristina. La ley para restituir el régimen previsional en el Bapro podría dar un indicio. El consenso de los vaticinios es que la UCR se abstendría para facilitar su media sanción en Diputados. Avalaría la advertencia de Joaquín De La Torre. El senador provincial votó en contra de Thea para denunciar un acuerdo que perjudica el desempeño electoral de la oposición.