¿Qué significa la designación en el Ministerio de Defensa de alguien del riñón de Cristina? ¿Cuál es el mérito de Taiana? Es haberse ido con Cristina cuando Florencio Randazzo levantó su candidatura contra ella en 2017
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Un día con muchas novedades. Dos ministros confirmados nuevos, en Defensa y en Desarrollo Social. Dos áreas muy relevantes, que merecen un análisis por separado.
Por un lado, lo de Juan Zabaleta en Desarrollo Social no es ninguna novedad, es la confirmación de lo que sabíamos. El intendente de Hurlingham renuncia a esa intendencia para hacerse cargo de un área que hoy está en el centro de las preocupaciones del Gobierno. Pero, sobre todo, en el centro de las preocupaciones de Cristina Kirchner, que tiene una enorme sensibilidad para saber lo que pasa en el conurbano y para conseguir el voto en el conurbano. Ahí hay una situación de inquietud porque hay factores objetivos que deterioran la situación social: mucha pobreza, mucha inflación.
Sobre ese clima se genera acción política. Hubo algo que tiene muy preocupado al Gobierno, no sé si tanto al Gobierno como a Cristina, y es la toma del municipio de Lomas de Zamora. Es muy importante porque estamos hablando no solamente del segundo municipio del conurbano, sino de la sede de Martín Insaurralde, que es un aliado de Cristina y de Máximo Kirchner. Podríamos decir que es el corazón del oficialismo del conurbano, tal vez más que La Matanza, que es el primer municipio.
Aquí empiezan los reproches cruzados. Hay una tensión con el Movimiento Evita que hace que alrededor de Cristina muchos empiecen a preguntarse si está detrás de lo que pasó. El “Chino” Navarro es de ahí. Pero desde el Movimiento Evita dicen que no tiene nada que ver, que ha sido gente de izquierda y que ellos vienen anticipando que iba a haber problemas.
La tensión es por un lado por las listas y por el otro porque llega otro intendente más al manejo de la Acción Social. El anterior fue Jorge Ferraresi en Hábitat. Si miramos la historia de la política social desde 2001, ha habido una confrontación creciente entre punteros y representantes de movimientos sociales, entre intendentes y movimientos sociales, porque a partir de 2001, los movimientos sociales se sentaron a la mesa, son un actor más de la política y plantean una distribución de poder distinta. Con un intendente del conurbano en el Ministerio de Acción Social como Zabaleta, sienten que pierden el control de esa palanca.
El lunes pasado nosotros comentamos una frase que para mí es importante, no sólo desde el punto de vista de esta interna sino del punto de vista conceptual. Pertenece a Andrés “El Cuervo” Larroque, ministro de Acción Social de la provincia, quien dijo que los planes se tienen que acabar en algún momento. El triunfo de una política social es que no haya planes. Además -dijo- es aberrante que los movimientos sociales sean los que asignan los planes, los que nos dicen a quién se le debe dar y a quién no. Eso cayó como una bomba.
El desplazamiento de Zabaleta de Hurlingham al Ministerio de Acción Social libera la municipalidad de Hurlingham. Ahora va a estar Damián Selci, de La Cámpora. Es una posición importante en la primera sección electoral, donde ellos ya tienen Mercedes, y ahora conquistan este nuevo lugar en el corazón del kirchnerismo que es el conurbano.
Hubo una manifestación importante el 7 agosto desde San Cayetano, en la que los organizadores dicen que hubo 300.000 asistentes en la Capital, y alrededor de 1.000.000 en todo el país. Aquí se abre un signo de interrogación dentro del oficialismo, dentro del kirchnerismo, donde se preguntan quiénes organizan estas movilizaciones. En Moreno, en Lomas de Zamora es la izquierda no kirchnerista, no peronista. Aun así cerca de Cristina se preguntan: “¿Hay gente nuestra? ¿Para quiénes están trabajando?”. Y ahí empiezan las teorías conspirativas. ¿Cómo es que el Movimiento Evita se comporta así en el conurbano y es aliado de Juan Schiaretti en Córdoba? Por lo menos, hace falta una conversación entre Pérsico y Navarro, los dirigentes del Movimiento Evita que son funcionarios de Alberto, y Cristina y Máximo Kirchner, o La Cámpora. Ahí hay una grieta interna.
Los cambios en el gabinete de Fernández
¿Qué significa la designación de Jorge Taiana? Es la designación en el Ministerio de Defensa de alguien del riñón de Cristina. ¿Cuál es el mérito de Taiana? Es haberse ido con Cristina cuando Florencio Randazzo levantó su candidatura contra Cristina en 2017. Candidatura que, hay que recordar, tenía como jefe de campaña a Alberto Fernández y como soporte territorial al Movimiento Evita. Si uno empieza a hacer la genealogía de conflicto que vemos hoy se remonta mucho más atrás de lo que podemos suponer.
Hoy Taiana encuentra un lugar de muchísimo volumen en el gabinete, porque el Ministerio de Defensa es una membrana osmótica de la Argentina con el mundo. Entonces, eso lo toma Cristina. La primera pregunta, ¿Cristina lo designa a Taiana? No. La segunda pregunta, ¿Alberto consultó con Cristina para designarlo a Taiana? No. Creo que son homenajes que hace Alberto interpretando lo que le puede gustar a Cristina. Entre otras cosas porque, al ir Taiana del Senado al Ministerio, libera una banca que ahora la va a ocupar Juliana Di Tullio, que es la primera suplente de esa lista de 2017 en la que estaba Cristina-Taiana.
¿Qué significa el ingreso de Taiana en Defensa?
Me gustaría centrarme en qué plantea la figura de Taiana ahí. Primero plantea una incógnita para los militares retirados, con quienes genera un clima enrarecido, porque Taiana es visto como Montonero. Lo pueden ver como veían a Nilda Garré. Los militares en actividad, los jefes de la Fuerzas Armadas, prefieren verlo de otra manera diciendo: “Nos ponen a alguien de gran jerarquía, peronista de paladar negro, hombre de Cristina, nos están dedicando a alguien de primer nivel”.
El 5 de octubre próximo es el aniversario de un episodio sangriento muy importante de la historia Argentina, que fue el bautismo de guerra de los Montoneros como ejército, tomando un regimiento en Formosa. Ahí murieron siete conscriptos y nueve montoneros. La pregunta que se hacen muchos militares es qué va a decir Taiana cuando se conmemore el aniversario del 5 octubre. ¿A quién va homenajear de los dos bandos? Los militares más duros lo toman como un test para ver qué mensaje cobija esa designación.
Hay otra dimensión importante que tiene que ver con la política exterior. Taiana participó como representante de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de un encuentro con Jake Sullivan, consejero de Seguridad Nacional de Joe Biden, donde también estuvo Eduardo Valdés, como representante de Diputados. No sabemos si habló ahí, pero Sullivan viene de proponerle a Brasil una alianza con la OTAN a cambio de que no le dé el negocio del 5G, la tecnología de quinta generación de telecomunicaciones, a la china Huawei, en una licitación que está en curso. Hoy hay un comunicado durísimo de la embajada china en Brasilia que denuncia “presión intolerable” y que pide transparencia. China pide transparencia.
Esto se proyecta sobre la Argentina también. Sullivan en su visita a Buenos Aires ofreció transferir tecnología en materia de fabricación de vacunas en la Argentina. Léase: no Sinopharm no Sputnik. Y venderle material militar para que el país no compre aviones de guerra ni a los chinos ni a Rusia. De eso está hablando el Gobierno con las potencias. De temas de Defensa. Bueno, Taiana está en esa discusión y es una incógnita. ¿Va a responder a las ideas de política exterior de Cristina o va a responder a las de Alberto?
La salida de Rossi del gabinete
Tanto en el Instituto Patria como en La Cámpora ha habido y hay un enorme malestar por la salida de Agustín Rossi del Gabinete porque ellos lo veían como un futuro jefe de Gabinete. Rossi, un hombre de enorme experiencia política y de muy buena relación con la oposición, porque fue durante años el jefe del bloque kirchnerista en el Congreso.
Entonces, aparece una interpretación inquietante. ¿Alguien embaló a Rossi para que se vaya a Santa Fe, para sacarlo del medio, sabiendo que a Cristina y a Máximo Kirchner les hubiera gustado que sea jefe de Gabinete? ¿Pudo haber sido Cafiero el que, viendo que le venía un reemplazo, lo alentó a irse a Santa Fe? Esta pregunta se la hacen en el Instituto Patria y en La Cámpora. La decisión de Rossi significa una ruptura del peronismo en Santa Fe y la posibilidad de perder votos. ¿Lo hizo por propia vocación o porque alguien, para sacarlo del gabinete, le dijo: “Tírate que hay agua” y no había agua?
El clima es de una tensión muy grande y, en ese contexto, la designación de Jorge Taiana al frente de Defensa es muy importante. Cristina lo debe tomar como un reconocimiento y le debe gustar que Rossi sea reemplazado por alguien parecido y que pertenece al mismo “palo” o línea política que él. Sin embargo, no sé si la vicepresidenta llega a suturar todas las diferencias que hay con un Alberto Fernández que se corta solo en muchos temas.
Internet como servicio público
Este lunes, por ejemplo, al dar un discurso en Tecnópolis, el jefe de Estado dijo algo que causó gran malestar en las filas del oficialismo: que internet va a ser un servicio público. El primer problema es que, tal como determina un Decreto de Necesidad y Urgencia que firmó Alberto Fernández el año pasado, internet ya es un servicio público, por lo que no se entiende qué quiso decir en esta oportunidad. La pregunta que se hacen, entonces, los que están al frente de la campaña electoral es ¿había necesidad de irritar, en este momento, a Clarín, Telefónica, Claro, Telecentro y al resto de empresas que manejan medios de comunicación, recordándoles que son el enemigo del pueblo y que le roban a la gente -como dijo Fernández- con las tarifas? Esta es una acusación gravísima hecha en plena campaña electoral, cuando todos los políticos dependen del espacio mediático. ¿Es inteligente hacerlo? Ni Cristina ni La Cámpora estaban al tanto de esto.
Una de las razones por las que se generó malestar es porque, tras sus dichos, tiene que dar explicaciones -por ejemplo- nada menos que el ministro del Interior, Wado de Pedro, que es el representante del Gobierno por la Anses en Telecom, compañía perteneciente a Grupo Clarín. En ese sentido, un escenario hipotético, que se abre como interrogante sería que -viendo cómo viene el juego y por lo que generan estas decisiones inconsultas – que De Pedro termine yéndose de ese lugar en Telecom. No como un gesto hacia Clarín, sino hacia Alberto. Es muy difícil. Pero esa versión circulaba hoy en el ambiente de las telecomunicaciones.
El misterio de Edenor y la compra de DirecTV por el Grupo Werthein
Hay muchas novedades en el sector de servicios públicos, que es central porque, por la inflación, el Gobierno atrasa el tipo de cambio y las tarifas. En relación con esto, cabe recordar que Martín Guzmán quiso despedir al subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, por negarse a un aumento más severo de tarifas, que probablemente hubiera impulsado más la inflación. Esto produce dos efectos: empresarios que acompañan. Y, otros, que se quieren ir.
Dentro del primer grupo está Edenor, del grupo Vila-Manzano-Filiberti. En la primera reunión del directorio de esta compañía, hace un mes, participaron distintos apoderados de los dueños, con solemnidad, todos vestidos de traje azul. Se avanzó con la designación del nuevo director de Relaciones Institucionales y Comunicación de la empresa: Fabián Doman. En medio de ellos, apareció un muchacho de jean, zapatillas y sweater, que dijo que iba de parte de su padre a hacerse cargo de la gestión financiera de la empresa. Se trata del hijo de Ricardo Depresbíteris, el dueño de Covelia, quien aclara constantemente que esta empresa de recolección de residuos no tiene nada que ver con Moyano, aunque él está muy ligado al líder sindical.
Sobre Depresbíteris es importante hacer dos comentarios. Por un lado, que es un hombre que ejerce una posición muy dominante en todo el conurbano en la recolección de basura. Cuando ha estado amenazado con ser desplazado (en lugares como Esteban Echeverría y Quilmes), Moyano se puso muy nervioso y discutió él mismo con los intendentes en representación de Depresbíteris. A su vez, cabe destacar que, cuando Marcelo Figueiras, presidente de Laboratorios Richmond, salió a formar un fideicomiso para construir la planta para la fabricación en gran escala de la vacuna Sputnik V en la Argentina, Depresbíteris aportó gran parte del dinero.
Surgen, entonces, las siguientes preguntas: ¿Depresbíteris es socio oculto de Edenor? ¿El Gobierno, que concedió el pase de Edenor de Pampa Energía a Manzano/Vila/Filiberti, sabía que Depresbíteris estaba adentro? ¿Efectivamente, está dentro?
Al verlo en aquella reunión, Doman llamó a Manzano y le dijo que era un escándalo. Dicen que hasta hubo que rehacer el acta de directorio, cuestión que me cuesta creer. De todos modos, si bien Manzano resalta que es importante cuidar la imagen de la empresa, hay una realidad: si Depresbíteris puso la plata, tiene derecho a estar. Si molesta la imagen, no le pidan plata. A Manzano le molesta la imagen de Depresbíteris. Y lo mismo corre para Figueiras.
Otro negocio en el que hay que detenerse es en la compra de DirectTV por el Grupo Werthein. Una versión originada en los Estados Unidos afirma que parte de la garantía del acuerdo se hizo con vacas; y tiene lógica: la familia Werthein lidera el negocio agropecuario desde el comienzo del siglo XX. Apartemente, una parte de la compañía la financia AT&T, la empresa que vende. Como Repsol con los Eskenazi.
El capitalismo de Alberto Fernández
Estos ejemplos reflejan cómo es el capitalismo reformado de Alberto Fernández, en un contexto donde el Gobierno parece un poco encapsulado respecto de Cristina, La Cámpora y actores políticos relevantes, tal como se vio en el armado de las listas.
Respecto del contexto económico de estas elecciones, un estudio hecho por la consultora Equilibra dice que habrá un aumento del salario real en los meses anteriores a la campaña de 4 o 5 puntos, pero -de acuerdo a la misma fuente- desde que asumió Fernández, el salario real cayó más de 3 puntos y se perdieron 230.000 puestos de trabajo. Además, según ese cálculo, con un salario mínimo, hoy se pueden comprar 51 kilos de carne menos de los que se podía antes de que llegara al poder y 71 kilos menos en comparación con los que se podían comprar cuando Fernández ganó las PASO, hace un año. Y esto lo afirma un estudio de gente peronista, no la ortodoxia neoliberal.
Obviamente, esto preocupa a Cristina, que es la dueña del capital político en el conurbano. Si bien la campaña ordena, obliga a unificarse y a ser disciplinados, en algún momento van a tener que tener alguna conversación. Seguramente, cuando el Gobierno tenga que negociar con el Fondo Monetario Internacional. ¿Cuándo será eso? En el actual viaje del consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, a la Argentina, el oficialismo le dice que quiere acordar con el FMI inmediatamente después de las elecciones.
Sullivan dijo que apoyará a la Argentina porque les interesa que al país le vaya bien; mientras que en Brasil trataron a Jair Bolsonaro como si fuera Nicolás Maduro. Sullivan hizo un llamado a no tocar el sistema electoral. En comparación con lo que ocurrió allí, daría la impresión de que el gobierno argentino es un gobierno amigo. ¿Cómo están mirando esto Maduro, Evo Morales, Pedro Castillo o el encargado de América Latina en el Kremlin? ¿Es acaso Fernández un “doble agente”? ¿Tan amigo era de los estadounidenses?
Malestar en el Frente de Todos con Martín Guzmán
En ese contexto, Sullivan aclaró que quien decide es Janet Yellen, del Tesoro. Guzmán se juntó con ella por primera vez en Venecia y no trajo nada, aunque pensaba que iba a traer alguna novedad. Ante todo esto, lo que divide a Cristina de Alberto Fernández y a La Cámpora de Guzmán es la siguiente incógnita: ¿Cuánto está dispuesto a ceder el sistema político internacional frente a la Argentina?
Hay visiones distintas. En el entorno más cercano a Cristina, se piensa que hay más flexibilidad y permeabilidad por parte del FMI de la que Guzmán admite, sobre todo, para los plazos en el pago de la deuda. ¿Por qué ocurre esto? ¿Desconfían del ministro de Economía? Por un lado, porque ven a Guzmán como alguien muy identificado con el Fondo. Por otro lado, porque subrayan o exageran un factor: que, al sentarse con el Fondo, hay que recordarle que el plan del FMI fracasó y que esta entidad apostó US$ 57.000 millones a algo que no funcionó, aunque se les advirtió que iba a ser así. “La Argentina fue excepcional y le pusieron ese dinero por su excepcionalidad; ahora queremos ser excepcionales nosotros también y que flexibilicen los plazos”. Esa es la lógica del kirchnerismo más estricto.
¿Qué creen sobre esto Cristina, Máximo Kirchner y La Cámpora? Que los funcionarios y la política del Fondo son más sensibles a este argumento de lo que Guzmán está dispuesto a aceptar. Este hecho y algunos movimientos políticos que hace el ministro, como ir a hacer campaña a Villa Lugano de la mano del Movimiento Evita, explican el malestar de un sector del oficialismo en torno a Guzmán. Todo esto da lugar a otro conflicto de fondo en torno a este ministro: ¿No querrá un plan de mayor ajuste, más severo y amigable con el Fondo, el cual le daría a él un papel mucho más protagónico dentro del Gobierno y lo convertiría en una especie de interventor del FMI? ¿Cuál es su proyecto político, si es que lo tiene? ¿Con 3% de inflación al mes por qué va a perder tiempo a Lugano?
Por otro lado, posiblemente, ante el escenario de un eventual acuerdo con el Fondo, la oposición diga que deben ponerse primero de acuerdo dentro del Gobierno antes de ir a buscar su consenso, tal como en la gestión anterior. Miguel Ángel Pichetto o Sergio Massa les decían a Juntos por el Cambio: arreglen primero sus disidencias.
Hay otra cuestión: el acuerdo con la oposición lo debe cerrar un político, por lo que deberán tener a alguien de volumen político para esa negociación. Guzmán es ministro de Economía; es decir que, sin ser peyorativo, para la política es un tenedor de libros. Entonces, ¿quién se sentará a hablar con la oposición políticamente? Esto es importante porque la persona que se siente a dialogar con la oposición no hablará solo del acuerdo con el Fondo, sino que surgirán otro temas, como la institucionalidad o la situación de los fiscales.
¿Quién lo hará entonces? ¿Santiago Cafiero? El propio kirchnerismo dice que no tiene dimensión, pero Fernández lo toma como el emblema de su autonomía frente a Cristina y a La Cámpora. En el entramado político por las legislativas le ofrecieron casi públicamente irse de su cargo para ocupar el primer lugar en la lista de diputados, a cambio de que todos los sectores que componen el espacio oficialista lo acompañen colocando a su mejor figura dentro de esa boleta. Con esto, le estaban diciendo que no lo querían más como jefe de Gabinete. Pero el insistió en quedarse, lo cual abre un problema político para Cafiero.
El escenario después de las elecciones
Se viene una operación política de gran magnitud, que la tendrá que llevar a cabo Wado de Pedro. ¿Qué nivel de afinidad tiene el ministro de Interior hoy con Alberto Fernández para defender un acuerdo con el Fondo? ¿Todos piensan en el mismo acuerdo? Pareciera que no, pero esto es parte de la agenda poselectoral.
En ese universo donde están De Pedro y figuras como Máximo Kirchner, la que manda es Cristina. Podría decirse que también influye Axel Kicillof, pero él les da una letra técnica y acá lo principal no es el problema técnico, sino el político: qué tipo de exigencia política tendrán frente al Fondo considerando que hay un diagnóstico distinto respecto del nivel de flexibilidad que puede tener esta institución.
Una de las cuestiones centrales para ver cómo será la realidad después de las elecciones son los resultados en las urnas. Para hablar de triunfo, el Gobierno debería sacar entre un 5 y un 7 por ciento de diferencia, porque la clave está en acercarse -lo más posible- a los valores alcanzados en las generales de 2019, cuando superaron a Juntos por el Cambio por 8 puntos. Se deben medir con esos comicios, pero nadie dentro del oficialismo cree que se impondrán de tal manera y mucho menos con una diferencia de 16 puntos como la que sacaron en las primarias de hace un año.
¿Por qué Cristina quiere el acuerdo con el FMI después de la elección? No solamente para no dar malas noticias antes de someterse a las urnas, sino también porque quiere ver con qué capital político cuenta para sentarse a negociar con el Fondo y para definir cómo será el ajuste. Además, el Gobierno debe darse vuelta y negociar con la oposición, que se sentará o no dependiendo también de lo que suceda en las elecciones.
Elecciones con una sociedad desgastada
En medio de todos estos tironeos, hay una sociedad sometida al encierro desde hace un año y medio, en condiciones excepcionales de vida y con una cotidianidad trastornada: con chicos que no podían ir a la escuela, adolescentes que todavía no conocen su facultad y personas que aún no conocen a sus compañeros de trabajo. Un dirigente ultrakirchnerista comentaba el otro día que su hijito, mirando la pantalla de la clase, le comentó: “Papá, ese chico iba a la escuela conmigo”. Hace un año y medio que nos podemos enfermar, que no llega la vacuna, que nos podemos morir. Hace tres años que la Argentina está en una crisis económica: 230.000 desempleados más; el salario real más bajo que en el peor nivel de Macri. Ante este clima social, hasta ahora hay una respuesta insólita por parte de la clase política, que abre lugar a discursos de la antipolítica.
Con el 70% de la gente que cree que el año pasado le fue mejor que éste y que el año que viene le va a ir peor, vemos al gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, como suplente en las listas; a Juan Manzur, como suplente; a Suarez, radical de Mendoza, como suplente. En la lista de Santiago Del Estero aparece Gerardo Zamora, el gobernador, en el último lugar como tercer suplente. ¿Qué es esto? Si llega a salir, no va a ir. La primera en la lista es una mujer, Silvia Sayago, y no aparece en la foto, cuando el que sí se muestra es Zamora. ¿Y la política de género? Eli Gómez Alcorta diría que Sayago está invisibilizada y nadie la reivindica.
En Tigre, Cristian Ritondo va como suplente y todavía no terminó su mandato como diputado. Diego Santilli tiene dos años más como vicejefe de gobierno y ya nos abandona a los porteños para ir como diputado a la provincia de Buenos Aires, probablemente aspirando a la gobernación dentro de dos años. Que aclare que va como diputado por dos años. Victoria Tolosa Paz fue mucho más sincera cuando dijo que su sueño es ser intendenta de La Plata y que va a apuntar a eso en 2023. Gracias por aclarar.
Quiero decir que en una situación como ésta, con este nivel de pesadumbre en la sociedad argentina, con 100.000 muertos, la clase política nos devuelve con otro nombre a las testimoniales de 2009. Entonces, no se asombren de que pasen cosas raras. Esto habla de una falta de inteligencia política de gran magnitud. No es de vivos hacer esto. Es de tontos. Es abrir un espacio enorme a la antipolítica, al discurso de los Milei.
Jorge Macri, que apareció en La Plata haciendo campaña en el lanzamiento de Santilli, también postula en Vicente López a Manes. Va con los dos. Se entiende: Jorge Macri quiere ser gobernador y no le gusta que le bajen como un paracaidista a Santilli desde la Capital Federal. En la provincia de Buenos Aires hay varios intendentes de los que apoyaron inicialmente a Santilli que van a acompañar ambas listas.
Esto es lo que nos dice la clase política a nosotros, veremos qué le decimos nosotros a la clase política en las elecciones.