La casta o la política bien entendida
A menudo se generalizan frases o palabras que sin contenido carecen de verdadero significado. Nos aventuramos como argentinos a la decisión, quizá, más trascendente de nuestra historia porque es refundacional. A pesar del privilegio de la democracia, no siempre hemos sabido elegir libremente como sociedad. Por eso, tomando verdadera conciencia cívica de nuestros derechos- que siempre conllevan obligaciones-,nos vemos sumergidos en debates competitivos de la contienda electoral desagradables para el ciudadano de a pie, que sólo busca, desea y exige soluciones. Pero es justamente la misma competencia la que nos concede la libertad de elegir a quien queremos que conduzca nuestro próximo destino. Y no es sólo el líder, sino el equipo que lo acompañe. No es sólo la persona, sino las ideas que queremos ver ejecutar en los próximos años y desde el primer día. No me cabe duda que necesitamos definiciones, las certezas son indispensables. Que estamos hartos de la casta política. Ahora definamos la ¨casta¨ . Seguramente todos la identificamos con los dirigentes corruptos que se aprovechan de su condición para quedarse con lo nuestro. ¡Casta son los chorros! Aquéllos que se creen superiores y que se consideran inmunes a todo control y justicia. Casta es el que cobra tres jubilaciones mientras el resto de los jubilados son indigentes; el que hace fiestas mientras te ordenan encerrarte; el que se apodera del poder eterno. El que te regala alimentos, viajes y heladeras pero hipoteca tu futuro. Casta es el que te miente en la cara porque te sabe indefenso; el que negocia con los narcos y te abandona a tu suerte; aquel que gasta lo de todos como si fuera propio sin importar las consecuencias. Quien no te rinde cuentas ni se hace cargo de sus errores. Esta casta política llegó a su fin. Es hora de terminar para siempre con la corrupción y los privilegios de la política. Porque no sólo te robó tu plata, tus ahorros. Porque nos robaron la educación, los valores, las oportunidades y en definitiva la confianza. Es verdad, nos han robado todo menos la libertad. Aún estamos a tiempo de ejercerla. Es hora de ser verdaderos artífices de nuestro destino. Nuestra Patria es maravillosa , elijamos la verdad, el orden y ejemplo. La casta es nefasta y hay que desterrarla para siempre. Valoremos la política del servicio, y su verdadera razón de ser para transformar tantas inequidades. Recuperemos nuestros valores fundacionales y hagamos del futuro una certeza. Una nueva Argentina es nuestra, y es posible! Sin resentimientos ni violencia, pero con la determinación más firme de no permitirnos nunca más que nos roben.
¡Nunca más casta, nunca más corrupción!
Exsecretaria en el Ministerio de Seguridad de la Nación