La clave: apostar a los jóvenes
Por Noelia Ruiz y Sergio Siciliano
"La mejor forma de predecir el futuro es crearlo". Esta frase de Abraham Lincoln nos invita a reflexionar acerca del futuro de nuestro país: los jóvenes.
Los tiempos que corren nos obligan a pensar en el presente más que nunca, en las urgencias, en las necesidades que la emergencia del Covid-19 nos puso sobre la mesa. Sin embargo, es nuestro compromiso y nuestra responsabilidad no solo trabajar en esta coyuntura, sino especialmente pensar de manera constructiva y propositiva hacia adelante.
Uno de los valores que nos define a quienes integramos La Generación es "el hacer por sobre el decir", porque estamos convencidos que a los problemas concretos se los afronta con soluciones concretas. Por eso, hoy entre diputadas y diputados de este espacio decidimos proponer un proyecto de ley con políticas concretas para crear un futuro con oportunidades para todos los y las jóvenes de la provincia y del país.
Según evidencia un estudio realizado por Cippec, la Argentina es el país con mayor tasa de desempleo juvenil de la región. Duplica al desempleo en adultos. Afectando cerca del 20% de la población joven, o sea que casi 2 de cada 10 jóvenes están desempleados.
El informe también indica que el desempleo afecta en mayor medida a los jóvenes que más necesitan trabajar, es decir, los que pertenecen a hogares de menores ingresos. Mientras el 26% de los jóvenes del quintil más bajo de ingreso es desempleado, solo el 9% de los jóvenes del quintil más alto está en esa situación.
Otro gran problema es el empleo informal: representa el 35% de la fuerza laboral. Entre los cuentapropistas, el porcentaje alcanza el 50% (como mínimo). De nuevo, los jóvenes relativamente más pobres son los más perjudicados: 6 de cada 10 trabajan en forma precaria.
Las cifras ya de por si son alarmantes y contundentes en tiempos normales.
Y en este contexto de crisis sanitaria, económica y social que estamos viviendo, producto de la expansión del coronavirus en nuestro país y en el mundo, hace que la problemática se agrave aún más. Esta crisis se convierte entonces en un obstáculo más para la inserción laboral de los jóvenes. El aumento de la informalidad los afecta de manera directa. Pensar en políticas de inclusión, protección y acompañamiento se convierte en un verdadero desafío y sobre todo en una necesidad urgente.
Los jóvenes son los primeros excluídos del mercado laboral en las crisis, y los últimos en ser incorporados en épocas de crecimiento, debido a su falta de experiencia y capacitación. Siempre son los más perjudicados, las políticas de empleo no tienen perspectiva de inclusión joven ni de género y por eso decidimos presentar esta iniciativa.
Este proyecto busca ayudar a las y los jóvenes en el acceso al empleo, incentivando a las y los empleadores con beneficios impositivos, porque creemos que las políticas tienen que ser propositivas, generando incentivos y buscando caminos posibles y reales para una verdadera inclusión. Proponemos que aquellos que empleen a jóvenes entre 18 y 30 años puedan computar como pago a cuenta de impuestos, las contribuciones obligatorias que se ingresen a la seguridad social, de manera progresiva. En un 100%, durante el primer año de la relación laboral, en un 50% en el segundo año, y en el caso de provincia de Buenos Aires, agregamos un tercer año con un 25%.
También incluimos especialmente un artículo con perspectiva de género, en el cual se prevé un beneficio adicional a quienes contraten mujeres jóvenes, travestis, transexuales o transgénero (extendiendo el beneficio del 25% de los aportes por un cuarto y quinto año). Buscamos de esta manera generar un piso real de igualdad y equidad en el acceso al empleo para todas y todos los jóvenes, sin distinción de género, teniendo en cuenta que estos colectivos son quienes más sufren la desigualdad y las dificultades para insertarse en el mercado laboral.
En la población trans, según datos relevados por la Federación LGBT, Attta y la Fundación Huésped, entre otras entidades, el 80% no tiene obra social y tienen un promedio de vida de entre 35 y 40 años por sus condiciones de vida "precarias".
En cuanto a la situación de las mujeres, ganan en promedio un 29% menos que sus pares varones, brecha que se amplía para las asalariadas informales, alcanzando un 35,6%. La mitad de quienes no consiguen empleo son jóvenes de hasta 29 años y, entre estas personas, son las mujeres quienes enfrentan las tasas más altas de desocupación de toda la economía alcanzando un 23%. Proponer medidas tendientes a generar equidad en el acceso al mercado laboral formal es, sin dudas, una necesidad urgente y necesaria.
Junto a las diputadas y diputados Martín Maquieyra, Ignacio Torres, Laura Aprile, Anastasia Peralta Ramos, Johanna Panebianco, Juan Carrara y Alex Campbell, presentamos este "Programa de Empleo Joven" nacional y provincial. Para brindar herramientas con el fin de mejorar la calidad y la estabilidad del empleo de los jóvenes; proponer medidas tendientes a generar equidad en el acceso al mercado laboral formal e instrumentar mecanismos que tiendan a lograr una igualdad de género en la inserción laboral de los y las jóvenes.
Porque apostar al futuro es nuestra decisión y responsabilidad. Y el futuro está en los jóvenes de cada una de las provincias y del país. Queremos acompañarlos, estar cerca y aportar soluciones concretas para que tengan una mejor calidad de vida y, sobre todo, un futuro con oportunidades y en condiciones de igualdad.
Diputados de la provincia de Buenos Aires (Juntos por el Cambio)