La amenaza verde
Mientras el precio del dólar "blue" o paralelo parece consolidarse en torno de los 150 pesos, al igual que el que se utiliza en la Bolsa de Comercio para transferir legalmente divisas al exterior, los datos que muestran ciertos sondeos de opinión pública le dan una cachetada al presidente Alberto Fernández cuando invita a los argentinos a "acostumbrarnos a ahorrar en pesos". Según la última encuesta de Jorge Giacobbe & Asociados, solo el 18% de la sociedad confía en los pesos argentinos como medio de ahorro.
Ese sondeo, en el cual fueron relevadas 2500 personas mediante dispositivos móviles entre el 27 y el 29 de septiembre, confirma que los argentinos nos aferramos al dólar, tememos un corralito bancario, carecemos de mayor motivación para emprender y desconfiamos de los datos que sustentan una visión de futuro.
El 56,1% de los consultados afirma que confía en los dólares norteamericanos, mientras que el 12,9% señala que confía tanto en la moneda estadounidense como en la argentina, y el 12,7% no tiene confianza en ninguna de las dos unidades monetarias.
Un dato más alarmante que expone el citado sondeo es que el 57,4% de las personas entrevistadas confiesa tener temor de que el Gobierno implemente un corralito a las cuentas bancarias, tal como se registró hacia fines de 2001 y principios de 2002. El 27,7% no teme que eso pueda suceder, en tanto que el 14,4% responde que no sabe.
El dato más desalentador, sin embargo, es el que surge ante la pregunta: "¿Abríría usted una empresa o un emprendimiento en la Argentina actual?". Nada menos que el 68,2% dice que no lo haría, mientras que solo el 31,2% contesta afirmativamente.
Asimismo, el 58,7% cree que la inflación real es mayor a la publicada por el Indec; el 19% sostiene que es igual a la publicada y apenas el 2,4% asegura que es menor, en tanto que el 19,6% responde que no sabe.
Una primera lectura que hacen los autores de la encuesta es que el 18% que dice confiar en el peso como herramienta de ahorro ni siquiera se acerca al 35% que puede llegar a ostentar el kirchnerismo como base electoral y está más lejos aún del 48% de votos que cosechó Alberto Fernández en las elecciones presidenciales de hace un año.
Un corte por nivel educativo y socioeconómico de los encuestados permite entrever que quienes tienen estudios universitarios confían mucho más en el dólar (66%), en tanto que quienes no tienen estudios apuestan un poco más por el peso (35%). Del mismo modo, en los hogares con menores ingresos se confía algo más en el peso (24%), mientras que en los hogares con mayores ingresos la afición por el dólar crece hasta el 72%.
Podría decirse que, entre los sectores de la población con mayor información y educación financiera, la pasión por el dólar no solo sube sino que la desesperación por hacerse de billetes verdes se acelera en la medida que aumentan las restricciones en el mercado cambiario.
En la última quincena, desde el 16 de septiembre hasta la semana última, se estima que el Banco Central (BCRA) ha debido vender unos 539 millones de dólares, al tiempo que las reservas netas disponibles de la entidad monetaria son cada vez menos.
Según el economista Miguel Angel Broda, sin contar el oro y los derechos especiales de giro, las reservas netas del Banco Central se ubicarían apenas en alrededor de 1000 millones de dólares.
Sin embargo, el economista liberal Miguel Angel Boggiano efectúa un cálculo más pesimista aún. Calcula que sobre un total de reservas brutas por 41.379 millones de dólares, hay contabilizados unos 12.000 millones en encajes por los depósitos bancarios en moneda extranjera, 19.145 millones en Swaps con China, 3100 millones en posiciones en el Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés), 2800 en derechos especiales de giro, 3700 millones en oro, 1800 millones en seguros de depósitos y 700 millones en operaciones financieras conocidas como Repos. Según su cuenta, las reservas líquidas netas son negativas en 1866 millones de dólares, lo que a su juicio indica que "el BCRA ya está usando, en la práctica, parte de los encajes de los depósitos en dólares del sistema financiero". Es decir, que se quedó sin reservas propias.
Boggiano interpreta que las autoridades han habilitado la operatoria con yuanes en el mercado de futuros porque el Gobierno negocia con China la activación del swap. "Imaginando que consiguiera activar todo el swap, algo improbable, las reservas líquidas pasarían a ser de 17.279 millones de dólares", estima. Y con ese número de reservas, en función de la base monetaria ampliada, que se acerca a los 5 billones de pesos, el tipo de cambio implícito se ubicaría en torno de los 284 pesos por dólar. Una cifra lejana de los 118 pesos que surgirían de dividir esa misma base monetaria ampliada por el total de reservas brutas.
La conclusión del economista es que un dólar como el que se opera en la Bolsa de Comercio, conocido como Contado con Liquidación (CCL), por arriba de 200 pesos, "parece hasta conservador". Ese dólar cerró ayer levemente por encima de los 149 pesos, cuando a fines de diciembre último rondaba los 78 pesos.